La tensión de Raquel Bollo con los colaboradores de Sálvame viene de lejos y sigue latente, pero Kiko Hernández ha intentado tender puentes con un abrazo, que ha conseguido después de arrastrarse, literalmente, por el suelo.
Este jueves, durante la emisión de Tentáculos, el tertuliano se convirtió en reportero para ir a recibir a la que fue su compañera en el pasado al hotel en el que se hospedaba en Madrid.
Su intención era acercar posturas antes de la boda de Marta López, amiga que tienen en común que se casará el 28 de junio. Por ello, micrófono en mano, se plantó frente a ella para intentar que su futuro encuentro no fuera tan incómodo.
«¿Nos damos un abrazo y un beso?», le preguntó el exconcursante de GH 3, a lo que ella le contestó que cuando le llamase por teléfono «fuera de plató, como Kiko persona», pues no le valían los intentos de contacto en pleno directo.
En ese momento, el colaborador de Tentáculos, programa presentado por Carlota Corredera en Ten, YouTube y Twitch, se arrodilló «como un penitente» y aludió al cariño que se han tenido: «Si te ha ofendido algo, te pido perdón».
«Levántate, que no hace falta«, le pidió la colaboradora de TardeAR. «Te voy a seguir así por el hotel», le amenazó, en todo humorístico, él. «Fíjate, con el pantalón blanco».
«Tú has estado en los malos momentos míos y yo he estado en los tuyos», apuntó él, aludiendo a la parte más emocional, pero ella comenzó a recordar lo mal que estuvo al final de su etapa en Sálvame, programa que dejó en enero de 2020, y después, cuando seguían hablando de ella.
«No tenéis ni idea de lo que yo he pasado. Tengo hijos, he tenido depresión, he estado meses sin trabajar, he perdido muchas cosas… Y a mí se me daba (caña). Pero mientras me estabais dando, me estaban llamando para que volviese, y eso lo veo injusto», defendió Raquel Bollo.
Sin embargo, Kiko Hernández continuó con su acting de súplica y le dijo que le dolían las rodillas. «Levántate, que tú ya tienes una edad como yo y después nos cuesta levantarnos«, le solicitó ella.
Después de que ella volviera a ludir a una charla en privado para arreglar sus diferencias, el colaborador de Tentáculos se tumbó en el suelo: «Más no puedo hacer. Mira, arrastrado, no te suelto la pierna«.
«¡Por favor, no me dejes tirado en el hotel!», exclamaba, en tono exagerado, mientras Raquel Bollo le pedía que se pusiera de pie. «Ay, que ahora no me puedo levantar», dijo, entre risas, él.
Entonces, la entrevistada le cogió de los brazos para ayudarle a alzarse y él aprovechó para forzar el abrazo. «¡Ay, que el abrazo ha llegado!», gritó el tertuliano y arrancó un aplauso desde plató.
«Te queremos muchos y yo no te he perdido el cariño que te tengo», le dijo finalmente Kiko Hernández, quien, después, soltó el micrófono y se fundió en un abrazo más sincero con Bollo.
El colaborador acudió al hotel en el que ella se hospedaba para intentar hacer las paces.
La tensión de Raquel Bollo con los colaboradores de Sálvame viene de lejos y sigue latente, pero Kiko Hernández ha intentado tender puentes con un abrazo, que ha conseguido después de arrastrarse, literalmente, por el suelo.
Este jueves, durante la emisión de Tentáculos, el tertuliano se convirtió en reportero para ir a recibir a la que fue su compañera en el pasado al hotel en el que se hospedaba en Madrid.
Su intención era acercar posturas antes de la boda de Marta López, amiga que tienen en común que se casará el 28 de junio. Por ello, micrófono en mano, se plantó frente a ella para intentar que su futuro encuentro no fuera tan incómodo.
«¿Nos damos un abrazo y un beso?», le preguntó el exconcursante de GH 3, a lo que ella le contestó que cuando le llamase por teléfono «fuera de plató, como Kiko persona», pues no le valían los intentos de contacto en pleno directo.
En ese momento, el colaborador de Tentáculos, programa presentado por Carlota Corredera en Ten, YouTube y Twitch, se arrodilló «como un penitente» y aludió al cariño que se han tenido: «Si te ha ofendido algo, te pido perdón».
«Levántate, que no hace falta«, le pidió la colaboradora de TardeAR. «Te voy a seguir así por el hotel», le amenazó, en todo humorístico, él. «Fíjate, con el pantalón blanco».
«Tú has estado en los malos momentos míos y yo he estado en los tuyos», apuntó él, aludiendo a la parte más emocional, pero ella comenzó a recordar lo mal que estuvo al final de su etapa en Sálvame, programa que dejó en enero de 2020, y después, cuando seguían hablando de ella.
«No tenéis ni idea de lo que yo he pasado. Tengo hijos, he tenido depresión, he estado meses sin trabajar, he perdido muchas cosas… Y a mí se me daba (caña). Pero mientras me estabais dando, me estaban llamando para que volviese, y eso lo veo injusto», defendió Raquel Bollo.
Sin embargo, Kiko Hernández continuó con su acting de súplica y le dijo que le dolían las rodillas. «Levántate, que tú ya tienes una edad como yo y después nos cuesta levantarnos«, le solicitó ella.
Después de que ella volviera a ludir a una charla en privado para arreglar sus diferencias, el colaborador de Tentáculos se tumbó en el suelo: «Más no puedo hacer. Mira, arrastrado, no te suelto la pierna«.
«¡Por favor, no me dejes tirado en el hotel!», exclamaba, en tono exagerado, mientras Raquel Bollo le pedía que se pusiera de pie. «Ay, que ahora no me puedo levantar», dijo, entre risas, él.
Entonces, la entrevistada le cogió de los brazos para ayudarle a alzarse y él aprovechó para forzar el abrazo. «¡Ay, que el abrazo ha llegado!», gritó el tertuliano y arrancó un aplauso desde plató.
«Te queremos muchos y yo no te he perdido el cariño que te tengo», le dijo finalmente Kiko Hernández, quien, después, soltó el micrófono y se fundió en un abrazo más sincero con Bollo.
20MINUTOS.ES – Televisión
