Recién cumplidos los 25 años del estreno de El bar Coyote y con rumores de una secuela sonando cada vez más, cabe preguntarse qué hizo que la película fuera un éxito de taquilla en el año 2000, con más de 100 millones de dólares recaudados en todo el mundo. La historia de la dulce Violet Sanford (Piper Perabo), la aspirante a compositora que se muda a 20 minutos de su casa en Nueva Jersey hasta la sucia y caótica Nueva York —dejando atrás a un padre viudo (John Goodman), a quien irá a visitar solo los domingos para poner lavadoras, y a una amiga de la infancia a punto de casarse—, pudo tocar el corazón del público por significar un triunfo del amor, un canto a la amistad, la magia de cumplir un sueño… O, quizás, las razones de su éxito tuvieran más que ver con el brillo de los satinados, las cinturas de tiro bajo y las botas cowboy de un grupo de mujeres bailando encima de una barra de bar como si estuviera a punto de caer un meteorito y acabar con todo. Entre ellas, claro, la también pícara Violet.
Las actrices de esta cinta ‘dosmilera’, de culto para muchos, se reunieron para celebrar sus 25 años en febrero. Seis meses después, los rumores de una segunda parte son cada vez más fuertes
Recién cumplidos los 25 años del estreno de El bar Coyote y con rumores de una secuela sonando cada vez más, cabe preguntarse qué hizo que la película fuera un éxito de taquilla en el año 2000, con más de 100 millones de dólares recaudados en todo el mundo. La historia de la dulce Violet Sanford (Piper Perabo), la aspirante a compositora que se muda a 20 minutos de su casa en Nueva Jersey hasta la sucia y caótica Nueva York —dejando atrás a un padre viudo (John Goodman), a quien irá a visitar solo los domingos para poner lavadoras, y a una amiga de la infancia a punto de casarse—, pudo tocar el corazón del público por significar un triunfo del amor, un canto a la amistad, la magia de cumplir un sueño… O, quizás, las razones de su éxito tuvieran más que ver con el brillo de los satinados, las cinturas de tiro bajo y las botas cowboy de un grupo de mujeres bailando encima de una barra de bar como si estuviera a punto de caer un meteorito y acabar con todo. Entre ellas, claro, la también pícara Violet.
A excepción del Coyote Ugly Saloon real en el que se inspiró la película dirigida por David McNally, es difícil imaginar una continuación de El bar Coyote —Coyote Ugly, para el resto del mundo— en pleno siglo XXI, donde en los bares la gente se sienta a mirar el móvil. Pero lo más complicado sería recrear el exceso de todo lo que pasaba encima de esa barra y que, aunque a nadie se le escapa que tenía mucho que ver con mostrar la exuberancia de sus camareras, era también una simultaneidad de emociones desparramadas —sororidad, envidias, enamoramiento, deseo sexual, miedo a quemarse, miedo a mojarse, todo a la vez— a la que el cine ya no acostumbra.
Ante la posibilidad de que una secuela de esta historia dosmilera, de culto para muchos, vea la luz, surgen algunas preguntas: ¿A qué se dedicarán ahoralas coyotes (las camareras)? ¿Se repetirán los papeles? ¿El bar Coyote tendrá un reservado para vapear? Durante la Comic-Con en San Diego celebrada a finales de julio, en una entrevista en la que claramente valía más por lo que callaba que por lo que decía, la protagonista de la película original, Perabo, respondió a las preguntas de The Hollywood Reporter sobre una segunda parte del filme: “Ha habido conversaciones y las personas que estuvimos [en la primera película] estamos hablando sobre algunas cosas”. La intérprete, que estaba en el evento como parte del elenco de Butterfly, la nueva serie de espías de Amazon Prime, apuntó que había “cosas cocinándose” y, aunque dijo no poder hablar de si existe ya un guion terminado o en proceso, sí pudo afirmar que ha habido “comunicaciones”.
En realidad, lo más interesante de su conversación con THR fue la tormenta de ideas para encontrarle título a esa secuela que hizo junto a su compañero en la ficción de Amazon, Daniel Dae Kim: Coyote Uglier [en inglés, “coyote aún más feo”] propuesto por el actor de origen surcoreano, o Coyote or Ugly [“Coyote o feo”] sugerido por quien un día fuera Violet Sanford.

