Circula por las redes sociales un dato que afirma que si pierdes el dedo meñique te quedas sin la mitad de la fuerza del brazo. Una aseveración llamativa, pero engañosa. Lo que realmente ocurre es que el meñique, junto con el anular, juega un papel clave en la fuerza de agarre de la mano, no en la fuerza del brazo como tal, que depende de músculos como bíceps, tríceps y hombro.
Al medir la contribución de cada dedo, se ha visto que el índice aporta alrededor del 25%, el medio un 35%, el anular otro 25% y el meñique aproximadamente un 14%. Eso significa que perderlo no te deja con la mitad de la fuerza, aunque sí limita ciertas tareas que requieren un agarre firme, como abrir un tarro o sostener una herramienta pesada.
El origen del bulo está en estudios donde se probó la fuerza de agarre excluyendo dedos. En esos experimentos, eliminar el meñique y el anular juntos redujo la potencia hasta en un 55%, y de ahí salió la frase simplificada de “el 50%”. Pero atribuirlo al meñique por sí solo es un error.
Fuentes de consulta y más información: National Library of Medicine (I) / National Library of Medicine (II)
Circula por las redes sociales un dato que afirma que si pierdes el dedo meñique te quedas sin la mitad de la fuerza del brazo. Una aseveración llamativa, pero engañosa.

El dedo meñique es un pilar fundamental para la fuerza de la mano, pero su ausencia no afecta a la musculatura del brazo.
Circula por las redes sociales un dato que afirma que si pierdes el dedo meñique te quedas sin la mitad de la fuerza del brazo. Una aseveración llamativa, pero engañosa. Lo que realmente ocurre es que el meñique, junto con el anular, juega un papel clave en la fuerza de agarre de la mano, no en la fuerza del brazo como tal, que depende de músculos como bíceps, tríceps y hombro.
Al medir la contribución de cada dedo, se ha visto que el índice aporta alrededor del 25%, el medio un 35%, el anular otro 25% y el meñique aproximadamente un 14%. Eso significa que perderlo no te deja con la mitad de la fuerza, aunque sí limita ciertas tareas que requieren un agarre firme, como abrir un tarro o sostener una herramienta pesada.
El origen del bulo está en estudios donde se probó la fuerza de agarre excluyendo dedos. En esos experimentos, eliminar el meñique y el anular juntos redujo la potencia hasta en un 55%, y de ahí salió la frase simplificada de “el 50%”. Pero atribuirlo al meñique por sí solo es un error.
Fuentes de consulta y más información: National Library of Medicine (I) / National Library of Medicine (II)
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