La hija mediana de los reyes Juan Carlos I y Sofía encontró el amor gracias al deporte, perdió el título de duquesa por su imputación judicial en el ‘caso Nóos’ y ahora lleva una discreta vida volcada en sus cuatro hijos
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Cristina de Borbón
La hija mediana de los reyes Juan Carlos I y Sofía encontró el amor gracias al deporte, perdió el título de duquesa por su imputación judicial en el ‘caso Nóos’ y ahora lleva una discreta vida volcada en sus cuatro hijos
El 13 de junio de 1965 nacía Cristina de Borbón y Grecia, la segunda hija de los entonces príncipes Juan Carlos y Sofía, en la clínica Loreto de Madrid. Esta imagen es una de las primeras que existen de la infanta, cuando sus padres la presentaron públicamente. La infanta Elena, primogénita del matrimonio, también estuvo presente durante la cita con apenas año y medio. La entonces pequeña de la familia fue bautizada una semana más tarde, el 20 de junio, en el palacio de La Zarzuela, por el arzobispo de Madrid, monseñor Morcillo. Sus padrinos fueron Alfonso de Borbón y María Cristina de Borbón y Battemberg. EFE
La infanta Cristina recibió la primera comunión el 30 de mayo de 1973, con siete años, en la capilla privada del palacio de La Zarzuela rodeada de sus seres queridos más cercanos. La ausencia más notable fue la de don Juan, su abuelo, quien mantenía una tensa relación con su hijo Juan Carlos por la sucesión al trono. Llevó el mismo vestido y un peinado similar al que había lucido su hermana Elena un año antes. Ese mismo vestido es el que escogería Cristina para la comunión de su hija, Irene Urdangarin, en 2015. Keystone (Getty Images)
La muerte de Francisco Franco, el 20 de junio de 1975, cambiaría radicalmente su vida. Dos días más tarde de su fallecimiento, Juan Carlos sería proclamado como rey de España en el hemiciclo del Palacio de las Cortes. Junto al nuevo monarca estuvieron su mujer, la reina Sofía, y sus tres hijos: Felipe, Elena y Cristina. Con apenas nueve años, asistió atenta y curiosa a un momento histórico para la historia de España y la de su familia. En ese momento, pasaba a convertirse en la tercera en la línea de sucesión al trono. LUIS MILLÁN (EFE)
El año 1987 estaría marcado por las dos visitas que los entonces príncipes de Gales, Carlos y Diana, realizaron a España. No tan conocido es el viaje que el matrimonio realizó a Salamanca, donde estuvieron acompañados en todo momento por las infantas Elena y Cristina. Era 23 de abril y, además, festivo en Castilla y León. Llegaron a la ciudad en helicóptero, donde se dieron un baño de multitudes y disfrutaron de una comida en el colegio mayor Fonseca, donde fueron despedidos por una tuna. Tim Graham (Getty Images)
Desde pequeña, la infanta Cristina demostró su pasión por los deportes. En concreto, por los náuticos y el esquí. Los Juegos Olímpicos han marcado su vida de una manera especial: en 1988, durante la competición celebrada en Seúl, se convirtió en la primera mujer abanderada del equipo olímpico español. Formó parte del equipo de vela, como reserva del 470 femenino. Ocho años más tarde, en 1996, durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Atlanta, conoció al que se convertiría en su marido y padre de sus cuatro hijos, Iñaki Urdangarin. Él era miembro del equipo de balonmano español. M. P. BARRIOPEDRO (EFE)
Menos de un año después de aquella cita deportiva, el 3 de mayo de 1997, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin anunciaban su compromiso en un posado organizado en los jardines de La Zarzuela. Durante ocho meses, la pareja había conseguido mantener su relación en la más estricta intimidad. Sin soltarse de la mano, sonrientes y felices, posaron ante los medios para anunciar una boda a la que no habían puesto fecha, pero sí escenario: Barcelona, ciudad que se convertiría en su hogar durante década y media. EFE
El 4 de octubre de 1997, la pareja se daba el «sí, quiero» en una multitudinaria boda con 1.500 invitados celebrada en la catedral de Santa Eulalia de Barcelona. La mediana de la familia ya era duquesa de Palma, un título que el rey Juan Carlos le había otorgado un mes antes de la ceremonia nupcial. Tras convertirse en marido y mujer, el jugador de balonmano pasó también a ser duque. La infanta Cristina lució un vestido de seda valenciana color marfil diseñado por Lorenzo Caprile, complementado con un velo restaurado de la reina María Cristina y una tiara floral de platino y diamantes. Se repartieron claveles a las miles de personas que acudieron a los alrededores de la catedral; y 10 millones de personas siguieron la boda por TVE. El banquete nupcial se celebró en el palacio de Pedralbes, donde se sirvió un menú de alta cocina local.Gianni Ferrari (Getty Images)
Menos de dos años después de la boda, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin dieron la bienvenida a su primer hijo el 29 de septiembre de 1999: Juan Valentín Urdangarin y Borbón, nombres elegidos en honor a sus abuelos y a su bisabuelo. Sería bautizado el 12 de diciembre en el palacio de La Zarzuela. Pese al alboroto de los medios allí presentes, el pequeño ni se inmutó. «No es que se haya despertado, es que no se ha dormido. Está encantado», afirmó entonces Cristina. Pese a ser el mayor de sus cuatro hijos, es el más desconocido por decisión propia. © Leonardo F Comparini (Leonardo COMPARINI/CORDONPRESS)
