Que levante la mano quien nunca haya sentido esos pequeños pinchazos, puntuales y esporádicos, en la zona del corazón. Cuando suceden, sentir cierta preocupación es normal puesto que desconocemos qué los origina y por qué. Para que no cunda el pánico, el cardiólogo Aurelio Rojas, muy conocido por su labor divulgativa en España, publica en sus redes sociales una serie de consejos.
La idea del especialista es que, cuando sintamos una de estas sensaciones punzantes, sepamos distinguir si se trata de algo sin trascendencia clínica o, por el contrario, conviene que consultemos con un médico por si pudiera esconder una causa grave. Spoiler: la clave está en la intensidad y en la duración de esos pinchazos.
Los pinchazos aislados y breves no tienen que ver con un infarto
A muchas personas les ha sucedido que, por estrés, ansiedad, esfuerzo físico o mil razones posibles, en algún momento puntual un pequeño pinchazo cerca del corazón les ha alertado. Se trata de un fenómeno más habitual de lo que podríamos imaginar, y en la mayoría de los casos no es grave.
De hecho, este tipo de sensaciones punzantes tienen unas características propias, diferentes a las que presenta una angina de pecho o un infarto de miocardio. Para empezar a arrojar algo de luz sobre esta creencia popular, Rojas advierte de que el denominado ‘dolor de corazón’ no tiene que ver con un pinchazo. Además la intensidad de ambos es opuesta, y los pinchazos desaparecen rápidamente.
Cómo distinguir un pinchazo leve de los síntomas de un evento cardiaco
El llamado ‘dolor de corazón’, que es el que precede a un infarto, se manifiesta, según el cardiólogo, «con una presión muy fuerte localizada en el centro del pecho, que suele agravarse al realizar un esfuerzo físico, y que desaparece al detenernos».
Si estamos en la antesala de un infarto, «esa presión va a ser muy, muy fuerte, y el dolor puede desplazarse a brazos, cuello y espalda». Si esto sucediera, el especialista asegura que «nos encontraríamos realmente muy mal. Si esta es la sensación, es fundamental hidratarse, mantener la calma y llamar al médico inmediatamente».
Sin embargo, los pinchazos a los que hacemos referencia en este artículo, aparecen de manera puntual, duran unos pocos segundos y nada tienen que ver con el esfuerzo físico. «El pinchazo es algo que todos vamos a tener en algún momento de nuestra vida, es muy normal», comenta Rojas.
¿Cuál es la razón de esos pinchazos esporádicos en el corazón?
El cardiólogo explica en su vídeo de Instagram que «lo más habitual es que esas sensaciones punzantes leves provengan de todos los tejidos que rodean el corazón, como por ejemplo las costillas, los ligamentos o los músculos que a veces ‘se quejan'».
Los pinchazos leves y puntuales en la zona del corazón suelen ser consecuencia del estrés, puesto que el organismo manifiesta así la tensión acumulada, en forma de dolor agudo. También una actividad física repentina e intensa puede acelerar el ritmo cardiaco que provoque esos pinchazos que desaparecen al parar.
Tips concretos para saber si debemos llamar a urgencias o no
En el caso de que la sensación punzante se manifieste como un pinchazo corto, que cambia con la posición, o la respiración, podemos estar ante una molestia osteomuscular leve, de unos segundos. Si, por el contrario, la molestia se prolonga varios minutos, tiene lugar con el ejercicio físico y nos provoca mareo o náuseas, debemos buscar ayuda inmediata.
Rojas lo resume de la siguiente forma: «el dolor cardiaco que debe preocuparnos se presenta con sensación de presión en el pecho, como si nos lo aplastaran. El dolor puede irradiarse al brazo izquierdo, mandíbula o espalda. Además, sucede a partir de un esfuerzo físico y dura varios minutos, además de acompañarse de dificultad respiratoria y sudoración excesiva».
El dolor ‘no cardiaco’, «es punzante o agudo, y cambia con el movimiento o la respiración. Está relacionado con la musculatura, el estrés y los problemas digestivos. Estas molestias leves son más cortas en el tiempo y están muy localizadas en un punto cerca del pecho. Además de que mejora con el descanso o el cambio de posición, este tipo de molestia no se va a irradiar a otras partes del cuerpo», concluye Aurelio Rojas.
Sentir molestias puntuales en el pecho no tiene que significar un problema cardiaco. La clave está en la intensidad y su duración.
