«La moción de censura llegará si dan los votos». Alberto Núñez Feijóo reconocía este miércoles ante el presidente del Gobierno que, como en su sesión de investidura fallida de 2023, está a cuatro votos para armar una mayoría parlamentaria. El líder del PP insiste en que no renuncia a liderar una candidatura a la Presidencia que pueda expulsar a Pedro Sánchez a raíz de los supuestos casos de corrupción que acechan a su Gobierno y a su entorno personal. No obstante, Feijóo esperará a que sean los socios los que muevan ficha ante lo que cree que aún queda por salir sobre corrupción en el PSOE o en el Gobierno.
Tras el reciente procesamiento del fiscal general del Estado por un supuesto delito de revelación de secretos contra la pareja de la presidenta madrileña y el reciente informe de la UCO por el que ha dimitido el número tres de Sánchez en el PSOE, Santos Cerdán, Feijóo se dirigió en el pleno del Congreso expresamente a PNV, ERC, Junts y BNG para pedirles sus votos para una moción de censura. «Me faltan cuatro votos. Si aparecen, no lo dudaré ni un instante. Y quién sabe si aparecerán, porque Ábalos fue el principio, pero Cerdán no será el final».
Fuentes populares explican que su estrategia pasa por no dejar que el tiempo ponga las cosas en su sitio. Lejos de iniciar una ronda de contactos con estos socios a los que apelaba Feijóo en busca de su apoyo, dejarán que sean estos los que se vayan dando cuenta de que la situación de Sánchez es irremediable. «No queremos distraerles, queremos que usen sus teléfonos para leer la prensa con atención«, ironizan.
Así, el PP aún guarda la esperanza en que a lo largo de las semanas se produzca un cambio de posición de los mismos grupos parlamentarios que apoyaron la moción de censura contra Mariano Rajoy en 2018 en señal de protesta por la sentencia de la trama corrupta Gürtel. Y es que las filas populares identificaron en la sesión más bronca y tensa del Congreso de este miércoles un giro de guion de estos líderes de los aliados parlamentarios del Gobierno, que hace una semana reaccionaron más tímidamente al informe de la UCO, la unidad de la Guardia Civil que investiga casos de corrupción.
Sobre todo de PNV, de quien tomaron nota de su complicidad con Sánchez el mismo día en que dimitió Cerdán con motivo del informe, ya que los nacionalistas se limitaron a recordar que un documento así no es una sentencia firme. Los de Feijóo acusaron al PNV de ser el más fiel a Sánchez: «El partido que en su día planteaba la independencia del País Vasco ahora no puede independizarse ni de Sánchez». No obstante, una semana después, la portavoz parlamentaria tilda la situación de «grave» y exige ahora «ejemplaridad y transparencia».
También el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, elevó el tono contra el presidente. «No sé lo que va a pasar (…) pero cuando entren los corruptos premium nos vamos al carajo todos». Todos estos socios aseguraron ver «tocado» al presidente durante la ronda de contactos que ha iniciado el socialista esta semana en Moncloa con sus socios para darles explicaciones sobre la supuesta trama de corrupción de su Gobierno y a la que BNG y Podemos decidieron no asistir. «La legislatura está muerta y ha llegado a su fin», declaró Ione Belarra.
Con todo, los populares mantienen su mano tendida a los grupos que quieran sumarse a la moción de censura. Pero Feijóo ya advirtió, ante las presiones de PSOE y de Vox, de que solo la presentará si tiene garantizados los apoyos. Porque tal y como explicó el portavoz nacional, «hoy una moción es un balón de oxígeno al sanchismo, igual que fue la que presentó Vox», apuntó en relación a la que lideró, y perdió, Ramón Tamames a propuesta de Santiago Abascal en 2023.
«La moción de censura llegará si dan los votos». Alberto Núñez Feijóo no renuncia a presentar la moción
«La moción de censura llegará si dan los votos». Alberto Núñez Feijóo reconocía este miércoles ante el presidente del Gobierno que, como en su sesión de investidura fallida de 2023, está a cuatro votos para armar una mayoría parlamentaria. El líder del PP insiste en que no renuncia a liderar una candidatura a la Presidencia que pueda expulsar a Pedro Sánchez a raíz de los supuestos casos de corrupción que acechan a su Gobierno y a su entorno personal. No obstante, Feijóo esperará a que sean los socios los que muevan ficha ante lo que cree que aún queda por salir sobre corrupción en el PSOE o en el Gobierno.
Tras el reciente procesamiento del fiscal general del Estado por un supuesto delito de revelación de secretos contra la pareja de la presidenta madrileña y el reciente informe de la UCO por el que ha dimitido el número tres de Sánchez en el PSOE, Santos Cerdán, Feijóo se dirigió en el pleno del Congreso expresamente a PNV, ERC, Junts y BNG para pedirles sus votos para una moción de censura. «Me faltan cuatro votos. Si aparecen, no lo dudaré ni un instante. Y quién sabe si aparecerán, porque Ábalos fue el principio, pero Cerdán no será el final».
Fuentes populares explican que su estrategia pasa por no dejar que el tiempo ponga las cosas en su sitio. Lejos de iniciar una ronda de contactos con estos socios a los que apelaba Feijóo en busca de su apoyo, dejarán que sean estos los que se vayan dando cuenta de que la situación de Sánchez es irremediable. «No queremos distraerles, queremos que usen sus teléfonos para leer la prensa con atención«, ironizan.
Así, el PP aún guarda la esperanza en que a lo largo de las semanas se produzca un cambio de posición de los mismos grupos parlamentarios que apoyaron la moción de censura contra Mariano Rajoy en 2018 en señal de protesta por la sentencia de la trama corrupta Gürtel. Y es que las filas populares identificaron en la sesión más bronca y tensa del Congreso de este miércoles un giro de guion de estos líderes de los aliados parlamentarios del Gobierno,que hace una semana reaccionaron más tímidamente al informe de la UCO, la unidad de la Guardia Civil que investiga casos de corrupción.
Sobre todo de PNV, de quien tomaron nota de su complicidad con Sánchez el mismo día en que dimitió Cerdán con motivo del informe, ya que los nacionalistas se limitaron a recordar que un documento así no es una sentencia firme. Los de Feijóo acusaron al PNV de ser el más fiel a Sánchez: «El partido que en su día planteaba la independencia del País Vasco ahora no puede independizarse ni de Sánchez». No obstante, una semana después, la portavoz parlamentaria tilda la situación de «grave» y exige ahora «ejemplaridad y transparencia».
También el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, elevó el tono contra el presidente. «No sé lo que va a pasar (…) pero cuando entren los corruptos premium nos vamos al carajo todos». Todos estos socios aseguraron ver «tocado» al presidente durante la ronda de contactos que ha iniciado el socialista esta semana en Moncloa con sus socios para darles explicaciones sobre la supuesta trama de corrupción de su Gobierno y a la que BNG y Podemos decidieron no asistir. «La legislatura está muerta y ha llegado a su fin», declaró Ione Belarra.
Con todo, los populares mantienen su mano tendida a los grupos que quieran sumarse a la moción de censura. Pero Feijóo ya advirtió, ante las presiones de PSOE y de Vox, de que solo la presentará si tiene garantizados los apoyos.Porque tal y como explicó el portavoz nacional, «hoy una moción es un balón de oxígeno al sanchismo, igual que fue la que presentó Vox», apuntó en relación a la que lideró, y perdió, Ramón Tamames a propuesta de Santiago Abascal en 2023.
20MINUTOS.ES – Nacional