Antes de la Comic-Con, las protagonistas de la Coyote Ugly primigenia, que se estrenó en Estados Unidos el 4 de agosto del año 2000 y en España el 15 de septiembre del mismo año, se dieron cita el pasado mes de febrero, en una proyección con coloquio que se hizo en el Aero Theatre de Santa Mónica (California) para celebrar los 25 años del filme y, de paso, ayudar a las víctimas de los incendios forestales de Los Ángeles de principios de 2025, a través de la misión Global Empowerment Mission LA.
En la fiesta de aniversario estuvieron la modelo Tyra Banks (que interpreta a Zoe en la película), Maria Bello (Lil), Melanie Lynskey (Gloria) e Izabella Miko (Cammie), además de McNally y de la compositora de éxitos Diane Warren, autora de la canción principal, Can’t Fight the Moonlight, queinterpreta en la cinta la cantante LeAnn Rimes. En remoto, contó con Bridget Moynahan (Rachel), Adam Garcia (Kevin O’Donnell) y con su protagonista, Piper Perabo.
“El bar Coyote es un placer culpable“, decía Banks, organizadora de la noche y una de las tantas famosas que perdieron su casa en los incendios, ante las cámaras de la cadena estadounidense Entertainment Tonight. La supermodelo, que compartió portadas y pasarelas con Naomi Campbell o Valeria Mazza en los años noventa y que fue ángel de Victoria’s Secret (participó en el reciente regreso de los famosos desfiles de la marca de lencería, en octubre de 2024), fue la primera mujer negra en posar en solitario para Sports Illustrated en 1997 y en 2019 volvió a hacer historia en la publicación, a sus 45 años. Después de subirse a la barra de El bar Coyote —de la que se despide al principio de la película para dedicarse a su carrera de Derecho— fue productora y presentadora en programas como America’s Next Top Model y The Tyra Banks Show. Actualmente,tiene una empresa de helados ubicada en Sídney (Australia) y es madre de York Banks Asla, a quien tuvo en 2016 por vientre de alquiler junto al fotógrafo Erik Asla.

“He viajado por el mundo y no puedo decir cuántas mujeres y niñas me han dicho cómo la película les cambió la vida”, decía esa misma noche la actriz Maria Bello, que en la cinta interpreta a la decidida dueña del local. “Yo venía de trabajar en un bar igual en Nueva York”, aseguraba a las cámaras la dos veces nominada al Globo de Oro como mejor actriz de reparto por The Cooler (2003) y Una historia de violencia (2005). En 2013, Bello causó cierto revuelo al desvelar que tenía una relación sentimental con otra señora en una época en la que la industria del cine todavía apretaba fuerte a las mujeres por ese lado: “El 99% de Hollywood es gente encantadora”, le dijo a este periódico en 2016. Acaba de formar parte de la serie de Netflix Aguas turbias y se la verá próximamente en la película de suspense Hell in Paradise, actualmente en producción.
Preguntada sobre esa secuela de la que poco se sabe, la actriz Melanie Lynskey, la amiga de la infancia de Violet en la película, se mostraba sorprendida: “Ni siquiera lo había pensado, ¿se va a hacer? Bueno, no sé, yo estoy libre ahora mismo», respondía la más espontánea de todas las intérpretes reunidas en la celebración de los 25 años. La carrera de la neozelandesa, protagonista junto a Kate Winslet de las Criaturas Celestiales de Peter Jackson en 1994, se ha movido sobre todo entre personajes secundarios hasta el estreno en 2021 de la serie dramática Yellowjackets, que acaba de renovar para una cuarta temporada y que le ha valido dos nominaciones consecutivas a los premios Emmy por su papel de Shauna Sadecki. Muy al contrario que Lynskey, Izabella Miko, que daba vida a la coyote Cammie, aseguraba tener varias ideas para una segunda parte, según explicaba divertida durante la velada: “Esta fue mi primera película, tenía 18 años y ni siquiera podía entrar en un bar para prepararme el papel sin llevar un carnet de identidad falso”. Tras su mayoría de edad, la actriz polaca se dedicó sobre todo al activismo medioambiental, aunque también se la ha visto en algún capítulo de series como NCIS, Chicago Fire o Mentes criminales.

Además de Perabo, otra de las coyotes originales que no pudieron estar en persona en el evento del Aero Theatre de Santa Mónica fue la actriz Bridget Moynahan, una cara conocida por series familiares como Blue Bloods (parece que próximamente la veremos en su spin off, Boston Blue) y expareja del famoso jugador de la NFL Tom Brady, con quien tuvo un hijo en 2007. En El bar Coyote, Moynahan daba vida a la competitiva Rachel, esa compañera de trabajo que en el año 2000 se consideraba peleona y que ahora sería una tóxica de manual.
Por su parte, Perabo, casada desde 2014 con el productor Stephen Kay, cuenta entre sus logros profesionales con una nominación a los Globos de Oro en 2011 por su papel en la serie Covert Affairs. Adam Garcia, el moreno de ojos azules que da vida a Kevin O’Donnell y que se pasa la película empeñado en hacer brillar a la protagonista, también siguió el evento en remoto. El actor, casado y con hijos, es además bailarín y cantante y ha llegado a estar dos veces nominado a los premios Laurence Olivier.
“Durante el rodaje de hace 25 años siempre tuvimos una buena relación, siempre supimos que era una película especial y en un tiempo en el que no había muchas películas protagonizadas por mujeres”, explicaba Bello durante el reencuentro. Ahora, con más protagonismo de las mujeres en el cine, pero también con una concepción muy diferente de lo que es el empoderamiento femenino, está por ver si esa secuela que todas desean se mantiene en la barra con la misma firmeza.
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