Vaya tema tan visceral se ha marcado.

Por lo que cuenta la letra, es un poco la prima enfadada de Música ligera y Un clásico (ríe). Creo que se puede sentir un poco de rencor exagerado. Y, como es exagerado, se puede llevar a la comedia y a la sátira. Un desamor puede ser bello y gracioso también.

Contrasta este mensaje de desamor con su momento actual, muy enamorada.

Yo creo que, cuando una está bien, es cuando mira todo lo demás como ‘¿por qué estaba yo ahí?’. Y, cuando has salido de ahí y conoces qué es estar bien, es cuando realmente despiertas y te puedes llevar las cosas al humor. Y así es como salió esta canción. Salió en febrero y de una tarde superdivertida, no te creas. Estábamos jugando, como cuando estás en una reunión con amigos. Es una canción muy seria y contundente, pero a la vez estaba eso de llevármelo a la coña, que me hacía mucha gracia igual que lo directa que es. Entonces creo que tenía los ingredientes perfectos como para yo sentirme de nuevo motivada con un lanzamiento.

¿Dejó de estar motivada? Ha señalado en sus redes que necesita respirar.

Cuando acabé el Movistar Arena de diciembre sentí que venía de estar diez años sin parar, de haber girado todos los años, de haber hecho todo lo que se podía hacer y más por un hueco en esta industria. De alguna manera necesitaba volver a dedicarme tiempo a mí, a mí familia y a la gente que yo quiero. De repente me pasaba meses lejos de ellos. Eso es lo que a mí me hace sentirme feliz con lo que hago. Yo al final soy feliz haciendo música, que es lo que más me gusta en el mundo, pero de nada sirve si estás completamente lejos de la gente importante de tu vida. Necesitaba volver a sentirme persona, conectar con otras cosas que me gusta hacer, volver a pasar días largos en casa, ver a mis padres, a mi hermano, estar con amigos, irme de vacaciones o disfrutar de mi amor. Y volver a encontrar cosas de las que hablar, que es muy importante. Volver a sentirme motivada con un lanzamiento y no tener la presión en el estudio de tener un hit hoy y mañana otro… Considero que entras en una vorágine de prisas y de no poder dedicarle el mimo a las cosas que requieren de ello para que sean cosas de calidad. Aitana es muy linda y hablamos últimamente por privado muchas veces.

Ese es el ritmo de la industria, que les lleva a eso.

Si. Y surge el miedo y la incertidumbre. ¿Qué va a pasar conmigo? ¿Me van a seguir esperando?

Claro, pero a veces es necesario desconectar hasta de los sueños, ¿no?

Sí. Yo creo que te tiene que apasionar siempre lo que haces y tienes estar muy conectado con lo que estás haciendo. Y si volverte a conectar al cien por cien significa volver a cargar la pila con tu gente, con tus cosas y darte tiempo para ti, pues está genial. Por eso tomé esa decisión a principios de año.

Y la tomó siendo considerada una de las artistas del momento. ¿Sigue costando que crean en su proyecto o ya no tanto?

Siguen costando muchas cosas, no te voy a mentir, pero me encuentro en un momento muy positivo y de agradecer mucho. Al final, cuando hay personas que te están esperando, ya eso es un motivo enorme para estar feliz. Ha sido un camino progresivo, y eso hace que valore cada paso que he ido dando y cada cosa que he aprendido. Me encuentro muy feliz en este momento, sobre todo por cómo han acogido la canción, que supone volver a dejar clara mi identidad y mi personalidad como artista. Permitirme el lujo de hacer lo que me ha nacido para mí es un regalo enorme.

Hablando de artistas, sus fans piden a gritos una colaboración con Aitana. ¿La habrá?

