Una cosa ha dejado clara el presidente del Gobierno desde que llegó este jueves al Senado: considera que la comisión de investigación del ‘caso Koldo’ impulsada por el PP y en la que comparece es «un circo»; de hecho, se ha referido a la misma como «comisión de difamación». Tanto el presidente que la modera, el popular Eloy Suárez, como los senadores que le interrogaban se lo han reprochado, a lo que Pedro Sánchez ha respondido afirmando que respeta el Senado como Cámara territorial, pero considera que ahora que está en manos del PP se ha convertido en «una Cámara de ampliación de intereses partidistas que obedecen a una mayoría, pero no a los intereses generales».
Sánchez ha respondido a las preguntas que le iban formulando los senadores, aunque en muchas ocasiones divagando, algo que le han afeado los interrogadores, al igual que su tono sarcástico y sus risas en determinados momentos. De hecho, a la primera pregunta de la senadora de UPN, María Mar Caballero, sobre si había recibido en algún momento dinero en efectivo, el presidente ha lanzado una pulla al PP, asegurando que «a lo mejor a muchos de ustedes les cuesta entender» que los pagos en efectivo son legales «después de utilizar dinero negro».
Esto ha protagonizado la primera llamada de atención del presidente de la comisión cuando apenas habían pasado unos minutos. «La pregunta es muy concreta, entiendo que quiera extender el tiempo […] No va a discutir conmigo. El protagonista de hoy es usted«, le ha dicho, lo que ha provocado protestas por parte de Rafael Simancas, uno de los acompañantes de Sánchez y al que Eloy Suárez ha llamado al orden por primera vez. El líder socialista se ha quejado de las palabras del presidente tirando de ironía: «Me va a permitir agradecer la imparcialidad del presidente«, ha lanzado -y repetido en más de una ocasión-, antes de admitir que en «alguna ocasión» ha podido liquidar algún gasto «con factura y como secretario general del PSOE».
Sánchez ha cargado desde el inicio contra el partido de Alberto Núñez Feijóo, asegurando que en el PSOE «a diferencia» del PP «no existen sobresueldos». Es más, ha asegurado que «en el caso de Feijóo», en su etapa como senador, también había gastos de representación que se cobraban en efectivo. «Este Gobierno, junto con el de Zapatero, han sido los gobiernos más limpios y honestos en la historia de la democracia», ha repetido casi como consigna durante todo el interrogatorio.
El PP le propone un «careo» con Ábalos y Aldama
Pero, sin duda, la parte más bronca se ha reservado para el final, en la que el diputado del PP Alejo Miranda le ha cuestionado durante cerca de 50 minutos sobre el cese de Ábalos, el rescate de Air Europa o la «prostitución». Además, le ha preguntado si estaría dispuesto a un «careo» con Ábalos y Aldama en esta misma comisión. «Se responde usted mismo», se ha limitado decir el líder socialista, aunque desde Moncloa ya determinan que eso es «antirreglamentario» y lo consideran un «conejo» que ha sacado el PP de la «chistera».
En todo caso, el choque ya ha hecho chispa desde la primera pregunta del senador popular: ¿Se avergüenza de Ábalos, Koldo y Cerdán?», le ha lanzado. «Yo entiendo que usted quiera hacer mérito, pero déjeme responder a sus preguntas», ha contestado Sánchez después de que Miranda le reprochase que trata de «perder el tiempo».
Tampoco han faltado chascarrillos e ironías por parte del presidente en este turno de los populares. Miranda le ha preguntado por su hermano, algo a lo que no ha respondido Sánchez por no ser «el objeto de la comisión». El senador le ha reprochado tener «la piel muy fina con los suyos» y «la lengua muy larga con los demás». «¿Eso es de Sabina, no?», le ha lanzado entre risas el líder socialista. «Esto no es ni una comisión ni una investigación, es una burda instrumentalización de una institución como el Senado», ha zanjado como alegato final.
