Las ojeras son una alteración de la piel a la que fundamentalmente se da una importancia estética. Nos preocupamos por saber cuál es la mejor forma para ocultar o disminuir esas pequeñas coloraciones que aparecen debajo del párpado inferior. La falta de descanso es uno de los motivos más frecuentes y además provocan su inmediata aparición, pero también pueden ser un síntoma de diversas patologías.
Es una de las dianas históricas de la industria del maquillaje, especialmente en lo que respecta a la población femenina. Disminuir y ocultar en la medida de lo posible esas fastidiosas manchas oscuras ha sido una auténtica obsesión durante el último siglo. Cremas hidratantes, ácido hialurónico, retinol… Hay una lista infinita de productos para las personas que se propongan combatirlas, si bien hay remedios simples y caseros que no pasan de moda, como las compresas frías o el pepino.
El cansancio es, como ya se ha indicado, un factor infalible y además instantáneo: una mala noche provocará indefectiblemente esa pequeña pigmentación. Pero desde la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV) llaman la atención sobre otros condicionantes a tener en cuenta, como los factores genéticos o una dieta inadecuada, es decir, aquella que se caracterice por un exceso de sal y de alimentos procesados y un déficit de hidratación.
Aunque ocurre con respecto a cualquier trastorno del organismo, pensar en la dieta como origen posible de las ojeras a priori puede resultar chocante. Pero dado que su aparición está ligada a la circulación sanguínea, las vitaminas pueden salvarnos de apuros en este sentido y tiene todo el sentido. En concreto, hay dos que tienen que decir bastante al respecto: la K y la C. La primera de ellas activa la microcirculación, mientras que la segunda puede disminuir alteraciones cutáneas como la hiperpigmentación o el acné, además de incentivar el colágeno.
Cuándo tenemos que preocuparnos
Pero también las ojeras pueden estar indicando alteraciones de mayor calado que no se solucionan con ganar más horas de sueño. Hablamos de enfermedad renales o hipotiroidismo, según la AEDV. Patologías a las que el médico de urgencias francés Gérald Kierzek añade también alergias o enfermedades autoinmunes.
En la mayoría de casos su aparición es puntual o al menos intermitente y nos resulta fácil achacar a qué pueden deberse. Pero cuando las ojeras se vuelven persistentes y detectamos que se hacen muy oscuras, debemos acudir a consulta médica. Más aun si coincide su aparición con otro tipo de síntomas cuyo origen no podemos identificar, como fatiga, dolor de cabeza o incluso dificultad para respirar.
Referencias
AEDV (s.f.). Las bolsas y ojeras tienen solución. https://aedv.es/las-bolsas-y-ojeras-tiene-solucion/
En España duerme mal más de la mitad de la población, así que puede entenderse que esa misma cantidad de personas tiene ojeras, si bien estas pigmentaciones pueden estar dándonos otras alertas importantes
Las ojeras son una alteración de la piel a la que fundamentalmente se da una importancia estética. Nos preocupamos por saber cuál es la mejor forma para ocultar o disminuir esas pequeñas coloraciones que aparecen debajo del párpado inferior. La falta de descanso es uno de los motivos más frecuentes y además provocan su inmediata aparición, pero también pueden ser un síntoma de diversas patologías.
Es una de las dianas históricas de la industria del maquillaje, especialmente en lo que respecta a la población femenina. Disminuir y ocultar en la medida de lo posible esas fastidiosas manchas oscuras ha sido una auténtica obsesión durante el último siglo. Cremas hidratantes, ácido hialurónico, retinol… Hay una lista infinita de productos para las personas que se propongan combatirlas, si bien hay remedios simples y caseros que no pasan de moda, como las compresas frías o el pepino.
El cansancio es, como ya se ha indicado, un factor infalible y además instantáneo: una mala noche provocará indefectiblemente esa pequeña pigmentación. Pero desde la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV) llaman la atención sobre otros condicionantes a tener en cuenta, como los factores genéticos o una dieta inadecuada, es decir, aquella que se caracterice por un exceso de sal y de alimentos procesados y un déficit de hidratación.
Aunque ocurre con respecto a cualquier trastorno del organismo, pensar en la dieta como origen posible de las ojeras a priori puede resultar chocante. Pero dado que su aparición está ligada a la circulación sanguínea, las vitaminas pueden salvarnos de apuros en este sentido y tiene todo el sentido. En concreto, hay dos que tienen que decir bastante al respecto: la K y la C. La primera de ellas activa la microcirculación, mientras que la segunda puede disminuir alteraciones cutáneas como la hiperpigmentación o el acné, además de incentivar el colágeno.
Cuándo tenemos que preocuparnos
Pero también las ojeras pueden estar indicando alteraciones de mayor calado que no se solucionan con ganar más horas de sueño. Hablamos de enfermedad renales o hipotiroidismo, según la AEDV. Patologías a las que el médico de urgencias francés Gérald Kierzek añade también alergias o enfermedades autoinmunes.
En la mayoría de casos su aparición es puntual o al menos intermitente y nos resulta fácil achacar a qué pueden deberse. Pero cuando las ojeras se vuelven persistentes y detectamos que se hacen muy oscuras, debemos acudir a consulta médica. Más aun si coincide su aparición con otro tipo de síntomas cuyo origen no podemos identificar, como fatiga, dolor de cabeza o incluso dificultad para respirar.
Referencias
AEDV (s.f.). Las bolsas y ojeras tienen solución. https://aedv.es/las-bolsas-y-ojeras-tiene-solucion/
20MINUTOS.ES – Salud