Cobrar no basta: ¿cómo gestionar tu salario y dejar de sobrevivir al final de mes?

Los expertos recomiendan empezar por reconocer los gastos fijos y variables para definir la capacidad de ahorro y optar por una estrategia de inversión Leer Los expertos recomiendan empezar por reconocer los gastos fijos y variables para definir la capacidad de ahorro y optar por una estrategia de inversión Leer  

Casi todos los trabajadores saben lo que cobran, pero pocos saben gestionarlos bien. Especialmente cuando se trata de ese primer salario para los que apenas están iniciando su vida laboral. Desde ovillos de lana y zapatos hasta viajes y pagos de la universidad, todo depende de la situación, pero también hay que hacerlo pensando en el futuro.

El salario bruto es lo que figura en el contrato, pero una parte importante se va a la Seguridad Social y a Hacienda. Lo que realmente llega a la cuenta es el salario neto. Saber esto, es el primer paso para aaprender a gestionar el salario. Así, no se trata solo de trabajar y cobrar, sino de saber cuánto queda realmente y qué hacer con ese dinero.

España es un país donde las conversaciones de dinero no se ponen sobre la mesa, sobre todo cuando hay jóvenes, pero gestionar mal el salario tiene consecuencias concretas, como la incapacidad de ahorro, el estrés financiero, la dependencia del ingreso mensual y, en muchos casos, trae decisiones precipitadas que hipotecan el futuro. El salario se va, principalmente, en gastos fijos —alquiler, comida, transporte, móvil— y también en variables que no siempre se controlan, como el ocio, las compras impulsivas las vacaciones y los caprichos. Y el pensar en el ahorro llega cuando queda algo. Pero casi nunca se planifica.

Pero, lo primero que hay que hacer es reconocer los fijos y los variables y apuntarlos. «Saber qué entra y qué sale cada mes. Porque si no tienes esa capacidad de ahorro, y llegas justo a final de mes, es que esa partida no la estás gestionando bien», advierte Alfonso Moreno, asesor financiero. La recomendación habitual es ahorrar un tercio del salario, aunque «todo depende de la situación personal». Por ejemplo, quienes viven aún con sus padres tiene un margen mucho mayor que alguien que paga alquiler en una gran ciudad, como Madrid. Pero todos, en mayor o menor medida, pueden empezar.

Lo cierto es que para muchos, el salario no da. No porque gasten sin control, sino porque los costes básicos se han disparado mientras los sueldos se han mantenido con un lento progreso. «Probablemente no puedas gastar menos porque tus fijos te están asfixiando«, reconoce Moreno. Por ejemplo, los precios de la vivenda crecen más rápido que los salarios. De ahí que cada vez más trabajadores busquen una segunda fuente de ingresos. Según la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre de 2024, 582.400 trabajadores declararon tener al menos un trabajo secundario.

En paralelo, la inflación es un valor que podría complicar las cuentas. «Los precios suben y hay muchos que están ahogados», asegura el asesor. Por eso, el ahorro no puede depender del «ya veré si sobra». Hay que integrarlo en la planificación y tratar de rentabilizarlo. Y no hacen falta grandes cantidades. Con 50 euros al mes se puede comenzar a ahorrar o invertir. «Si invierto esa cantidad de forma periódica, capitalizo el interés compuesto, la rentabilidad va a crecer exponencialmente».

En términos de ahorro, para compras a corto plazo —como un coche o la entrada a una vivienda—, lo ideal sigue siendo una cuenta corriente o una cuenta remunerada. Pero para metas a medio o largo plazo, hay que dar el salto a otros productos. Y sobre todo, evitar errores comunes, como dejarse llevar por las modas, seguir a influencers sin formación o confiar únicamente en lo que ofrece el banco de toda la vida.

Con los gastos fijos, variables y la capacidad de ahorro apuntados, el siguiente paso es construir un fondo de emergencia. Ese colchón que permite hacer frente a imprevistos —una avería, una mudanza, un despido— sin tener que endeudarse. Ahorrar, insiste Moreno, no significa dejar de vivir, sino vivir con margen.»Si tienes hijos, los gastos van a subir. Entonces, tendrás que tener una provisión para cubrir ese objetivo que está muy marcado».

Aprender a gestionar el salario es un ejercicio que ya no se puede improvisar. Por esto, en este ejercicio hay que priorizar tres pasos: estar consciente de los ingresos, establecer las categorias de gastos y establecer la capacidad de ahorro. A partir de aquí, se puede evaluar la situación de cada trabajador. El experto advierte la importancia de «ser sinceros y valientes. Si con lo que tenéis no os da, hay que hacer cambios, aumentar ingresos o ajustarse el cinturón y reducir gastos».

La capacidad de ahorro permite crear una estrategia financiera en caso de que se quiere ganar más beneficios y hacer crecer esta cantidad. Aunque un fondo de inversión pueda parecer algo arriesgado al principio, se puede iniciar con 50 euros al mes. Lo que sí precisa Moreno es diversificar. En lugar de comprar 50 euros de una empresa como Nvidia todos los días, es mejor «hacer un portafolio de siete a ocho fondos de inversión donde todos los meses se pueda comprar», incluso en distintos países y en todo tipo de empresas.

La digitalización de todos los procesos hace más fácil el entrar en el mundo de las inversiones. Pero, por la popularidad del sector, la recomendación es hacerlo a través de un profesional para crear una estrategia según el perfil que tiene el cliente y los objetivos. Y deja una advertencia. No caer en las modas de influencers o personas en redes sociales que no tienen una preparación en el tema.

Al final, las decisiones deben estar pensadas a largo plazo también. Organizar bien las finanzas no se queda en una cuestión solo de números. Es también una forma de ganar libertad. «Tener una buena planificación financiera te da mucha más calidad de vida», concluye el asesor.

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