Que levante la mano quien nunca haya sentido esos pequeños pinchazos, puntuales y esporádicos, en la zona del corazón. Cuando suceden, sentir cierta preocupación es normal puesto que desconocemos qué los origina y por qué. Para que no cunda el pánico, el cardiólogo Aurelio Rojas, muy conocido por su labor divulgativa en España, publica en sus redes sociales una serie de consejos.
La idea del especialista es que, cuando sintamos una de estas sensaciones punzantes, sepamos distinguir si se trata de algo sin trascendencia clínica o, por el contrario, conviene que consultemos con un médico por si pudiera esconder una causa grave. Spoiler: la clave está en la intensidad y en la duración de esos pinchazos.
Los pinchazos aislados y breves no tienen que ver con un infarto
A muchas personas les ha sucedido que, por estrés, ansiedad, esfuerzo físico o mil razones posibles, en algún momento puntual un pequeño pinchazo cerca del corazón les ha alertado. Se trata de un fenómeno más habitual de lo que podríamos imaginar, y en la mayoría de los casos no es grave.
De hecho, este tipo de sensaciones punzantes tienen unas características propias, diferentes a las que presenta una angina de pecho o un infarto de miocardio. Para empezar a arrojar algo de luz sobre esta creencia popular, Rojas advierte de que el denominado ‘dolor de corazón’ no tiene que ver con un pinchazo. Además la intensidad de ambos es opuesta, y los pinchazos desaparecen rápidamente.
Cómo distinguir un pinchazo leve de los síntomas de un evento cardiaco
El llamado ‘dolor de corazón’, que es el que precede a un infarto, se manifiesta, según el cardiólogo, «con una presión muy fuerte localizada en el centro del pecho, que suele agravarse al realizar un esfuerzo físico, y que desaparece al detenernos».
Si estamos en la antesala de un infarto, «esa presión va a ser muy, muy fuerte, y el dolor puede desplazarse a brazos, cuello y espalda». Si esto sucediera, el especialista asegura que «nos encontraríamos realmente muy mal. Si esta es la sensación, es fundamental hidratarse, mantener la calma y llamar al médico inmediatamente».
Sin embargo, los pinchazos a los que hacemos referencia en este artículo, aparecen de manera puntual, duran unos pocos segundos y nada tienen que ver con el esfuerzo físico. «El pinchazo es algo que todos vamos a tener en algún momento de nuestra vida, es muy normal», comenta Rojas.
¿Cuál es la razón de esos pinchazos esporádicos en el corazón?
El cardiólogo explica en su vídeo de Instagram que «lo más habitual es que esas sensaciones punzantes leves provengan de todos los tejidos que rodean el corazón, como por ejemplo las costillas, los ligamentos o los músculos que a veces ‘se quejan'».
Los pinchazos leves y puntuales en la zona del corazón suelen ser consecuencia del estrés, puesto que el organismo manifiesta así la tensión acumulada, en forma de dolor agudo. También una actividad física repentina e intensa puede acelerar el ritmo cardiaco que provoque esos pinchazos que desaparecen al parar.
Tips concretos para saber si debemos llamar a urgencias o no
En el caso de que la sensación punzante se manifieste como un pinchazo corto, que cambia con la posición, o la respiración, podemos estar ante una molestia osteomuscular leve, de unos segundos. Si, por el contrario, la molestia se prolonga varios minutos, tiene lugar con el ejercicio físico y nos provoca mareo o náuseas, debemos buscar ayuda inmediata.
Rojas lo resume de la siguiente forma: «el dolor cardiaco que debe preocuparnos se presenta con sensación de presión en el pecho, como si nos lo aplastaran. El dolor puede irradiarse al brazo izquierdo, mandíbula o espalda. Además, sucede a partir de un esfuerzo físico y dura varios minutos, además de acompañarse de dificultad respiratoria y sudoración excesiva».
El dolor ‘no cardiaco’, «es punzante o agudo, y cambia con el movimiento o la respiración. Está relacionado con la musculatura, el estrés y los problemas digestivos. Estas molestias leves son más cortas en el tiempo y están muy localizadas en un punto cerca del pecho. Además de que mejora con el descanso o el cambio de posición, este tipo de molestia no se va a irradiar a otras partes del cuerpo», concluye Aurelio Rojas.
20MINUTOS.ES – Salud
