El PP ultima su estrategia y tiene preparado un interrogatorio para tratar de poner contra las cuerdas a Pedro Sánchez en la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado. Los de Alberto Núñez Feijóo quieren exprimir al máximo la comparecencia del presidente del Gobierno de este jueves, para que dé explicaciones sobre todos los casos de corrupción que rodean a su partido y su entorno y no eche «balones fuera». Así, fuentes populares auguran que Sánchez pasará «un mal trago» en la Cámara Alta, ya que han explicado que «cuando se le pregunta por personas que están ligadas a él, lo pasa mal».
Sánchez acude a una comisión de investigación que lleva trabajando más de un año y medio, un tiempo en el que ha acumulado ya casi 90 comparecencias entre las que se encuentran la del ministro Ángel Víctor Torres (citado hasta en tres ocasiones), la de la vicepresidenta primera, María Jesús Montero; o la del exministro José Luis Ábalos. No obstante, desde el PP consideran un «hito importante» que el presidente del Gobierno acuda al Senado, dado que son «muchas las preguntas que hay que hacerle», y «muchas las respuestas que debe dar a los españoles».
Las fuentes del PP señalan que haga lo que haga Sánchez «va a dar que hablar y va a tener sus consecuencias políticas». Desde el Partido Popular advierten de que está obligado a decir la verdad para que no se le pueda investigar por falso testimonio, «algo que ya le está ocurriendo al exsecretario de Organización del PSOE Santos Cerdán«. También avisan de que si Sánchez se acoge a su derecho a no declarar, será «un convidado de piedra, lo cual sería sugerente»; mientras que si opta por decir la verdad, le puede «granjear muchos problemas».
En la comparecencia, las fuentes del PP consultadas aseguran que intentarán arrinconar a Sánchez por varios frentes. Así, apuntan que se abordarán «diferentes asuntos y se intentará abarcar lo máximo posible», mientras que otra señala que «no hay una sola derivada», debido a que el caso «se ha ido ampliando mucho y comprende muchas cosas». Un motivo por el que presumen de haber alargado la espera para llamar a la comisión al presidente del Gobierno, dado que si hubiera comparecido antes, «probablemente se hubieran quedado muchos casos sin explicar, como es el caso de la fontanera Leire Díez«.
En cuanto a la estrategia que van a seguir, las fuentes populares han explicado que se van combinar preguntas concretas, «con respuestas de sí o no para que no divague«, con otras que tienen la intención de que Sánchez «se explique», por lo que consideran que el líder socialista podrá «despejar un balón o dos, pero no va a poder estar despejando balones durante 50 minutos». «El papelón lo tiene Sánchez, no el PP», zanjan desde el PP.
«Hoy le hemos visto contrariado en el Congreso, como alguien en el día antes de un examen», avisan estas fuentes, algo que justifican por el hecho de que va a estar «aguantando un chaparrón de la oposición». En este sentido, en el PP tienen claro que el líder socialista lo va a tener «muy difícil para zafarse» de las preguntas del senador de los populares, dado que estas fuentes han adelantado que sólo será un parlamentario el que interrogue a Sánchez.
A pesar de que las fuentes populares no han querido desvelar el nombre del senador que se encargará de interrogar a Sánchez, han señalado que será alguien que ha estado en la comisión de investigación «desde el primer día, que lleva más de un año tratando el caso, y está perfectamente preparado». Con este perfil, un nombre que sale en todas las quinielas es el de Alejo Miranda de Larra, que es también el portavoz adjunto del Grupo Popular en el Senado, una persona muy respetada en el seno de la formación popular.
En todo caso, en el PP tienen claro que Sánchez «lo va a pasar regular», y que su comparecencia se trata de «una bala de plata que es una muy buena oportunidad para que responda todo lo que no ha respondido«. También han considerado que es una «herramienta política muy bien usada» que pretende mantener el foco político sobre «la corrupción que asola al Gobierno», con la intención de que «no se normalice».
Fuentes populares aseguran que «se intentará abarcar lo máximo posible» y que «no hay una sola derivada», dado que el caso Koldo «se ha ido ampliando mucho».
