El temor de Luis Zahera: "Me da miedo acabar como mi padre"

Luis Zahera se abrió en canal en la entrevista que le concedió a Risto Mejide en Viajando con Chester. El actor habló sobre su familia, concretamente sobre su padre y la complicada relación que tenía por la forma de ser de este.

«Cuando le dije que quería ser actor decía aquello de ‘ahí solo hay putas y maricones'», recordaba el invitado. «Me decía que mucho tenía que trabajar para no trabajar», añadió. «Era un hombre que no se sabía comunicar, no hablaba de sus padres, de cuando era pequeño», explicó.

De hecho, el actor no supo que su padre tenía dos hermanastras hasta que fue mayor. «No te daba un beso, ni un abrazo, pero era superagradable con la gente de fuera», se sorprendía. «Creo que se comunicaba con una especia de humor negro», pensó en alto.

«Cuando fue mayor se quiso ir a una residencia y se volvió como un bebé», reveló. «Era muy amigo de la soledad, y, a veces, pienso que voy a acabar como él», comentó. «Es un miedo que tengo, el acabar como él, con esa especie de soledad», confesó.

También habló sobre su madre, que era «todo lo contrario». «Ella era de esas mujeres de antes, que planchaba, cocinaba, nos vestía, ayudaba a hacer los deberes. Siempre estaba interesada en si te divertías, siempre lo preguntaba», recordaba con cariño.

 El actor comentó que su padre tenía dificultad para comunicarse: «No te daba un beso, ni un abrazo».  

Luis Zahera se abrió en canal en la entrevista que le concedió a Risto Mejide en Viajando con Chester. El actor habló sobre su familia, concretamente sobre su padre y la complicada relación que tenía por la forma de ser de este. 

«Cuando le dije que quería ser actor decía aquello de ‘ahí solo hay putas y maricones'», recordaba el invitado. «Me decía que mucho tenía que trabajar para no trabajar», añadió. «Era un hombre que no se sabía comunicar, no hablaba de sus padres, de cuando era pequeño», explicó.

De hecho, el actor no supo que su padre tenía dos hermanastras hasta que fue mayor. «No te daba un beso, ni un abrazo, pero era superagradable con la gente de fuera», se sorprendía. «Creo que se comunicaba con una especia de humor negro», pensó en alto.

«Cuando fue mayor se quiso ir a una residencia y se volvió como un bebé», reveló. «Era muy amigo de la soledad, y, a veces, pienso que voy a acabar como él», comentó. «Es un miedo que tengo, el acabar como él, con esa especie de soledad», confesó.

También habló sobre su madre, que era «todo lo contrario». «Ella era de esas mujeres de antes, que planchaba, cocinaba, nos vestía, ayudaba a hacer los deberes. Siempre estaba interesada en si te divertías, siempre lo preguntaba», recordaba con cariño.

 20MINUTOS.ES – Televisión

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