«La banda del Peugeot»
Los sarcasmos se han convertido en el hilo conductor de las respuestas del presidente desde el inicio de la comisión. Se ha visto ya en una de las primeras preguntas de UPN sobre «la banda del Peugeot», refiriéndose a los acompañantes de Sánchez -Koldo, Ábalos y Cerdán- en su proceso de primarias. «A mí me acompañaron miles y miles de compañeros y compañeras», ha contestado Sánchez, provocando la risa de algunos senadores. «¿Cuántos iban en el Peugeot? ¿De verdad, señoría?», le ha lanzado a la diputada de UPN a continuación, para terminar respondiendo que «depende del día».
Se trata de una respuesta y una actitud que tanto la senadora como el presidente de la comisión le han afeado, a lo que Sánchez ha respondido que no se lo pasa «bien», sino que esta comisión le parece «una pérdida de tiempo».
Sánchez ha insistido en que este interrogatorio le parece una «comisión de difamación» en el turno de Vox, una alusión que Eloy Suárez ha pedido retirar del diario de sesiones. Pero, cuando ha llegado el turno de los grupos de la izquierda, han sido varios los que han coincidido con el líder socialista. «La derecha ha hecho de esta comisión un plató político», espetó la senadora de Geroa Bai, Uxue Barkos.
Comisión «inquisitorial» y «de crucifixión», dice la izquierda
El senador de Compromís, Enric Morera, ni siquiera terminó su turno, puesto que el presidente de la comisión le retiró la palabra tras llamarle tres veces al orden. Lo hizo después de que Morera pidiera que viniese Carlos Mazón a «dar la cara» sobre la DANA y tras considerar que la presencia de Sánchez en esta comisión es una «ignominia». «Me da preguntarle si es usted responsable de la muerte de Kennedy», espetó también, e incluso le preguntó por «los sobresueldos» que pudo cobrar Feijóo: «El señor Feijóo debería venir y decir qué sobresueldos cobró, ¿qué opinión le merecen los sobresueldos que pudo cobrar el señor Feijóo?».
En el caso de la senadora de Más Madrid Carla Antonelli, le formuló alguna cuestión sobre su relación con Koldo y Ábalos, aunque comenzó su intervención cargando contra PP, Vox y UPN por sus «trampantojos» con el fin de «dañar al Gobierno de coalición». «Hay Gobierno de coalición para rato», señaló Antonelli, a lo que Sánchez respondió bromeando. «Yo diría que hay Gobierno de coalición para largo, porque lo de rato…», dijo aludiendo así a Rodrigo Rato, exministro de Economía del PP.
Tanto EH Bildu como ERC han utilizado su turno para cuestionar al presidente sobre el objeto de la comisión, que en el caso de los republicanos han tildado -en cualquier caso- de «comisión inquisitorial». Desde el PSOE también han aportado un nuevo apellido al interrogatorio de su líder, al que se han referido como «comisión de la crucifixión».
Coalición Canaria, por su parte, ha cuestionado al presidente sobre si existe financiación irregular en el partido, a lo que Sánchez ha respondido en varias ocasiones con una frase que atribuye a Feijóo: «Un sumario no es una sentencia y una imputación no es una condena«, le ha contestado al senador Manuel Sanginés, al que también ha recordado que existe el instrumento de la moción de censura después de que este le haya pedido la convocatoria de elecciones o una cuestión de confianza.
Junts: «Esta comisión no es un circo»
El senador de Junts Eduard Pujol ha dejado claro en todo momento que va a interrogar a Sánchez desde la «oposición», recordando así la ruptura de su partido con los socialistas. A esto, Sánchez ha contestado que Junts «siempre ha hecho gala de que está en la oposición», por lo que no entiende la diferencia entre el anterior estado y este.
Ante las constantes críticas de Sánchez hacia la comisión, Pujol ha dejado claro que para Junts «no es un circo, son preguntas sensatas». «Me parece que su actitud sonriente sí ayuda a crear una sensación de circo«, le ha espetado. Sánchez ha respondido confirmando que existe una discrepancia entre ambos y alegando que «ante las insidias, a veces es mejor responder con una sonrisa».
El interrogatorio ha terminado con un bronco intercambio con el senador del PP Alejo Miranda, que le ha preguntado al presidente si estaría dispuesto a un «careo» con Ábalos y Aldama, algo que Moncloa ve «antirreglamentario».
