¡Están locos estos portugueses¡. Nada y todo ha cambiado en el universo de Astérix que inventaran en 1959 el guionista René Goscinny y el dibujante Alberto Uderzo. Por lo pronto, el veterano galo y su amigo Obélix han viajado a Portugal, en una nueva aventura del universal cómic que es mucho más: cultura general y símbolo social y del humor de varias generaciones.
La editorial Salvat ha traído a España a sus últimos autores, el guionista FabCaro (que afronta su segundo Astérix tras sustituir en 2023 a Jean-Yves Ferri) y el dibujante y heredero de Uderzo, Didier Conrad. Ambos presentan a su nueva criatura en la residencia del embajador portugués, José Augusto Duarte, en Madrid, como si en lugar de un libro de viñetas se pusiera de largo un collar de esmeraldas. Aunque la figura de Astérix, -65 años así lo evidencian-, es una joya en sí misma y un recordatorio de la realidad.
La antigüedad es un pretexto para hablar de la sociedad». FabCaro
Según FabCaro (cuyo verdadero nombre es Fabrice Caro), «la antigüedad es un pretexto para hablar de la sociedad que tenemos, cada álbum es una foto de la sociedad actual». Y ha precisado que los libros no tienen que estar ligados a la actualidad porque eso los envejece rápidamente, pero sí tienen que estar relacionados con la sociedad evolucionada del momento.
«Lo que pasa ahora en Francia, con los cambios de gobierno y el robo en el Louvre, es surrealista, podríamos hacer 3 o 4 libros; pero nosotros tenemos que pensar en la historia, no en la actualidad. Astérix es una excusa para hablar de la sociedad que tenemos», ha comentado FabCaro, para quien «ahora es más complicado hacer humor porque la sociedad está más crispada. Hay que estar buscando siempre el alma original de cada país, que sea divertido y que la gente se reconozca».
A la pregunta de si prefiere los cómic de aventuras en la aldea o los álbumes de viajes, FabCaro ha explicado que como lector elige los primeros «porque todos los personajes son geniales», pero como autor se decanta por los de viajes porque es «divertido buscar la cultura del lugar, aunque hay que encontrar el equilibrio para hacer un humor bondadoso».
FabCaro ha reconocido que este álbum pensaba que sería «un poquito más fácil por ser de viajes y permite crear un escenario rico, pero había una presión adicional» al ser el segundo y tras un primer trabajo muy bien acogido (El lirio blanco, 2023).
Por su parte, Didier Conrad, recordó el cómic en el que Astérix y Obélix estaban en nuestro país, Astérix en Hispania (1969), y que reflejaba la sociedad de Franco: «El ambiente no tiene nada que ver con el de la España de hoy, y quizá en un futuro cercano podamos volver y reflejar una sociedad diferente. Es una línea que se puede ir renovando cada diez o quince años, todos vamos cambiando».
La mezcla de personajes nos permite tener más acceso a entender ciertas cosas, podemos profundizar más sobre cada país». Didier Conrad
Conrad ha afirmado que en este álbum su intención con los colores era transmitir el carácter de Portugal «intenso, verde y con mucha vegetación» y para perfilar los dibujos ha explicado que se ha documentado de forma exhaustiva. FabCaro, ha recordado, fue a Portugal y recorrió la costa hasta llegar a Lisboa. Le envió fotos para «tener una idea de cómo dibujar» si bien los personajes, ha dicho, «se basan en la idea originaria de Uderzo».
Conrad ha subrayado que muchos de los estereotipos sobre la población portuguesa ya no son el reflejo de la sociedad porque ahora los países están menos separados. «Cada país era mucho más caricatural, más diferenciado. No te mezclabas, cada país estaba diferenciado entre sus vecinos, ahora eso es más complicado. En Portugal, sí que ha parecido habitual a la hora de caracterizar a los personajes ponerles con el pelo negro, con su bigote…»
«Los represento así porque tenemos que encontrar un diseño aceptable para el país y que también sea reconocible por todos. Pero hay más mezcla y esa mezcla nos permite tener más acceso a entender ciertas cosas, podemos profundizar más sobre cada país, informarnos más», ha asegurado.
A la pregunta de si conocían la serie de Netflix y si les había aportado algo, Conrad ha admitido que no la habían visto durante la elaboración del álbum, sino después. El dibujante ha dicho que le gustó mucho y ha considerado que su director «ha entendido muy bien el universo de Uderzo y Goscinny».
No obstante, ha aclarado que hay muchas diferencias entre cómic y película: el álbum está más limitado, hay que respetar ciertos códigos, mientras que la serie se puede abrir a la parodia: «La serie no nos puede terminar influyendo».
FabCaro y Didier Conrad, sucesores de Goscinnny y de Uderzo, han ‘trasladado’ los legendarios galos del cómic a Portugal.
¡Están locos estos portugueses¡. Nada y todo ha cambiado en el universo de Astérix que inventaran en 1959 el guionista René Goscinny y el dibujante Alberto Uderzo. Por lo pronto, el veterano galo y su amigo Obélix han viajado a Portugal, en una nueva aventura del universal cómic que es mucho más: cultura general y símbolo social y del humor de varias generaciones.
La editorial Salvat ha traído a España a sus últimos autores, el guionista FabCaro (que afronta su segundo Astérix tras sustituir en 2023 a Jean-Yves Ferri) y el dibujante y heredero de Uderzo, Didier Conrad. Ambos presentan a su nueva criatura en la residencia del embajador portugués, José Augusto Duarte, en Madrid, como si en lugar de un libro de viñetas se pusiera de largo un collar de esmeraldas. Aunque la figura de Astérix, -65 años así lo evidencian-, es una joya en sí misma y un recordatorio de la realidad.
La antigüedad es un pretexto para hablar de la sociedad». FabCaro
Según FabCaro (cuyo verdadero nombre es Fabrice Caro), «la antigüedad es un pretexto para hablar de la sociedad que tenemos, cada álbum es una foto de la sociedad actual». Y ha precisado que los libros no tienen que estar ligados a la actualidad porque eso los envejece rápidamente, pero sí tienen que estar relacionados con la sociedad evolucionada del momento.
«Lo que pasa ahora en Francia, con los cambios de gobierno y el robo en el Louvre, es surrealista, podríamos hacer 3 o 4 libros; pero nosotros tenemos que pensar en la historia, no en la actualidad. Astérix es una excusa para hablar de la sociedad que tenemos», ha comentado FabCaro, para quien «ahora es más complicado hacer humor porque la sociedad está más crispada. Hay que estar buscando siempre el alma original de cada país, que sea divertido y que la gente se reconozca».

