La subyacente, que no tiene en cuenta alimentos frescos y energía, se situó en el 2,2% Leer La subyacente, que no tiene en cuenta alimentos frescos y energía, se situó en el 2,2% Leer
La inflación se situó finalmente en el 2% en mayo -no en el 1,9%, como inicialmente había previsto el Instituto Nacional de Estadística- lo que supone su nivel más bajo de los últimos siete meses, según ha confirmado este viernes el organismo.
Los servicios, el componente en el que más está costando que bajen los precios por el tirón de la demanda, presentó una subida de precios interanual del 3,3%, frente al 3,9% de abril; mientras que los alimentos y bebidas no alchólicas, que acumulan el mayor alza de precios desde la pandemia, se encarecieron un 2,5%, su cota más alta desde agosto de 2024.
La tasa subyacente, que no tiene en cuenta el precio de los alimentos frescos ni de los productos energéticos por considerarse los elementos más volátiles de la cesta de consumo de las familias, se situó en el 2,2%, de nuevo una décima por encima de lo que se había estimado a cierre de mes.
En términos mensuales, ambos indicadores se elevaron una décima frente a abril.
El INE ha explicado que los grupos que más influyeron a la baja en la tasa anual fueron el ocio y cultura, cuya tasa anual disminuyó 2,2 puntos, hasta el 0,5%, debido a la bajada de los precios de los paquetes turísticos, frente al aumento en mayo de 2024; y la vivienda (que no computa el precio de la vivienda en sí, sino todos los gastos de suministros asociados), cuya tasa anual disminuyó cuatro décimas, hasta el 3,8%, debido a que los precios de la electricidad aumentaron menos que en el año anterior.
Por el contrario, los alimentos y bebidas no alcohólicas influyeron al alza: situaron su variación anual en el 2,5%, lo que supuso cinco décimas por encima de la del mes pasado. Este comportamiento se debió, principalmente, al aumento de los precios de las frutas, mayor que en mayo de 2024.
El producto que registró el mayor incremento de precio respecto al año pasado fue el chocolate, que sube un 25,1%; seguido de las joyas y bisutería (+22,3%), el café (+19,8%), los huevos (+18%), la carne de ternera (+13,4%) y las frutas (+13%). Más de la mitad de los 200 tipos de bienes y servicios que monitoriza el INE para calcular el IPC todavía se encarecen por encima del 2%, nivel que el Banco Central Europeo (BCE) considera saludable para la economía.
Por el contrario, el aceite de oliva es el producto que más ha bajado de precio: es hoy un 43,8% más barato que en mayo de 2024; seguido del azúcar, que ha bajado un 18,2% interanual; los combustibles líquidos (-15,9%), gasolina (-12,5%), ordenadores personales (-9,8%) y el gasóleo (-9,1%).
«La inflación en España se mantiene contenida en el nivel de referencia para el BCE, mientras se conjuga con uno de los mayores crecimientos económicos entre las principales economías europeas», ha celebrado el Ministerio de Economía.
El IPC sigue mostrando diferencias territoriales dentro del país, si bien la horquilla entre los valores más altos y más bajos va reduciéndose. Ceuta, Baleares y País Vasco presentan los valores más elevados (2,8% la primera y 2,4% las otras dos), mientras que la Región de Murcia, Canarias y Castilla-La Mancha tienen las tasas más bajas (1,3%, 1,5% y 1,6%, respectivamente).
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