Una cosa ha dejado clara el presidente del Gobierno desde que llegó este jueves al Senado: considera que la comisión de investigación del ‘caso Koldo’ impulsada por el PP y en la que comparece es «un circo»; de hecho, se ha referido a la misma como «comisión de difamación». Tanto el presidente que la modera, el popular Eloy Suárez, como los senadores que le interrogaban se lo han reprochado, a lo que Pedro Sánchez ha respondido afirmando que respeta el Senado como Cámara territorial, pero considera que ahora que está en manos del PP se ha convertido en «una Cámara de ampliación de intereses partidistas que obedecen a una mayoría, pero no a los intereses generales».
Sánchez ha respondido a las preguntas que le iban formulando los senadores, aunque en muchas ocasiones divagando, algo que le han afeado los interrogadores, al igual que su tono sarcástico y sus risas en determinados momentos. De hecho, a la primera pregunta de la senadora de UPN, María Mar Caballero, sobre si había recibido en algún momento dinero en efectivo, el presidente ha lanzado una pulla al PP, asegurando que «a lo mejor a muchos de ustedes les cuesta entender» que los pagos en efectivo son legales «después de utilizar dinero negro».
Esto ha protagonizado la primera llamada de atención del presidente de la comisión cuando apenas habían pasado unos minutos. «La pregunta es muy concreta, entiendo que quiera extender el tiempo […] No va a discutir conmigo. El protagonista de hoy es usted«, le ha dicho, lo que ha provocado protestas por parte de Rafael Simancas, uno de los acompañantes de Sánchez y al que Eloy Suárez ha llamado al orden por primera vez. El líder socialista se ha quejado de las palabras del presidente tirando de ironía: «Me va a permitir agradecer la imparcialidad del presidente«, ha lanzado -y repetido en más de una ocasión-, antes de admitir que en «alguna ocasión» ha podido liquidar algún gasto «con factura y como secretario general del PSOE».
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Sánchez ha cargado desde el inicio contra el partido de Alberto Núñez Feijóo, asegurando que en el PSOE «a diferencia» del PP «no existen sobresueldos». Es más, ha asegurado que «en el caso de Feijóo», en su etapa como senador, también había gastos de representación que se cobraban en efectivo. «Este Gobierno, junto con el de Zapatero, han sido los gobiernos más limpios y honestos en la historia de la democracia», ha repetido casi como consigna durante todo el interrogatorio.
El PP le propone un «careo» con Ábalos y Aldama
Pero, sin duda, la parte más bronca se ha reservado para el final, en la que el diputado del PP Alejo Miranda le ha cuestionado durante cerca de 50 minutos sobre el cese de Ábalos, el rescate de Air Europa o la «prostitución». Además, le ha preguntado si estaría dispuesto a un «careo» con Ábalos y Aldama en esta misma comisión. «Se responde usted mismo», se ha limitado decir el líder socialista, aunque desde Moncloa ya determinan que eso es «antirreglamentario» y lo consideran un «conejo» que ha sacado el PP de la «chistera».
En todo caso, el choque ya ha hecho chispa desde la primera pregunta del senador popular: ¿Se avergüenza de Ábalos, Koldo y Cerdán?», le ha lanzado. «Yo entiendo que usted quiera hacer mérito, pero déjeme responder a sus preguntas», ha contestado Sánchez después de que Miranda le reprochase que trata de «perder el tiempo».
Tampoco han faltado chascarrillos e ironías por parte del presidente en este turno de los populares. Miranda le ha preguntado por su hermano, algo a lo que no ha respondido Sánchez por no ser «el objeto de la comisión». El senador le ha reprochado tener «la piel muy fina con los suyos» y «la lengua muy larga con los demás». «¿Eso es de Sabina, no?», le ha lanzado entre risas el líder socialista. «Esto no es ni una comisión ni una investigación, es una burda instrumentalización de una institución como el Senado», ha zanjado como alegato final.
