«El siglo XXI ha llegado, pero no para todo el mundo», dice Jesús Calleja. Y no habla de países del tercer mundo, ni en vías de desarrollo. Habla de España, de pueblos pequeños con grandes carencias o de personas cuya vida está llena de incomodidades, o, incluso, personas a las que la DANA les quitó todo.
Tras diez temporadas recorriendo España con su helicóptero en Volando voy, Jesús Calleja da un paso más en su empeño por visibilizar la vida en los pueblos y ayudar a sus gentes con Volando voy, volando vengo, un nuevo programa para el prime time de Telecinco que mantiene la esencia del original, pero con un objetivo más amplio y ambicioso: transformar las realidades de los lugares visitados y mejorar la vida de quienes más lo necesitan, o incluso de todos sus habitantes.
Para cumplir ese objetivo hay dos importantes novedades. Por un lado, el helicóptero del programa, el mítico Robinson R44 deja paso a un Airbus AS350 B3, más grande, potente y seguro. Un aparato con seis plazas que permite a Calleja llevar a más gente y tener charlas en el aire más enriquecedoras.
Por otro lado, el aventurero se ha asociado con John y Sara, de John Te lo Busca, una empresa de reformas y decoración con gran experiencia en el entorno rural y un fuerte compromiso social, que también son pareja desde hace 20 años y padres de dos hijos.
Ellos le ayudarán a llevar a cabo transformaciones y reformas, como las de una de las más emotivas de la temporada, en la que Calleja viaja hasta Sot de Chera, un pequeño municipio de la sierra de Valencia cuya playa fluvial y paseo, eje vertebrador de la vida social y motor turístico y económico del lugar, fue arrasado por la DANA el pasado mes de octubre. Tras la riada, ese punto de encuentro y expansión de todos los vecinos dejó de existir, abocando al pueblo a la desaparición.
Además de los destrozos materiales, la tragedia se cobró la vida de dos vecinos, padre e hijo, bajo la mirada de la esposa y madre de ambos, una de las protagonistas del programa. Con la implicación de los habitantes del pueblo y de decenas de voluntarios llegados desde localidades próximas, Volando voy, volando vengo llevará a cabo una espectacular reconstrucción de las zonas devastadas, devolviendo a Sot de Chera no solo una nueva perspectiva, sino la esperanza a toda la comunidad.
«Queríamos seguir conociendo pueblos, gentes rurales, y también ayudar… y este año podíamos hacerlo a lo grande. Los espectadores se van a sorprender mucho cuando vean las transformaciones que hemos hecho. Pero no lo hacemos solos. Nosotros iniciamos una inercia a la que se une la gente para arrimar el hombro«, explicaba Calleja en la presentación del nuevo espacio, de próximo estreno.
«Ha sido impresionante ver cómo los vecinos y voluntarios se unían a nosotros en las misiones. Hemos conseguido llegar mucho más lejos gracias a ellos«, señala el presentador, que destacaba que «en ningún país del mundo hay una solidaridad como la de España».
Las entregas de esta temporada
En La Albufera de Valencia, el programa contribuirá a la reapertura de un restaurante familiar arrasado por las inundaciones; en la Sierra de la Demanda (Burgos) la solidaridad vecinal será clave para acondicionar la vivienda de Martín y Félix, dos hermanos de avanzada edad y escasos recursos; en Horcajuelo de la Sierra (Madrid) se rehabilitará la casa de Julia, trabajadora social muy querida en el pueblo, que tras volver a la localidad para cuidar de su padre durante la pandemia, decidió quedarse; en Costa Quebrada (Cantabria) el club femenino de fútbol de Suances contará por fin con unos vestuarios dignos gracias a una construcción colectiva; en el Concejo de Llanera (Asturias) el programa colaborará con el proyecto de coliving Axuntase para crear un gran espacio común que refuerce el tejido social entre los nuevos y antiguos habitantes de la zona; y en O Grove (Pontevedra) se reacondicionará un centro social para mayores.
El presentador ayudará a reconstruir o mejorar instalaciones y hogares en pueblos pequeños donde hace falta.