El PP ultima su estrategia y tiene preparado un interrogatorio para tratar de poner contra las cuerdas a Pedro Sánchez en la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado. Los de Alberto Núñez Feijóo quieren exprimir al máximo la comparecencia del presidente del Gobierno de este jueves, para que dé explicaciones sobre todos los casos de corrupción que rodean a su partido y su entorno y no eche «balones fuera». Así, fuentes populares auguran que Sánchez pasará «un mal trago» en la Cámara Alta, ya que han explicado que «cuando se le pregunta por personas que están ligadas a él, lo pasa mal».
Sánchez acude a una comisión de investigación que lleva trabajando más de un año y medio, un tiempo en el que ha acumulado ya casi 90 comparecencias entre las que se encuentran la del ministro Ángel Víctor Torres (citado hasta en tres ocasiones), la de la vicepresidenta primera, María Jesús Montero; o la del exministro José Luis Ábalos. No obstante, desde el PP consideran un «hito importante» que el presidente del Gobierno acuda al Senado, dado que son «muchas las preguntas que hay que hacerle», y «muchas las respuestas que debe dar a los españoles».
Las fuentes del PP señalan que haga lo que haga Sánchez «va a dar que hablar y va a tener sus consecuencias políticas». Desde el Partido Popular advierten de que está obligado a decir la verdad para que no se le pueda investigar por falso testimonio, «algo que ya le está ocurriendo al exsecretario de Organización del PSOE Santos Cerdán«. También avisan de que si Sánchez se acoge a su derecho a no declarar, será «un convidado de piedra, lo cual sería sugerente»; mientras que si opta por decir la verdad, le puede «granjear muchos problemas».
En la comparecencia, las fuentes del PP consultadas aseguran que intentarán arrinconar a Sánchez por varios frentes. Así, apuntan que se abordarán «diferentes asuntos y se intentará abarcar lo máximo posible», mientras que otra señala que «no hay una sola derivada», debido a que el caso «se ha ido ampliando mucho y comprende muchas cosas». Un motivo por el que presumen de haber alargado la espera para llamar a la comisión al presidente del Gobierno, dado que si hubiera comparecido antes, «probablemente se hubieran quedado muchos casos sin explicar, como es el caso de la fontanera Leire Díez«.
En cuanto a la estrategia que van a seguir, las fuentes populares han explicado que se van combinar preguntas concretas, «con respuestas de sí o no para que no divague«, con otras que tienen la intención de que Sánchez «se explique», por lo que consideran que el líder socialista podrá «despejar un balón o dos, pero no va a poder estar despejando balones durante 50 minutos». «El papelón lo tiene Sánchez, no el PP», zanjan desde el PP.
«Hoy le hemos visto contrariado en el Congreso, como alguien en el día antes de un examen», avisan estas fuentes, algo que justifican por el hecho de que va a estar «aguantando un chaparrón de la oposición». En este sentido, en el PP tienen claro que el líder socialista lo va a tener «muy difícil para zafarse» de las preguntas del senador de los populares, dado que estas fuentes han adelantado que sólo será un parlamentario el que interrogue a Sánchez.
A pesar de que las fuentes populares no han querido desvelar el nombre del senador que se encargará de interrogar a Sánchez, han señalado que será alguien que ha estado en la comisión de investigación «desde el primer día, que lleva más de un año tratando el caso, y está perfectamente preparado». Con este perfil, un nombre que sale en todas las quinielas es el de Alejo Miranda de Larra, que es también el portavoz adjunto del Grupo Popular en el Senado, una persona muy respetada en el seno de la formación popular.
En todo caso, en el PP tienen claro que Sánchez «lo va a pasar regular», y que su comparecencia se trata de «una bala de plata que es una muy buena oportunidad para que responda todo lo que no ha respondido«. También han considerado que es una «herramienta política muy bien usada» que pretende mantener el foco político sobre «la corrupción que asola al Gobierno», con la intención de que «no se normalice».
20MINUTOS.ES – Nacional
