Sánchez pide "perdón" y anuncia una auditoría de las cuentas del PSOE pero descarta elecciones

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareció este jueves en la sede socialista de Ferraz unas horas después de forzar la dimisión del, hasta este jueves, secretario de Organización del partido, Santos Cerdán. Y lo hizo para pedir «perdón a la ciudadanía» y a la militancia del PSOE y para asegurar que, hasta que este jueves se publicó el informe de la Guardia Civil con los indicios que de Cerdán participó en el amaño de adjudicaciones públicas, no conocía las presuntas corruptelas de su número tres, así como para descartar una convocatoria electoral anticipada.

Con un tono muy serio, casi fúnebre, Sánchez también anunció en una rueda de prensa celebrada al filo de las 17.30 horas que reestructurará la ejecutiva del PSOE y que pondrá en marcha una auditoría externa de las cuentas del partido. El presidente del Gobierno, no obstante, sostuvo que no tiene ninguna sospecha de que parte del dinero presuntamente cobrado en comisiones ilegales por Cerdán, el exministro José Luis Ábalos y el exasesor de ambos Koldo García haya servido para que la formación socialista se financie irregularmente. «Pero esa auditoría va a servir para eliminar cualquier sombra de duda que haya», precisó.

Sánchez inició su discurso pidiendo disculpas «porque hasta esta misma mañana estaba convencido de la integridad de Santos Cerdán». «Es cierto que, durante semanas y meses, circulaban rumores sobre supuestas investigaciones en curso, pero lo cierto es que no existía ningún indicio de la participación de Santos Cerdán en el llamado caso Koldo», relató el presidente, que explicó que, una vez «esta mañana hemos podido conocer la integridad del informe» es cuando la Moncloa ha sido consciente de hasta qué punto eran «graves, muy graves» los indicios contra Cerdán.

«Por eso a lo largo de esta tarde he pedido a Santos Cerdán su dimisión con efecto inmediato y su renuncia al acta como diputado del PSOE», explicó Sánchez, que aseguró que «desgraciadamente no existe en este mundo la corrupción cero, pero sí debe existir la tolerancia cero cuando se produce«. «Me provoca una enorme indignación y una profunda tristeza ver que todo un proyecto en el que confían millones de personas y del que dependen millones de personas se pueda ver afectado por las conductas de unos pocos», pero «la respuesta a estos comportamientos será siempre contundente, con independencia de la enorme decepción que hoy me he llevado», lamentó.

En cualquier caso, Sánchez quiso resaltar que estas presuntas actividades corruptas no tienen que ver ni con el resto del PSOE ni con el Gobierno, y por ello descartó disolver las Cortes Generales y convocar elecciones. «Convocatoria electoral no va a haber hasta 2027, esto no va de mí, ni del PSOE, ni de los diputados del PSOE», aseguró el presidente, que denunció que «este Gobierno está sufriendo de una manera bastante evidente un asedio por parte de la oposición sobre multitud de cuestiones que nada tienen que ver con la realidad» e insistió en que tanto el Ejecutivo como el PSOE, «cuando encuentran indicios que pueden ser sustantivos y materiales, o causas judiciales, actúan».

Asimismo, Sánchez descartó que vaya a hacer cambios en su gabinete ministerial a raíz de esta crisis, aunque afirmó que asume en primera persona «todas las responsabilidades políticas». «La de actuar cuando se conoce un hecho de esta gravedad; la de colaborar con la justicia cuando ha habido algún caso de supuesta corrupción, no entorpecerla; y la d trasladar la certidumbre de que el Gobierno va a seguir avanzando en la senda de transformación», afirmó.

 «No debimos confiar en él, desgraciadamente, en este mundo no existe la corrupción cero», ha dicho Sánchez.  

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareció este jueves en la sede socialista de Ferraz unas horas después de forzar la dimisión del, hasta este jueves, secretario de Organización del partido, Santos Cerdán. Y lo hizo para pedir «perdón a la ciudadanía» y a la militancia del PSOE y para asegurar que, hasta que este jueves se publicó el informe de la Guardia Civil con los indicios que de Cerdán participó en el amaño de adjudicaciones públicas, no conocía las presuntas corruptelas de su número tres, así como para descartar una convocatoria electoral anticipada.

Con un tono muy serio, casi fúnebre, Sánchez también anunció en una rueda de prensa celebrada al filo de las 17.30 que reestructurará la ejecutiva del PSOE y que pondrá en marcha una auditoría externa de las cuentas del partido. El presidente del Gobierno, no obstante, sostuvo que no tiene ninguna sospecha de que parte del dinero presuntamente cobrado en comisiones ilegales por Cerdán, el exministro José Luis Ábalos y el exasesor de ambos Koldo García haya servido para que la formación socialista se financie irregularmente. «Pero esa auditoría va a servir para eliminar cualquier sombra de duda que haya», precisó.

Sánchez inició su discurso pidiendo disculpas «porque hasta esta misma mañana estaba convencido de la integridad de Santos Cerdán». «Es cierto que, durante semanas y meses, circulaban rumores sobre supuestas investigaciones en curso, pero lo cierto es que no existía ningún indicio de la participación de Santos Cerdán en el llamado caso Koldo», relató el presidente, que explicó que, una vez «esta mañana hemos podido conocer la integridad del informe» es cuando la Moncloa ha sido consciente de hasta qué punto eran «graves, muy graves» los indicios contra Cerdán.

«Por eso a lo largo de esta tarde he pedido a Santos Cerdán su dimisión con efecto inmediato y su renuncia al acta como diputado del PSOE», explicó Sánchez, que aseguró que «desgraciadamente no existe en este mundo la corrupción cero, pero sí debe existir la tolerancia cero cuando se produce«. «Me provoca una enorme indignación y una profunda tristeza ver que todo un proyecto en el que confían millones de personas y del que dependen millones de personas se pueda ver afectado por las conductas de unos pocos», pero «la respuesta a estos comportamientos será siempre contundente, con independencia de la enorme decepción que hoy me he llevado», lamentó.

En cualquier caso, Sánchez quiso resaltar que estas presuntas actividades corruptas no tienen que ver ni con el resto del PSOE ni con el Gobierno, y por ello descartó disolver las Cortes Generales y convocar elecciones. «Convocatoria electoral no va a haber hasta 2027, esto no va de mí, ni del PSOE, ni de los diputados del PSOE», aseguró el presidente, que denunció que «este Gobierno está sufriendo de una manera bastante evidente un asedio por parte de la oposición sobre multitud de cuestiones que nada tienen que ver con la realidad» e insistió en que tanto el Ejecutivo como el PSOE, «cuando encuentran indicios que pueden ser sustantivos y materiales, o causas judiciales, actúan».

Asimismo, Sánchez descartó que vaya a hacer cambios en su gabinete ministerial a raíz de esta crisis, aunque afirmó que asume en primera persona «todas las responsabilidades políticas». «La de actuar cuando se conoce un hecho de esta gravedad; la de colaborar con la justicia cuando ha habido algún caso de supuesta corrupción, no entorpecerla; y la d trasladar la certidumbre de que el Gobierno va a seguir avanzando en la senda de transformación», afirmó.

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