Seguro que alguna vez has intentado doblar una hoja de papel por la mitad una y otra vez, solo para darte cuenta de que el séptimo o el octavo intento son prácticamente imposibles. Es un desafío popular de internet que nos ha hecho creer que existe una regla inquebrantable que prohíbe doblar el papel más de siete veces. Pero la verdad es que esa cifra no es un límite inquebrantable, sino el punto en el que el grosor y el tamaño se vuelven nuestros peores enemigos.
La clave no es que haya un límite, sino la relación entre tamaño y grosor. Cuanto más largo y fino es el papel, más pliegues admite, porque retrasas ese punto en el que el espesor acumulado vence a la longitud disponible y el pliegue siguiente se vuelve inviable.
El 27 de enero de 2002, una estudiante de secundaria de California, llamada Britney Gallivan, logró doblar un rollo de papel doce veces y formuló una ecuación que relaciona grosor, longitud mínima y número de pliegues posibles, siendo incluida en el Libro Guinness de los Records. Años después, el equipo de MythBusters alcanzó once pliegues usando una lámina gigantesca de papel y maquinaria pesada.
Y es que no existe un tope universal para doblar una hoja de papel, todo depende del tamaño, el grosor y el método que se utilice.
Seguro que alguna vez has intentado doblar una hoja de papel por la mitad una y otra vez, solo para darte cuenta de que el séptimo o el octavo intento son prácticamente imposibles.
El mito de los siete pliegues cae. El límite real depende del tamaño, grosor y método para doblar papel.
Seguro que alguna vez has intentado doblar una hoja de papel por la mitad una y otra vez, solo para darte cuenta de que el séptimo o el octavo intento son prácticamente imposibles. Es un desafío popular de internet que nos ha hecho creer que existe una regla inquebrantable que prohíbe doblar el papel más de siete veces. Pero la verdad es que esa cifra no es un límite inquebrantable, sino el punto en el que el grosor y el tamaño se vuelven nuestros peores enemigos.
La clave no es que haya un límite, sino la relación entre tamaño y grosor. Cuanto más largo y fino es el papel, más pliegues admite, porque retrasas ese punto en el que el espesor acumulado vence a la longitud disponible y el pliegue siguiente se vuelve inviable.
El 27 de enero de 2002, una estudiante de secundaria de California, llamada Britney Gallivan, logró doblar un rollo de papel doce veces y formuló una ecuación que relaciona grosor, longitud mínima y número de pliegues posibles, siendo incluida en el Libro Guinness de los Records. Años después, el equipo de MythBusters alcanzó once pliegues usando una lámina gigantesca de papel y maquinaria pesada.
Y es que no existe un tope universal para doblar una hoja de papel, todo depende del tamaño, el grosor y el método que se utilice.
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