Ojalá. A día de hoy no, y no sé si es porque todavía no hemos encontrado la canción. Todo el mundo sabe que mi voluntad por hacerla existe, porque no solamente sería un placer para las dos colaborar entre nosotras, sino que siento que tenemos una responsabilidad de hacerlo por el momento tan positivo que estamos viviendo las chicas en el panorama musical, que hacía años que no se veía algo como por ejemplo ver tantas chicas en un cartel. Creo que estamos en constante evolución con eso. Así que considero que sería un disfrute para nosotras y que además tenemos un deber con el público LGTBI y, sobre todo, con las chicas. Así que ojalá se de, ojalá que encontremos algún día la canción. Yo alguna vez he propuesto alguna, pero es difícil, porque tenemos mucha responsabilidad y tiene que ser algo como perfecto. Aitana es muy linda y hablamos últimamente por privado muchas veces.

¿Se han roto muchos techos de cristal en la música?

Siento que cada vez más y eso me pone muy contenta, la verdad. Ha sido gracias a una evolución de absolutamente todo, pero es que hay propuestas muy interesantes de chicas que vienen con un punto de vista y una manera de contar las cosas a través de la música superchula y con mucho talento y en algún momento tenía que pasar que eso se valorara.

En el horizonte, su nuevo disco. ¿Traerá mucho cambio respecto al exitoso Bellodrama?

Lárgate es una transición a lo que va a venir. A nivel sonido voy a ser siempre fiel a lo que es mi identidad como artista, pero yo creo que las cosas están contadas de una manera muy sincera, con mucha más verdad, ahondando mucho en las cosas que me apetece contar, que he vivido, que vivo y que me están pasando. Permitiéndome también el lujo de jugar más, de no pasar tanto por encima de las cosas y contándolas de una forma más cruda. La evolución se va a ver en las historias que están contadas.

¿No lo hacía antes por miedo o por imposiciones de la propia industria?

No creo que la industria nos imponga eso, pero es verdad que en todos estos años, a lo mejor por miedo, yo no he contado con tanta naturalidad mis cosas como podía haberlo hecho. Que no quiere decir que dejen de ser verdad, pero ahora me apetece adentrarme mucho más en eso y que me conozcan mucho más a través de mis canciones y de mis historias. 

También está por llegar Ídolos, la película que ha hecho junto a Oscar Casas.

Ahora me apetece mucho hacer las dos cosas. Yo descubrí que otra de mis pasiones era la interpretación cuando tenía 11 años y durante toda mi adolescencia hice películas y series. Pero cuando empecé a sacar música, que había sido siempre el sueño de mi vida, lo dejé más apartado, porque iba todo a una, pero ahora me apetece hacer las dos cosas y siempre que tenga la oportunidad de compaginarlo lo voy a hacer. De hecho ya hay algún que otro proyecto por ahí para el año que viene. La música y la interpretación van de la mano, porque cuando cantas una canción de alguna manera la estás contando, sobre todo cuando es una historia tuya, se te va la vida en ello y se te escapan cosas que se nota que es real, pero también es superinteresante interpretar un personaje que se aleja mucho de ti, que, de hecho, es lo que más me gustaría: irme a algo que es todo lo contrario a mí. 

Es recurrente que salgan imágenes de usted cuando era una niña y empezó en esto. ¿Qué le diría ahora a esa cría cargada de ilusiones?

Ahora que estoy en La Voz Kids veo que me emociono mucho. Al principio me veréis muy comedida, porque soy la nueva en el formato y me estoy habituando, pero luego me veréis llorar y emocinoarme tanto… Porque, claro, de alguna manera me veo y sé lo que les recorre el cuerpo a los niños antes de subirse al escenario para demostrar todo lo que llevan dentro. Añoro mucho, porque los niños van siempre con la verdad y con una ilusión tan pura… Ellos no tienen maldad, no tienen mentiras, es todo real. Me emociono mucho y sí, me siento muy conectada por muchas cosas que viví cuando era pequeña.

Cuénteme la experiencia de Japón, donde ha actuado recientemente. ¿se quitó complejos, si es que los tenía, al salir de su zona de confort?

En ese sentido nunca he tenido miedo, era más bien una ilusión enorme ir. Es algo superloco que, de repente, tengas la oportunidad de tocar en un sitio así, que no habla ni tu idioma y que es todo tan diferente. Ya estamos trabajando para poder seguir yendo. Feliz con la acogida, no lo voy a volver nunca y me lo pasé muy bien.