España lidera el ‘boom’ de la energía solar en la UE

La fotovoltaica genera el 11% de la electricidad y supera por primera vez al carbón en los 27 Leer La fotovoltaica genera el 11% de la electricidad y supera por primera vez al carbón en los 27 Leer  

La energía solar generó el año pasado el 21% de la electricidad en España, que lideró por segundo año consecutivo el crecimiento de la fotovoltaica en los 27, según el informe European Electricity Review del tink tank Ember. España comparte el podio europeo con Hungría y Grecia, donde la solar llega ya al 25% y el 22% de la tarta energética, respectivamente.

El 2024 supuso además el sorpasso histórico de la energía solar sobre el carbón en el conjunto de la UE: 11% frente al 10%. La eólica superó también por segundo año consecutivo al gas (17% a 16%). La generación de energía con combustibles fósiles alcanzó entre tanto el mínimo histórico del 29%, frente al 39% en el 2019.

«La solar está en auge en la UE y España se consolida como uno de los principales motores», asegura Wilmar Suárez, analista de Ember. «Los mercados han venido madurando durante décadas con el establecimiento de marcos políticos y regulatorios estables, alineados con metas ambiciones de generación de energía con renovables y de reducción de emisiones».

«La energía solar tiene un amplio potencial para seguir creciendo en países como España», agrega Suárez. «Aunque para que esto ocurra es importante que se gestionen retos como el almacenamiento de energía y la expansión y robustecimiento de las redes de transmisión y distribución».

«El impacto ambiental de la energía solar (como de la eólica) es mucho menor al causado por los combustibles fósiles, tanto en su extracción como en su uso para generar energía», recalca el ingeniero energético, ante las críticas por el crecimiento «acelerado y desordenado» de las plantas solares en nuestra geografía. «Ahora bien, una transición energética limpia y justa requiere consensos entre las autoridades, los desarrolladores de proyectos y las comunidades».

El crecimiento de la energía solar y la recuperación del sector hidroeléctrico ha permitido que las renovables supongan ya el 47% de la generación eléctrica en la UE en el 2024. Pese al aumento de las importaciones de gas natural licuado (GNL) de Estados Unidos tras la guerra de Ucrania, se estima que la transición a las renovables han supuesto un ahorro de 59.000 millones de euros en la «factura» de los combustibles fósiles en los últimos cinco años.

El Reino Unido se sumó por su parte a la tendencia con el año récord del 58% de su energía generada con fuentes «bajas en carbono» (incluida la nuclear). La puntilla la puso en el 2024 el histórico cierre de la última central térmica de carbón, Ratcliffe-on-Soar, siglo y medio después del pistoletazo de la revolución industrial con la planta de carbón en Holborn.

«Los combustibles fósiles están perdiendo el control de la energía en la UE», advierte Chris Rosslowe, director del estudio de Ember. «En el arranque del Pacto Verde Europeo en el 2019, pocos pensaban que la transición energética en Europa podría estar donde está hoy, con la eólica y la solar empujando al carbón a los márgenes y forzando al gas a entrar en un declive estructural».

El estudio no entra en la debilitación política del Pacto Verde ni el impacto de la elección de Donald Trump, abandonando el Acuerdo de París del cambio climático, reactivando el lema de «drill, baby, drill» y prometiendo una revancha de los combustibles fósiles.

«Aún obtenemos mucho gas licuado de Rusia», advirtió recientemente la presidenta de la Comisión Europea Úrsula von Der Leyen tras una conversación con Trump. «¿Por qué no reemplazarlo con el GNL americano, que es más barato y ayudará a bajar los precios de la energía?».

El nuevo comisario de Energía de la UE, el danés Dan Jorgensen, ha puesto informalmente en el horizonte el 2027 como la fecha para cortar la dependencia energética de Rusia, pese a las resistencias de países como Hungría y Eslovaquia. Jorgensen, que impulsó con Dinamarca la Coalición Más Allá del Petróleo y del Gas y que ha participado muy activamente en la última década en las cumbres del clima, ha dejado sin embargo la puerta abierta a negociaciones con Trump para aumentar la importaciones de gas natural licuado como medida transitoria: «Han sido nuestros amigos y espero que lo sigan siendo».

Pese a la tendencia marcada por las renovables en la UE en los últimos cinco años, el director del informe de Ember reconoce que puede haber piedras en el camino: «De aquí al 2030, las subastas de energía eólica tienen que duplicarse, con el necesario impulso y compromiso para garantizar la seguridad energética».

Walburga Hemetsberger, al frente de SolarPower Europe, aseguró por su parte que el reciente informe certifica «el desplazamiento progresivo de los combustibles fósiles, con la energía solar a la cabeza». «Ahora necesitamos más flexibilidad», agregó, «para asegurarnos de que el sistema energético se adapta a las nuevas realidades: más almacenamiento y más electrificación inteligente en calefacción, transporte e industria».

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