La curiosa regla del uso de "lo" y "la" con sustantivos abstractos

Una de las características más peculiares del español es la utilización de los artículos definidos «lo» y «la» con sustantivos abstractos. Esta regla genera una gran curiosidad, especialmente porque «lo» se usa con sustantivos que no son contables ni específicos, aunque en principio pueda parecer un artículo masculino. Sin embargo, «lo» no tiene un componente de género como tal en estos casos, ya que no está relacionado con el sustantivo, sino con su carácter abstracto.

Por ejemplo, decimos «lo bueno», «lo malo», «lo importante», o «lo curioso». Aquí, «lo» no indica que el sustantivo sea masculino, sino que el sustantivo se usa de forma abstracta o general. No hablamos de «el bueno» o «la importante», porque el sustantivo se refiere a un concepto o cualidad en general y no a una entidad específica que se pueda contar.

Esta utilización de «lo» con sustantivos abstractos o cualitativos está profundamente arraigada en el uso del idioma. Lo curioso es que cuando el sustantivo tiene una forma más específica, el artículo se ajusta al género del sustantivo. Por ejemplo, en frases como «la belleza» o «la verdad», se utiliza «la» porque «belleza» y «verdad» son sustantivos femeninos, pero cuando se emplean de forma abstracta, como en «lo bello» o «lo verdadero», se recurre al artículo «lo».

 La utilización de los artículos definidos «lo» y «la» con sustantivos abstractos genera una gran curiosidad. «Lo» se usa con sustantivos que no son contables ni específicos, aunque pueda parecer un artículo masculino.  

Una de las características más peculiares del español es la utilización de los artículos definidos «lo» y «la» con sustantivos abstractos. Esta regla genera una gran curiosidad, especialmente porque «lo» se usa con sustantivos que no son contables ni específicos, aunque en principio pueda parecer un artículo masculino. Sin embargo, «lo» no tiene un componente de género como tal en estos casos, ya que no está relacionado con el sustantivo, sino con su carácter abstracto.

Por ejemplo, decimos «lo bueno», «lo malo», «lo importante», o «lo curioso». Aquí, «lo» no indica que el sustantivo sea masculino, sino que el sustantivo se usa de forma abstracta o general. No hablamos de «el bueno» o «la importante», porque el sustantivo se refiere a un concepto o cualidad en general y no a una entidad específica que se pueda contar.

Esta utilización de «lo» con sustantivos abstractos o cualitativos está profundamente arraigada en el uso del idioma. Lo curioso es que cuando el sustantivo tiene una forma más específica, el artículo se ajusta al género del sustantivo. Por ejemplo, en frases como «la belleza» o «la verdad», se utiliza «la» porque «belleza» y «verdad» son sustantivos femeninos, pero cuando se emplean de forma abstracta, como en «lo bello» o «lo verdadero», se recurre al artículo «lo».

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