Carlos Alcaraz ya conoce su hoja de ruta: cruzar el charco a por el US Open y el N.º1 de Sinner

Se acabó el parón, fin del merecido descanso. Carlos Alcaraz ya ha recargado pilas después de un maratoniano viaje por la gira de tierra batida y la de hierba.Regresa la pista dura, arranca la segunda parte del curso y el murciano ya tiene dibujada su hoja de ruta y ha empezado el trabajo para cruzar el charco en busca del US Open y el N.º1 mundial.

Un total de 25 partidos seguidos disputó el tenista español en los 65 días comprendidos entre el 9 de mayo –su debut en el Masters 1.000 de Roma tras su no comparecencia en Madrid por lesión– y la gran final de Wimbledon peleada el 13 de julio. El método ya es conocido mundialmente, Carlos Alcaraz, a su manera, necesitaba recargar pilas antes de volver al ruedo.

Su ausencia en el Masters 1.000 de Toronto se daba por segura y tardó en confirmarse poco más tarde que las de Sinner y Djokovic, sus dos grandes rivales.

Fue el pasado 25 de julio, 12 días después de caer derrotado en la hierba de Wimbledon, cuando Carlitos volvió a empuñar la raqueta en las instalaciones de La Manga Club. El trabajo ha sido progresivo, de aclimatación a la pista rápida y a las bolas utilizadas en el Grand Slam estadounidense, el último del curso.

Ese, el que conquistó en el año 2021 para colocar en su vitrina su primer ‘grande’ y convertirse en el N.º1 más joven de la historia, será el gran reto de las próximas semanas, pero antes peleará en Cincinnati por el Masters 1.000 que se le escapó en la final de 2023 ante Djokovic y que vio su sorprendente derrota ante Monfils en primera ronda el curso pasado.

Será su única y última posibilidad de aclimatación antes de aterrizar en Flushing Meadows para equilibrar la cuenta con Sinner. El italiano ganó en Australia y en Wimbledon, Alcaraz en Roland Garros… la cuenta de este curso va 2-1 en favor del transalpino y Carlitos tiene una última oportunidad de dejar el marcador en tablas como ya pasó el pasado 2024.

En cualquier caso, el reto todavía va más allá para el español, pues tiene la oportunidad de arrebatarle el N.º1 a Jannik Sinner. Ahora el italiano tiene en su casillero 12.030 puntos mientras Carlos le sigue con 8600, una diferencia de 3430 puntos que empezará a recortar desde el próximo lunes. El italiano perderá los 200 puntos que defendía en Toronto al no participar y Alcaraz, que tampoco lo jugó el año pasado, permanecerá con las mismas unidades en su contador.

En Cincinnati sucede algo parecido, Sinner, ganador el pasado año, solo puede defender los 1.000 puntos mientras que el de El Palmar solo defiende 10… prácticamente nada, todo lo que gane será sumar. Y más complicada tiene la papeleta el transalpino después, en el US Open, donde defiende los 2000 puntos del año pasado frente a un Carlos Alcaraz que solo es responsable de los 50 que ganó al pasar la primera ronda de la pasada edición antes de caer en segunda ronda.

El guion es claro, la hoja de ruta está marcada y las condiciones físicas de Carlos para seguirla a la perfección parecen las mejores tras el merecido descanso. Arranca el tramo más duro para el pupilo de Ferrero, el primer gran reto antes de la gira asiática, la Davis y la Copa de Maestros.

 El español regresó el pasado viernes a los entrenamientos en La Manga Club para preparar la vuelta a la pista dura estadounidense: Cincinnati y el US Open le esperan.  

Se acabó el parón, fin del merecido descanso. Carlos Alcaraz ya ha recargado pilas después de un maratoniano viaje por la gira de tierra batida y la de hierba.Regresa la pista dura, arranca la segunda parte del curso y el murciano ya tiene dibujada su hoja de ruta y ha empezado el trabajo para cruzar el charco en busca del US Open y el N.º1 mundial. 

Un total de 25 partidos seguidos disputó el tenista español en los 65 días comprendidos entre el 9 de mayo –su debut en el Masters 1.000 de Roma tras su no comparecencia en Madrid por lesión– y la gran final de Wimbledon peleada el 13 de julio. El método ya es conocido mundialmente, Carlos Alcaraz, a su manera, necesitaba recargar pilas antes de volver al ruedo. 

Su ausencia en el Masters 1.000 de Toronto se daba por segura y tardó en confirmarse poco más tarde que las de Sinner y Djokovic, sus dos grandes rivales. 

Fue el pasado 25 de julio, 12 días después de caer derrotado en la hierba de Wimbledon, cuando Carlitos volvió a empuñar la raqueta en las instalaciones de La Manga Club. El trabajo ha sido progresivo, de aclimatación a la pista rápida y a las bolas utilizadas en el Grand Slam estadounidense, el último del curso. 

Ese, el que conquistó en el año 2021 para colocar en su vitrina su primer ‘grande’ y convertirse en el N.º1 más joven de la historia, será el gran reto de las próximas semanas, pero antes peleará en Cincinnati por el Masters 1.000 que se le escapó en la final de 2023 ante Djokovic y que vio su sorprendente derrota ante Monfils en primera ronda el curso pasado. 

  • Tras disfrutar de unos días de descanso en Cádiz y Sevilla, Alcaraz se trasladó a La Manga Club, en vez de a la Ferrero Tennis Academy, para preparar su regreso al ruedo en un escenario donde también puede disfrutar de momentos de reposo junto al mar.

Será su única y última posibilidad de aclimatación antes de aterrizar en Flushing Meadows para equilibrar la cuenta con Sinner. El italiano ganó en Australia y en Wimbledon, Alcaraz en Roland Garros… la cuenta de este curso va 2-1 en favor del transalpino y Carlitos tiene una última oportunidad de dejar el marcador en tablas como ya pasó el pasado 2024. 

En cualquier caso, el reto todavía va más allá para el español, pues tiene la oportunidad de arrebatarle el N.º1 a Jannik Sinner. Ahora el italiano tiene en su casillero 12.030 puntos mientras Carlos le sigue con 8600, una diferencia de 3430 puntos que empezará a recortar desde el próximo lunes. El italiano perderá los 200 puntos que defendía en Toronto al no participar y Alcaraz, que tampoco lo jugó el año pasado, permanecerá con las mismas unidades en su contador. 

En Cincinnati sucede algo parecido, Sinner, ganador el pasado año, solo puede defender los 1.000 puntos mientras que el de El Palmar solo defiende 10… prácticamente nada, todo lo que gane será sumar. Y más complicada tiene la papeleta el transalpino después, en el US Open, donde defiende los 2000 puntos del año pasado frente a un Carlos Alcaraz que solo es responsable de los 50 que ganó al pasar la primera ronda de la pasada edición antes de caer en segunda ronda. 

El guion es claro, la hoja de ruta está marcada y las condiciones físicas de Carlos para seguirla a la perfección parecen las mejores tras el merecido descanso. Arranca el tramo más duro para el pupilo de Ferrero, el primer gran reto antes de la gira asiática, la Davis y la Copa de Maestros.

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