«La banda del Peugeot»
Los sarcasmos se han convertido en el hilo conductor de las respuestas del presidente desde el inicio de la comisión. Se ha visto ya en una de las primeras preguntas de UPN sobre «la banda del Peugeot», refiriéndose a los acompañantes de Sánchez -Koldo, Ábalos y Cerdán- en su proceso de primarias. «A mí me acompañaron miles y miles de compañeros y compañeras», ha contestado Sánchez, provocando la risa de algunos senadores. «¿Cuántos iban en el Peugeot? ¿De verdad, señoría?», le ha lanzado a la diputada de UPN a continuación, para terminar respondiendo que «depende del día».
Se trata de una respuesta y una actitud que tanto la senadora como el presidente de la comisión le han afeado, a lo que Sánchez ha respondido que no se lo pasa «bien», sino que esta comisión le parece «una pérdida de tiempo».
Sánchez ha insistido en que este interrogatorio le parece una «comisión de difamación» en el turno de Vox, una alusión que Eloy Suárez ha pedido retirar del diario de sesiones. Pero, cuando ha llegado el turno de los grupos de la izquierda, han sido varios los que han coincidido con el líder socialista. «La derecha ha hecho de esta comisión un plató político», espetó la senadora de Geroa Bai, Uxue Barkos.
Comisión «inquisitorial» y «de crucifixión», dice la izquierda
El senador de Compromís, Enric Morera, ni siquiera terminó su turno, puesto que el presidente de la comisión le retiró la palabra tras llamarle tres veces al orden. Lo hizo después de que Morera pidiera que viniese Carlos Mazón a «dar la cara» sobre la DANA y tras considerar que la presencia de Sánchez en esta comisión es una «ignominia». «Me da preguntarle si es usted responsable de la muerte de Kennedy», espetó también, e incluso le preguntó por «los sobresueldos» que pudo cobrar Feijóo: «El señor Feijóo debería venir y decir qué sobresueldos cobró, ¿qué opinión le merecen los sobresueldos que pudo cobrar el señor Feijóo?».
En el caso de la senadora de Más Madrid Carla Antonelli, le formuló alguna cuestión sobre su relación con Koldo y Ábalos, aunque comenzó su intervención cargando contra PP, Vox y UPN por sus «trampantojos» con el fin de «dañar al Gobierno de coalición». «Hay Gobierno de coalición para rato», señaló Antonelli, a lo que Sánchez respondió bromeando. «Yo diría que hay Gobierno de coalición para largo, porque lo de rato…», dijo aludiendo así a Rodrigo Rato, exministro de Economía del PP.
Tanto EH Bildu como ERC han utilizado su turno para cuestionar al presidente sobre el objeto de la comisión, que en el caso de los republicanos han tildado -en cualquier caso- de «comisión inquisitorial». Desde el PSOE también han aportado un nuevo apellido al interrogatorio de su líder, al que se han referido como «comisión de la crucifixión».
Coalición Canaria, por su parte, ha cuestionado al presidente sobre si existe financiación irregular en el partido, a lo que Sánchez ha respondido en varias ocasiones con una frase que atribuye a Feijóo: «Un sumario no es una sentencia y una imputación no es una condena«, le ha contestado al senador Manuel Sanginés, al que también ha recordado que existe el instrumento de la moción de censura después de que este le haya pedido la convocatoria de elecciones o una cuestión de confianza.
Junts: «Esta comisión no es un circo»
El senador de Junts Eduard Pujol ha dejado claro en todo momento que va a interrogar a Sánchez desde la «oposición», recordando así la ruptura de su partido con los socialistas. A esto, Sánchez ha contestado que Junts «siempre ha hecho gala de que está en la oposición», por lo que no entiende la diferencia entre el anterior estado y este.
Ante las constantes críticas de Sánchez hacia la comisión, Pujol ha dejado claro que para Junts «no es un circo, son preguntas sensatas». «Me parece que su actitud sonriente sí ayuda a crear una sensación de circo«, le ha espetado. Sánchez ha respondido confirmando que existe una discrepancia entre ambos y alegando que «ante las insidias, a veces es mejor responder con una sonrisa».
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