Con la llegada del calor veraniego, cada vez más personas buscan soluciones para dormir mejor durante las noches sofocantes. Si bien el uso del aire acondicionado o ventilador es una práctica común, existe un truco japonés que permite meterse en la cama fresquita sin necesidad de gastar más electricidad.
En TikTok se ha popularizado este método para el que solo se necesita una bolsa hermética y unos 30 minutos de congelación. El procedimiento es sencillo: basta con meter una funda de almohada, una sábana o incluso una camiseta ligera dentro de la bolsa y dejarla enfriar en el congelador antes de ir a dormir.
Al colocar después la ropa de cama fría sobre el cuerpo, se siente un alivio inmediato del calor, lo que ayuda a reducir la temperatura corporal y facilita conciliar el sueño. Además de la ropa de cama, también puede aplicarse a otros elementos como un antifaz o una toalla pequeña, ideal para colocar en la nuca o sobre el rostro.
Aunque el efecto del frío no dura toda la noche, puede ser suficiente para dormirse más rápido y con mayor sensación de confort. Además, es una alternativa sostenible frente al uso excesivo de climatización artificial, que puede resecar el ambiente o generar molestias respiratorias.
Esta técnica permite soportar mejor el calor durante las noches sofocantes.
Con la llegada del calor veraniego, cada vez más personas buscan soluciones para dormir mejor durante las noches sofocantes. Si bien el uso del aire acondicionado o ventilador es una práctica común, existe un truco japonés que permite meterse en la cama fresquita sin necesidad de gastar más electricidad.
En TikTok se ha popularizado este método para el que solo se necesita una bolsa hermética y unos 30 minutos de congelación. El procedimiento es sencillo: basta con meter una funda de almohada, una sábana o incluso una camiseta ligera dentro de la bolsa y dejarla enfriar en el congelador antes de ir a dormir.
Al colocar después la ropa de cama fría sobre el cuerpo, se siente un alivio inmediato del calor, lo que ayuda a reducir la temperatura corporal y facilita conciliar el sueño. Además de la ropa de cama, también puede aplicarse a otros elementos como un antifaz o una toalla pequeña, ideal para colocar en la nuca o sobre el rostro.
Aunque el efecto del frío no dura toda la noche, puede ser suficiente para dormirse más rápido y con mayor sensación de confort. Además, es una alternativa sostenible frente al uso excesivo de climatización artificial, que puede resecar el ambiente o generar molestias respiratorias.
20MINUTOS.ES – Salud