A la pregunta de si prefiere los cómic de aventuras en la aldea o los álbumes de viajes, FabCaro ha explicado que como lector elige los primeros «porque todos los personajes son geniales», pero como autor se decanta por los de viajes porque es «divertido buscar la cultura del lugar, aunque hay que encontrar el equilibrio para hacer un humor bondadoso».

FabCaro ha reconocido que este álbum pensaba que sería «un poquito más fácil por ser de viajes y permite crear un escenario rico, pero había una presión adicional» al ser el segundo y tras un primer trabajo muy bien acogido (El lirio blanco, 2023).
Por su parte, Didier Conrad, recordó el cómic en el que Astérix y Obélix estaban en nuestro país, Astérix en Hispania (1969), y que reflejaba la sociedad de Franco: «El ambiente no tiene nada que ver con el de la España de hoy, y quizá en un futuro cercano podamos volver y reflejar una sociedad diferente. Es una línea que se puede ir renovando cada diez o quince años, todos vamos cambiando».
La mezcla de personajes nos permite tener más acceso a entender ciertas cosas, podemos profundizar más sobre cada país». Didier Conrad
Conrad ha afirmado que en este álbum su intención con los colores era transmitir el carácter de Portugal «intenso, verde y con mucha vegetación» y para perfilar los dibujos ha explicado que se ha documentado de forma exhaustiva. FabCaro, ha recordado, fue a Portugal y recorrió la costa hasta llegar a Lisboa. Le envió fotos para «tener una idea de cómo dibujar» si bien los personajes, ha dicho, «se basan en la idea originaria de Uderzo».

Conrad ha subrayado que muchos de los estereotipos sobre la población portuguesa ya no son el reflejo de la sociedad porque ahora los países están menos separados. «Cada país era mucho más caricatural, más diferenciado. No te mezclabas, cada país estaba diferenciado entre sus vecinos, ahora eso es más complicado. En Portugal, sí que ha parecido habitual a la hora de caracterizar a los personajes ponerles con el pelo negro, con su bigote…»
«Los represento así porque tenemos que encontrar un diseño aceptable para el país y que también sea reconocible por todos. Pero hay más mezcla y esa mezcla nos permite tener más acceso a entender ciertas cosas, podemos profundizar más sobre cada país, informarnos más», ha asegurado.

A la pregunta de si conocían la serie de Netflix y si les había aportado algo, Conrad ha admitido que no la habían visto durante la elaboración del álbum, sino después. El dibujante ha dicho que le gustó mucho y ha considerado que su director «ha entendido muy bien el universo de Uderzo y Goscinny».
No obstante, ha aclarado que hay muchas diferencias entre cómic y película: el álbum está más limitado, hay que respetar ciertos códigos, mientras que la serie se puede abrir a la parodia: «La serie no nos puede terminar influyendo».
20MINUTOS.ES – Cultura
