Shadmani asumió el puesto en tiempos de guerra el pasado viernes, tras la muerte de su predecesor en un ataque israelí Leer Shadmani asumió el puesto en tiempos de guerra el pasado viernes, tras la muerte de su predecesor en un ataque israelí Leer
El ejército israelí aseguró este martes que el jefe del Estado Mayor de Irán en tiempos de guerra ha muerto en un ataque de las fuerzas israelíes en Teherán. En un comunicado, Tel Aviv identificó al comandante muerto como Ali Shadmani, que asumió su cargo el pasado viernes tras la muerte de su predecesor, en una tanda de bombardeos que descabezó casi en su totalidad la cúpula militar iraní. El líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, sustituyó rápidamente los cargos mediante decreto, entre ellos Shadmani, que fue nombrado líder de Khatam al-Anbiya, la unidad de las Fuerzas Armadas en tiempos de guerra, en sustitución al comandante muerto, Gholam Ali Rashid.
«Por segunda vez, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), han eliminado al jefe del Estado Mayor de Irán, el principal comandante militar del régimen», señaló el ejército israelí en un comunicado. La nota asegura que Shadmani murió en un bombardeo en un «centro de mando en el corazón» de la capital iraní y que se trataba de una de las «figuras más cercanas» al líder supremo.
Las FDI creen que Shadmani era responsable de gestionar las operaciones de combate y aprobar los planes operativos de ataques contra Israel. Antes de asumir este cargo, se desempeñó como subcomandante de la misma unidad. Irán aún no ha confirmado su muerte. Desde el inicio de los ataques el viernes, Israel ha matado a una docena de altos comandantes del ejército y la Guardia Revolucionaria, la rama independiente de las fuerzas armadas. Las autoridades iraníes planearon llevar a cabo hoy una marcha fúnebre en la capital en honor a los militares abatidos, pero se vieron forzadas a cancelar el acto ante el recrudecimiento de los ataques israelíes.
Miles de iraníes continúan huyendo de la capital, especialmente los residentes del Distrito 3 -un barrio de unos 400.000 habitantes- después de que el ejército israelí emitiera el lunes una advertencia de evacuación. Durante la noche del lunes y la mañana del martes se sucedieron los ataques en el oeste y norte de la ciudad. Teherán confirmó la muerte de tres trabajadores de la emisora estatal iraní IRIB, bombardeada el lunes cuando decenas de periodistas y trabajadores de la televisión se encontraban dentro del edificio. Por el momento no se ha actualizado la cifra de fallecidos -224 desde el viernes- aunque una organización de derechos eleva el número de víctimas a más de 400.
El comando de seguridad cibernética iraní prohibió a todo el aparato militar y funcionarios del Gobierno usar dispositivos móviles, según informó la agencia Fars, que no dio detalles sobre el motivo de las restricciones. Uno de los mayores bancos del país, Sepah, vio sus servicios interrumpidos por un ciberataque, informaron medios iraníes. En una entrevista con la emisora estadounidense Merit TV, el embajador israelí en Washington, Yechiel Leiter, insinuó que Israel está preparando un ataque similar al de explosivos buscapersona que su ejército llevó a cabo contra la milicia libanesa Hizbulá, causando 42 muertos y más de 3.000 heridos. «Hemos preparado varias sorpresas, cuando se calme la situación, verán algunas el jueves por la noche y el viernes, que harán que la operación con buscapersonas (en Líbano) parezca casi sencilla», aseguró.
La Guardia Revolucionaria celebró en un comunicado que un ataque iraní afectó un centro de datos de los servicios de Inteligencia israelíes -Mosad- en Tel Aviv, asegurando que utilizaron un nuevo misil que «los sionistas no detectaron antes del impacto».
En el plano diplomático, el portavoz de Exteriores iraní, Esmail Baqaei, criticó la postura de los países del G7 en su reunión el lunes en Canadá, que pidieron una desescalada del conflicto, aunque enfatizaron el derecho israelí a «defenderse». «Los Estados miembros del G7 deben asumir su responsabilidad legal y moral por este flagrante acto de agresión contra un Estado miembro de la ONU», señaló, tras advertir que la estabilidad regional solo es posible con un «fin inmediato de la agresión israelí».
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