El ayatolá Ali Jamenei, a EEUU: «No nos rendiremos. Si nos atacan, habrá graves consecuencias»

Teherán calcula su estrategia ante una intervención de Washington mientras Israel bombardea Teherán Leer Teherán calcula su estrategia ante una intervención de Washington mientras Israel bombardea Teherán Leer  

El líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, advirtió que su país no aceptará «una guerra o una paz impuestas», en un mensaje claro contra el presidente estadounidense, Donald Trump, que exigió ayer la «rendición incondicional» de Teherán en la escalada de ataques contra Israel que se sucede desde el pasado viernes. Las tensiones entre ambos países escalaron un nuevo peldaño hace unas horas, ante la posibilidad de que Estados Unidos intervenga directamente en el conflicto, atacando a Irán. Mientras la región contiene el aliento, Jamenei se dirigió a la nación en un discurso televisado, en el que prometió que su país «se mantendrá firme». «No nos rendiremos. Si nos atacan, habrá graves consecuencias», aseguró. El líder supremo remarcó que «cualquier intervención militar estadounidense» tendrá «consecuencias irreparables».

La máxima autoridad del país ha dado señales de que el régimen considera que el conflicto está entrando en una nueva fase. «La batalla comienza», señala el líder supremo iraní, Ali Jamenei, en su última publicación en redes sociales, en la que adjunta una ilustración de un hombre espada en mano, entrando en un castillo mientras líneas de fuego iluminan el cielo. Apelando al retorno de Khaybar, la ciudad cuyos habitantes judíos fueron conquistados por las fuerzas musulmanas en el siglo VII, Jamenei promete «no tener piedad» en la escalada de ataques en la que está sumido su país contra Israel desde el pasado viernes. Jamenei no se ha pronunciado sobre la creciente amenaza de intervención estadounidense en el conflicto, después de que el presidente, Donald Trump, exigiera la «rendición total» de su gobierno. Sin embargo, la cúpula militar sopesa su estrategia ante una acción directa estadounidense, que podría arrastrar a toda la región a un conflicto de consecuencias inciertas. «Cualquier intervención estadounidense sería una receta para una guerra total en la región», advirtió hoy el portavoz de Exteriores iraní, Esmaeil Baqaei.

El mismo día, las plataformas de seguimiento de vuelos detectaron tres aeronaves iraníes -una de ellas el avión presidencial- que aterrizaron en Omán, donde Teherán estaba previsto que celebrara otra ronda de conversaciones nucleares con Washington el pasado domingo, canceladas tras el actual conflicto. La Guardia Revolucionaria, la poderosa rama independiente de las fuerzas armadas, aseguró haber lanzado un mensaje al «patrocinador del régimen israelí», en alusión a Estados Unidos, empleando en sus ataques un nuevo misil avanzado. «Hemos logrado el control total sobre los cielos de los territorios ocupados, cuyos habitantes se han vuelto absolutamente indefensos ante los ataques con misiles de Irán», declara la nota.

Si bien Israel ha interceptado el 90% de los ataques iraníes, anoche Teherán elevó al máximo el nivel de estrés de sus sistemas de defensa, con ataques con pocos misiles pero frecuentes y lanzados a diferentes alturas.

Más bombardeos entre Irán e Israel y Trump posicionado: «Sabemos dónde está el líder supremo iraní»E.M

Medios afiliados al gobierno aseguran que Teherán se plantea la posibilidad de cerrar el Estrecho de Ormuz si Estados Unidos se une a la guerra, cerrando el punto de tránsito petrolero más crítico del mundo, que supone una quinta parte del comercio de crudo. Irán sopesa, además, colocar minas en el estrecho si Washington interviene en el conflicto, según aseguraron funcionarios de Teherán al New York Times. Por el momento, el conflicto ya ha sacudido este territorio. Este martes colisionaron dos petroleros en Ormuz, mientras continúan las interferencias en los sistemas electrónicos de navegación, un problema que agentes de seguridad británica achacan a ciberataques iraníes.

La escalada de ataques iniciada el viernes, ha provocado la muerte de 24 israelíes, según Tel Aviv, mientras que en Irán suman 585 fallecidos, según la organización Hrna, que monitorea las violaciones de derechos humanos en el país. Tras una noche de ataques intensos en la capital iraní, Teherán amaneció con nuevas explosiones en el este de la ciudad, donde la Guardia Revolucionaria tiene una academia, pero también se produjeron bombardeos en zonas residenciales. El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, aseguró que las fuerzas hebreas impactaron en el cuartel general de seguridad interna de Teherán, que tildó de «brazo represivo del dictador iraní». Otro bombardeo impactó en el edificio de la media luna roja iraní, afiliada a la Cruz Roja Internacional. Uno de los ataques impactó también en la universidad Imam Hossein. El ejército israelí emitió anoche un aviso de evacuación -el segundo esta semana- del Distrito 18 de Teherán, un barrio de medio millón de habitantes. Imágenes de la emisora iraní Press TV mostraron comercios abiertos y escenas de cierta normalidad con tráfico y gente en las calles, pese a los ataques israelíes. Sin embargo, Marjan Esfahani, estudiante en la capital, describió a EL MUNDO escenas de pánico. «Todo sigue abierto, la gente tiene que ir a trabajar igualmente, pero hay colas en todas partes, quién puede compra provisiones y los más afortunados huyen de Teherán», describe. «Pero son una minoría. Muchos iraníes no tienen dinero para llenar el depósito para trayectos tan largos, o no tienen familia en el norte», añade.

El observatorio de internet NetBlocks detectó un apagón de la línea a nivel nacional, que causó la caída de miles de páginas webs, entre ellas las agencias de noticias y radio estatales. El apagón causó pánico entre iraníes en el extranjero, que no saben de sus familiares desde hace horas.

En la mañana del miércoles se produjo una gran explosión en Ardebil, en el noroeste de Irán, causada probablemente por un coche bomba, según medios locales. El ejército israelí aseguró haber atacado con cincuenta jets plantas de producción de misiles y unas instalaciones de producción de centrifugadoras -para el uso de su programa nuclear- en la provincia de Teherán y Azerbaiyán Oriental. Imágenes de medios iraníes y de civiles publicadas en sus redes muestran una columna de humo enorme y fuego en el complejo de producción de misiles en la capital, tras la ola de ataques israelíes de esta madrugada. Por su parte, Irán abatió uno de los cazas esta madrugada y ya suman siete las aeronaves israelíes interceptadas por sus fuerzas.

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