Robles apela a la presunción de inocencia de García Ortiz y aplaza el debate sobre su dimisión hasta que haya sentencia firme

El debate sobre la situación del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, parece tener cabida también en el Gobierno. El presidente Pedro Sánchez dijo ayer que creía en su «inocencia» y le trasladó su respaldo, si bien la ministra de Defensa, Margarita Robles, se ha limitado a apelar a su presunción de inocencia hasta que haya una sentencia por parte del Tribunal Supremo. Robles, que fue magistrada del alto tribunal, ha dicho que ella no es quién para decir si García Ortiz debe o no dimitir.

«Las dimisiones son siempre una cuestión personal, cada uno tiene que saber, en función de su responsabilidad, lo que tiene tiene que hacer en cada momento», ha pronunciado Robles tras participar en un acto en la base Príncipe de Paracuellos de Jarama (Madrid). En todo caso, la ex jueza ha apelado a la presunción de inocencia de García Ortiz, que está a un paso del banquillo después de que el Tribunal Supremo haya confirmado su procesamiento.

Sánchez aseguró este martes que García Ortiz «cuenta con el aval y apoyo del Gobierno de España» y añadió que «respalda» su acción y cree en su inocencia. Es el mismo mensaje que trasladan desde Moncloa y que comparten ministros como Elma Saiz, responsable de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. En declaraciones a los medios este miércoles, Saiz ha afirmado que no se puede poner «al mismo nivel a quien persigue el delito que a un presunto defraudador fiscal», defendiendo así la inocencia de García Ortiz.

En cambio, Robles se ha centrado en cargar contra el PP, partido al que ha acusado de «usar» el caso del fiscal no porque le importe la justicia sino como «un instrumento más contra el Gobierno». «No vale todo en política y el Partido Popular aprovecha todo para ir contra el Gobierno», ha aquejado la ministra de Defensa.

Ha eludido pronunciarse sobre si, a su juicio, el fiscal debe dimitir. «Yo no soy quién para decir al fiscal general del Estado lo que tiene que hacer y creo que ahora es el momento de dejar trabajar y tener plena confianza en el Tribunal Supremo y en las instituciones», ha apuntado. En todo caso, ha dicho que en su regulación, el fiscal general no tiene un supuesto especial ni de renuncia ni de dimisión en estos casos.

«Dejemos que el procedimiento judicial sigue su trámite, que ni siquiera ha habido un juicio oral, y que sea el fiscal general el que tome la decisión que él considere más oportuna de cara a velar por la institución», ha indicado Robles, aplazando así el debate hasta que haya una sentencia firme, aunque apelando también a que el fiscal debería tomar la mejor decisión para velar por la Fiscalía.

Así se ha pronunciado la ex magistrada y actual ministra de Sánchez después de que la Sala de Apelación del Tribunal Supremo haya respaldado la decisión del juez instructor Ángel Hurtado, que el 9 de junio propuso enviarle al banquillo. Por tanto, García Ortiz se convertirá así en el primer jefe del Ministerio Público en sentarse en el banquillo de los acusados, en su caso por un delito de revelación de secretos.

En un escrito de 78 folios, el tribunal apunta que hay indicios de que la filtración que se investiga fue una «actuación coordinada e impulsada» por el fiscal general, quien, pese a todo, no se plantea dimitir.

Tras varios meses de investigación, el instructor de la causa concluyó en junio que Álvaro García Ortiz es responsable de la filtración de un correo electrónico en el que el abogado de la pareja de Ayuso afirmaba que su representado había cometido dos delitos de fraude fiscal. Aquella filtración se produjo el 13 de marzo de 2024, cuando se publicaron las conversaciones que mantuvieron por correo electrónico el fiscal de ese caso, Julián Salto, y el abogado de Alberto González Amador, Carlos Neira

 La exmagistrada no ha trasladado su apoyo expreso al fiscal general, aunque ha señalado que ley no prevé expresamente un supuesto de dimisión en este caso concreto. Sí cree que debería tomar la mejor decisión para «velar por la institución».  

