El cáncer olvidado que aumenta entre los jóvenes y desconcierta a los expertos

Ubicado en el intestino, el apéndice es una bolsa con forma de dedo que sobresale y que en ocasiones puede infectarse, provocando una apendicitis, que a menudo requiere de cirugía de emergencia. Sin embargo, en el apéndice también se puede desarrollar cáncer, una enfermedad que en las últimas décadas se ha comenzado a diagnosticar con mayor frecuencia entre personas de menos de 40 años.

Este cambio de tendencia ha desconcertado a muchos expertos, que tratan de buscar respuesta, según apunta Justin Stebbing, profesor de ciencias biomédicas en la Universidad Anglia Ruskin (Reino Unido). Tal y como indica en un artículo publicado en The Conversation, un nuevo estudio ha demostrado que el número de casos de cáncer de apéndice ha aumentado drásticamente entre las personas nacidas después de la década de 1970. «La incidencia se ha triplicado o incluso cuadriplicado en las generaciones más jóvenes en comparación con los nacidos en la década de 1940″, sostiene.

Se trata de un cáncer poco común cuyo rápido aumento «es sorprendente», según Stebbing. «Aproximadamente uno de cada tres casos se presenta ahora en adultos menores de 50 años, una proporción mucho mayor que la observada en otros tipos de cáncer gastrointestinal», añade.

Aunque la evidencia científica sobre las causas del aumento de este cáncer está todavía en sus primeras etapas, los investigadores sospechan que el cambio en el estilo de vida durante las últimas décadas podría estar relacionado. «Las dietas han virado hacia un mayor consumo de alimentos procesados, bebidas azucaradas y carnes rojas o procesadas, todos ellos relacionados con un mayor riesgo de cáncer en otras partes del intestino», asegura este experto.

A ello hay que sumar el descenso en la actividad física y nuevos factores ambientales, como la «industrialización de la producción de alimentos, el uso generalizado de plásticos y productos químicos», ha enumerado.

Difícil de detectar

Sin embargo, lo que convierte al cáncer de apéndice en peligroso es la dificultad que existe para detectarlo: «A diferencia del cáncer de colon, que a veces se puede detectar de forma temprana mediante colonoscopias de cribado, el cáncer de apéndice suele pasar desapercibido«, apunta Stebbing.

Según describe, «los síntomas, si es que aparecen, son vagos y fáciles de ignorar. Las personas pueden experimentar dolor abdominal leve, distensión abdominal o cambios en los hábitos intestinales, que son molestias comunes en muchas afecciones benignas».

Por este motivo, prosigue, «la mayoría de los casos solo se detectan después de una cirugía por sospecha de apendicitis, cuando a menudo es demasiado tarde para una intervención temprana».

A esto se añade que tampoco existe una prueba de cribado rutinaria para el cáncer de apéndice. «La enfermedad es simplemente demasiado rara como para justificar un cribado generalizado, y el apéndice puede ser difícil de visualizar con imágenes estándar o endoscopia», indica Stebbing.

Por ello, advierte de que «si alguien experimenta síntomas abdominales persistentes o inusuales, especialmente si es menor de 50 años, es importante no ignorarlos. La investigación temprana y el tratamiento oportuno pueden marcar una diferencia significativa en los resultados».

 En las últimas décadas se ha comenzado a diagnosticar con mayor frecuencia entre menores de 40 años.  

Ubicado en el intestino, el apéndice es una bolsa con forma de dedo que sobresale y que en ocasiones puede infectarse, provocando una apendicitis, que a menudo requiere de cirugía de emergencia. Sin embargo, en el apéndice también se puede desarrollar cáncer, una enfermedad que en las últimas décadas se ha comenzado a diagnosticar con mayor frecuencia entre personas de menos de 40 años.

Este cambio de tendencia ha desconcertado a muchos expertos, que tratan de buscar respuesta, según apunta Justin Stebbing, profesor de ciencias biomédicas en la Universidad Anglia Ruskin (Reino Unido). Tal y como indica en un artículo publicado en The Conversation, un nuevo estudio ha demostrado que el número de casos de cáncer de apéndice ha aumentado drásticamente entre las personas nacidas después de la década de 1970. «La incidencia se ha triplicado o incluso cuadriplicado en las generaciones más jóvenes en comparación con los nacidos en la década de 1940″, sostiene.

Se trata de un cáncer poco común cuyo rápido aumento «es sorprendente», según Stebbing. «Aproximadamente uno de cada tres casos se presenta ahora en adultos menores de 50 años, una proporción mucho mayor que la observada en otros tipos de cáncer gastrointestinal», añade.

Aunque la evidencia científica sobre las causas del aumento de este cáncer está todavía en sus primeras etapas, los investigadores sospechan que el cambio en el estilo de vida durante las últimas décadas podría estar relacionado. «Las dietas han virado hacia un mayor consumo de alimentos procesados, bebidas azucaradas y carnes rojas o procesadas, todos ellos relacionados con un mayor riesgo de cáncer en otras partes del intestino», asegura este experto.

A ello hay que sumar el descenso en la actividad física y nuevos factores ambientales, como la «industrialización de la producción de alimentos, el uso generalizado de plásticos y productos químicos», ha enumerado.

Sin embargo, lo que convierte al cáncer de apéndice en peligroso es la dificultad que existe para detectarlo: «A diferencia del cáncer de colon, que a veces se puede detectar de forma temprana mediante colonoscopias de cribado, el cáncer de apéndice suele pasar desapercibido«, apunta Stebbing.

Según describe, «los síntomas, si es que aparecen, son vagos y fáciles de ignorar. Las personas pueden experimentar dolor abdominal leve, distensión abdominal o cambios en los hábitos intestinales, que son molestias comunes en muchas afecciones benignas».

Por este motivo, prosigue, «la mayoría de los casos solo se detectan después de una cirugía por sospecha de apendicitis, cuando a menudo es demasiado tarde para una intervención temprana».

A esto se añade que tampoco existe una prueba de cribado rutinaria para el cáncer de apéndice. «La enfermedad es simplemente demasiado rara como para justificar un cribado generalizado, y el apéndice puede ser difícil de visualizar con imágenes estándar o endoscopia», indica Stebbing.

Por ello, advierte de que «si alguien experimenta síntomas abdominales persistentes o inusuales, especialmente si es menor de 50 años, es importante no ignorarlos. La investigación temprana y el tratamiento oportuno pueden marcar una diferencia significativa en los resultados».

 20MINUTOS.ES – Salud 

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