No tardarían en ampliar la familia. El 6 de diciembre del año 2000 nacía Pablo; el 30 de abril de 2002, Miguel; y el 5 de junio de 2005, Irene. Aunque los primeros años como familia numerosa los pasarían en Barcelona, el trabajo y las polémicas judiciales en las que se vieron implicados sus padres les obligaron a mudarse primero a Washington y después a Ginebra.Handout (Getty Images)
La Familia Real protagonizaba cada verano los tradicionales posados durante sus vacaciones en Palma (Mallorca). Una imagen que con los años fue sumando y restando a miembros. El 4 de agosto de 2011 se realizó la última foto de familia antes de que la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin se viesen implicados en el ‘caso Nóos’ y fueran apartados de la Familia Real. Sus cuatro hijos siguieron disfrutando de las vacaciones en Palma unos años más, pero sin la compañía (al menos pública) de sus padres. Carlos Alvarez (Getty Images)
En 2011, la investigación del ‘caso Nóos’ salpicó directamente a la familia Urdangarin y Borbón, que en esos momentos se encontraba viviendo en Washington (EE UU). A finales de ese año, el exjugador de balonmano era imputado por presunta malversación, fraude, prevaricación y blanqueo de capitales. El 8 de febrero de 2014, la infanta Cristina se convertía en el primer miembro de la Familia Real española que se sentaba ante el juez en calidad de investigada. Ese día, llegó a los juzgados de Palma y realizó a pie los últimos metros hasta la entrada, bajo la atenta mirada de los medios de comunicación y fotógrafos que allí la esperaban. Lo hizo sonriente, saludando a los presentes e incluso dirigiéndose al guardia de seguridad que custodiaba el acceso. Fueron seis horas de declaración, que se recogieron en 120 folios, en las que se desvinculó completamente de la trama y manifestó su plena confianza en su marido. Finalmente, el juez Castro decidiría enviarla a juicio por delitos fiscales, convirtiéndose también en la primera en sentarse en el banquillo de los acusados.David Ramos (Getty Images)
Un año antes del comienzo del juicio, Felipe VI revocó al matrimonio el título de duques de Palma, ante la negativa de su hermana durante más de tres años a renunciar a sus derechos de sucesión al trono de España. En enero de 2016 comenzaría el juicio del ‘caso Nóos’ y la infanta Cristina se sentaría en el banquillo de los acusados por primera vez. Estaba imputada como cooperadora necesaria en delitos fiscales cometidos por su marido. Tanto la Fiscalía Anticorrupción como la acusación particular sostenían que había tenido un papel activo en la trama. Finalmente, fue absuelta, pero condenada a pagar una multa económica de 136.950 euros. Por su parte, Iñaki Urdangarin fue condenado a seis años y tres meses de prisión. Ingresaría en la cárcel en junio de 2018 en Brieva (Ávila), donde cumplió cinco años y 10 meses.Ballesteros (EFE)
En diciembre de 2019, Iñaki Urdangarin disfrutó de su primer permiso penitenciario de cuatro días desde que fuese encarcelado año y medio antes. Fueron cuatro días donde el exjugador de balonmano pudo disfrutar de su familia por Navidad. El matrimonio mostró una imagen idílica paseando de la mano por las calles de Vitoria, donde pasó esos días de libertad. Era una escenificación que pretendía demostrar la confianza y el amor incondicional que se procesaban en aquel momento. Poco más de dos años después, en enero de 2022, el matrimonio anunciaría una interrupción en su relación. Todo ello después de que se publicasen en la revista ‘Lecturas’ unas imágenes del exduque de Palma con una entonces desconocida mujer. Era Ainhoa Armentia, quien continúa siendo su pareja. Aun así, tardarían dos años en firmar los papeles de divorcio, en enero de 2024, y así poder continuar cada uno con su vida personal: ella en Ginebra y él en Vitoria. Europa Press Entertainment (Europa Press via Getty Images)
En lo que respecta al ámbito laboral, la infanta Cristina sigue siendo directora del área Internacional de la Fundación La Caixa, institución presidida por el banquero Isidro Fainé Casas, amigo de su padre, para la que empezó a trabajar en 1993. También mantiene su puesto a tiempo parcial en la Aga Khan Development Network (AKDN) en Ginebra, un grupo de agencias de desarrollo privadas creadas por el Aga Khan IV, también gran amigo de Juan Carlos I. Europa Press News (Europa Press via Getty Images)
Si hay un papel que la infanta Cristina ejerce con especial dedicación es el de madre. Se ha convertido en un apoyo fundamental para sus cuatro hijos, todos ya mayores de edad y que han tomado caminos muy dispares. Es una de las aficionadas más habituales en los partidos de balonmano de su hijo Pablo, donde suele estar acompañada de su nuera Johanna Zott.Europa Press Entertainment (Europa Press via Getty Images)
Aunque la relación con su hermano y la reina Letizia dista mucho de ser la que era hace años, la infanta Cristina se ha convertido en una pieza fundamental del puzle de la familia, sabiendo sacar tiempo para disfrutar de sus hijos, cuidar de sus padres e incluso pasar tiempo con su tía, Irene de Grecia. Actualmente, mantiene un perfil discreto, alejado de las polémicas que durante años protagonizó y centrada en sus seres queridos. Ha adquirido un piso en Barcelona para poder estar más cerca de su hijo Pablo, aunque por el momento no está en sus planes su regreso definitivo a España. NurPhoto (NurPhoto via Getty Images)
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