El debate sobre la situación del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, parece tener cabida también en el Gobierno. El presidente Pedro Sánchez dijo ayer que creía en su «inocencia» y le trasladó su respaldo, si bien la ministra de Defensa, Margarita Robles, se ha limitado a apelar a su presunción de inocencia hasta que haya una sentencia por parte del Tribunal Supremo. Robles, que fue magistrada del alto tribunal, ha dicho que ella no es quién para decir si García Ortiz debe o no dimitir.

«Las dimisiones son siempre una cuestión personal, cada uno tiene que saber, en función de su responsabilidad, lo que tiene tiene que hacer en cada momento», ha pronunciado Robles tras participar en un acto en la base Príncipe de Paracuellos de Jarama (Madrid). En todo caso, la ex jueza ha apelado a la presunción de inocencia de García Ortiz, que está a un paso del banquillo después de que el Tribunal Supremo haya confirmado su procesamiento. 

Sánchez aseguró este martes que García Ortiz «cuenta con el aval y apoyo del Gobierno de España» y añadió que «respalda» su acción y cree en su inocencia. Es el mismo mensaje que trasladan desde Moncloa y que comparten ministros como Elma Saiz, responsable de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. En declaraciones a los medios este miércoles, Saiz ha afirmado que no se puede poner «al mismo nivel a quien persigue el delito que a un presunto defraudador fiscal», defendiendo así la inocencia de García Ortiz. 

En cambio, Robles se ha centrado en cargar contra el PP, partido al que ha acusado de «usar» el caso del fiscal no porque le importe la justicia sino como «un instrumento más contra el Gobierno». «No vale todo en política y el Partido Popular aprovecha todo para ir contra el Gobierno», ha aquejado la ministra de Defensa.

Ha eludido pronunciarse sobre si, a su juicio, el fiscal debe dimitir. «Yo no soy quién para decir al fiscal general del Estado lo que tiene que hacer y creo que ahora es el momento de dejar trabajar y tener plena confianza en el Tribunal Supremo y en las instituciones», ha apuntado. En todo caso, ha dicho que en su regulación, el fiscal general no tiene un supuesto especial ni de renuncia ni de dimisión en estos casos. 

«Dejemos que el procedimiento judicial sigue su trámite, que ni siquiera ha habido un juicio oral, y que sea el fiscal general el que tome la decisión que él considere más oportuna de cara a velar por la institución», ha indicado Robles, aplazando así el debate hasta que haya una sentencia firme, aunque apelando también a que el fiscal debería tomar la mejor decisión para velar por la Fiscalía.

Así se ha pronunciado la ex magistrada y actual ministra de Sánchez después de que la Sala de Apelación del Tribunal Supremo haya respaldado la decisión del juez instructor Ángel Hurtado, que el 9 de junio propuso enviarle al banquillo. Por tanto, García Ortiz se convertirá así en el primer jefe del Ministerio Público en sentarse en el banquillo de los acusados, en su caso por un delito de revelación de secretos.

En un escrito de 78 folios, el tribunal apunta que hay indicios de que la filtración que se investiga fue una «actuación coordinada e impulsada» por el fiscal general, quien, pese a todo, no se plantea dimitir.

Tras varios meses de investigación, el instructor de la causa concluyó en junio que Álvaro García Ortiz es responsable de la filtración de un correo electrónico en el que el abogado de la pareja de Ayuso afirmaba que su representado había cometido dos delitos de fraude fiscal. Aquella filtración se produjo el 13 de marzo de 2024, cuandose publicaron las conversaciones que mantuvieron por correo electrónicoel fiscal de ese caso, Julián Salto, y el abogado de Alberto González Amador, Carlos Neira

 20MINUTOS.ES – Nacional

Te Puede Interesar