«El siglo XXI ha llegado, pero no para todo el mundo», dice Jesús Calleja. Y no habla de países del tercer mundo, ni en vías de desarrollo. Habla de España, de pueblos pequeños con grandes carencias o de personas cuya vida está llena de incomodidades, o, incluso, personas a las que la DANA les quitó todo.
Tras diez temporadas recorriendo España con su helicóptero en Volando voy, Jesús Calleja da un paso más en su empeño por visibilizar la vida en los pueblos y ayudar a sus gentes con Volando voy, volando vengo, un nuevo programa para el prime time de Telecinco que mantiene la esencia del original, pero con un objetivo más amplio y ambicioso: transformar las realidades de los lugares visitados y mejorar la vida de quienes más lo necesitan, o incluso de todos sus habitantes.
Para cumplir ese objetivo hay dos importantes novedades. Por un lado, el helicóptero del programa, el mítico Robinson R44 deja paso a un Airbus AS350 B3, más grande, potente y seguro. Un aparato con seis plazas que permite a Calleja llevar a más gente y tener charlas en el aire más enriquecedoras.
Por otro lado, el aventurero se ha asociado con John y Sara, de John Te lo Busca, una empresa de reformas y decoración con gran experiencia en el entorno rural y un fuerte compromiso social, que también son pareja desde hace 20 años y padres de dos hijos.
Ellos le ayudarán a llevar a cabo transformaciones y reformas, como las de una de las más emotivas de la temporada, en la que Calleja viaja hasta Sot de Chera, un pequeño municipio de la sierra de Valencia cuya playa fluvial y paseo, eje vertebrador de la vida social y motor turístico y económico del lugar, fue arrasado por la DANA el pasado mes de octubre. Tras la riada, ese punto de encuentro y expansión de todos los vecinos dejó de existir, abocando al pueblo a la desaparición.
Además de los destrozos materiales, la tragedia se cobró la vida de dos vecinos, padre e hijo, bajo la mirada de la esposa y madre de ambos, una de las protagonistas del programa. Con la implicación de los habitantes del pueblo y de decenas de voluntarios llegados desde localidades próximas, Volando voy, volando vengo llevará a cabo una espectacular reconstrucción de las zonas devastadas, devolviendo a Sot de Chera no solo una nueva perspectiva, sino la esperanza a toda la comunidad.
«Queríamos seguir conociendo pueblos, gentes rurales, y también ayudar… y este año podíamos hacerlo a lo grande. Los espectadores se van a sorprender mucho cuando vean las transformaciones que hemos hecho. Pero no lo hacemos solos. Nosotros iniciamos una inercia a la que se une la gente para arrimar el hombro«, explicaba Calleja en la presentación del nuevo espacio, de próximo estreno.
«Ha sido impresionante ver cómo los vecinos y voluntarios se unían a nosotros en las misiones. Hemos conseguido llegar mucho más lejos gracias a ellos«, señala el presentador, que destacaba que «en ningún país del mundo hay una solidaridad como la de España».
En La Albufera de Valencia, el programa contribuirá a la reapertura de un restaurante familiar arrasado por las inundaciones; en la Sierra de la Demanda (Burgos) la solidaridad vecinal será clave para acondicionar la vivienda de Martín y Félix, dos hermanos de avanzada edad y escasos recursos; en Horcajuelo de la Sierra (Madrid) se rehabilitará la casa de Julia, trabajadora social muy querida en el pueblo, que tras volver a la localidad para cuidar de su padre durante la pandemia, decidió quedarse; en Costa Quebrada (Cantabria) el club femenino de fútbol de Suances contará por fin con unos vestuarios dignos gracias a una construcción colectiva; en el Concejo de Llanera (Asturias) el programa colaborará con el proyecto de coliving Axuntase para crear un gran espacio común que refuerce el tejido social entre los nuevos y antiguos habitantes de la zona; y en O Grove (Pontevedra) se reacondicionará un centro social para mayores.
20MINUTOS.ES – Televisión