Elon Musk hace en dos ocasiones el saludo nazi ante los seguidores de Donald Trump

Para Musk, la teoría del ‘Gran Reemplazo’, que propugna la existencia de un plan a gran escala para reemplazar a la raza blanca por otras, es «la pura verdad» Leer Para Musk, la teoría del ‘Gran Reemplazo’, que propugna la existencia de un plan a gran escala para reemplazar a la raza blanca por otras, es «la pura verdad» Leer  

El hombre más rico del mundo, Elon Musk, ha realizado en dos ocasiones el tradicional saludo nazi, en el mitin que ha seguido a la ceremonia de inauguración de la presidencia de Donald Trump mientras decía a las aproximadamente 10.000 personas congregadas allí que «gracias a vosotros, el futuro de la civilización está asegurado. Gracias a vosotros. Vamos a tener ciudades seguras, por fin ciudades seguras, fronteras seguras, las cosas básicas».

En cada una de las dos ocasiones, se golpeó primero el pecho, a la altura del corazón, antes de levantar el brazo. La primera lo hizo frente al público; en la segunda, inmediatamente después, se dio la vuelta y dedicó al saludo al escenario, que tenía los símbolos de las barras y estrellas, lo que podría interpretarse como un saludo a la bandera. A continuación, Musk giró para estar de nuevo frente a la audiencia, volvió a golpearse el pecho y dijo: «Mi corazón está con vosotros».

La referencia al nazismo -o, si se prefiere, al fascismo- parece evidente. En EEUU es común golpearse el corazón como símbolo de amistad o de solidaridad, pero a continuación se puede mostrar el puño, o alzar los pulgares, o aplaudir o simplemente saludar. Lo de levantar el brazo con la palma hacia abajo tiene resonancias evidentes de Europa (y también algunos grupos de EEUU) en las décadas de los años treinta y cuarenta del pasado siglo.

Musk ha mostrado crecientes simpatías nazis en los últimos dos años. En noviembre de 2023, colgó un mensaje en su red social X (la antigua Twitter) afirmando que los judíos «han estado promoviendo exactamente el mismo tipo de dialéctica de odio contra los blancos que no quieren que la gente use con ellos», y acusando a esa comunidad de atraer a «hordas de minorías» raciales a Occidente. Los mensajes de Musk provocaron un boicot de anunciantes en Twitter que aún no ha cesado, a lo que el empresario respondió, en una conferencia organizada por el diario ‘New York Times’, que quienes hubieran retirado sus publicidad de la plataforma, es decir, la práctica totalidad de las grandes empresas estadounidenses, «Que se vayan a tomar por el culo. ¿Me oís? Iros a tomar por el culo».

Para Musk, la teoría del ‘Gran Reemplazo’, que propugna la existencia de un plan a gran escala para reemplazar a la raza blanca por otras, es «la pura verdad». Ésa es una tesis defendida por el líder de la ultraderecha francesa Éric Zemmour.

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La reacción a las afirmaciones de Musk le obligó a borrar esos mensajes, a disculparse y a realizar una visita de relaciones públicas al campo de exterminio nazi de Auschwitz, en Polonia, acompañado por el comentarista político ‘trumpista’ Ben Shapiro. Pero recientemente ha vuelto a flirtear con el nazismo. El 31 de enero adoptó temporalmente el nombre ‘Kekius Maximus’ en su cuenta de X, con un avatar consistente en una rana con lo que parecía una armadura. ‘Kekius’ parece ser una referencia a ‘Kek’, un símbolo neonazi que también tiene la cara de una rana.

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