La crisis del PSOE, golpeado en su núcleo duro por el escándalo de corrupción encabezado por Santos Cerdán y José Luis Ábalos, dos de las manos derechas del presidente Pedro Sánchez hasta hace bien poco, sigue marcando la actualidad informativa y tiene a los socialistas en un permanente estado de angustia, mientras el jefe de Ejecutivo está recluido en Moncloa, intentando capear el temporal.
Este sábado ha sido la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, la que en un acto en Llombai (Valencia), ha admitido que la militancia del PSOE está «asustada» ante la magnitud de la presunta trama delictiva surgida en el seno de Ferraz.
«Estamos preocupados y asustados, no por lo que les pueda pasar a estas personas que, desde luego, caiga sobre ellos con dureza toda la ley y la justicia, sino por lo que le pueda pasar a un partido que representa la decencia de tantas personas que trabajan por sus vecinos», ha dicho Morant.
La secretaria general de los socialistas valencianos ha añadido que «como mujer, también da asco esa actitud machista que se ha podido escuchar y leer y que no representa al PSOE», un partido que «representa la dignidad de aquellos que perdieron incluso la vida luchando por la democracia y por las libertades que disfrutamos a día de hoy».
«El Partido Socialista no se merece esto», ha agregado Diana Morant, quien ha insistido que «está aquí» para «defender al partido frente a aquellos que lo dañan, que son estos tres sinvergüenzas que tuvieron la confianza del partido y que la han defraudado».
«No deja de ser real que el Partido Socialista son nuestros concejales, nuestros alcaldes y alcaldesas, sobre todo en los pueblos pequeñitos en los que no cobran ni un duro por hacer su trabajo, por trabajar por los vecinos», ha dicho Morant, que ha insistido en que el Partido Socialista «son los miles de militantes, de simpatizantes, de votantes, que depositan su confianza para que se mejore la vida».
Preguntada por los periodistas si los socios de Gobierno están exigiendo al PSOE medidas en concreto, Morant ha dicho que Pedro Sánchez ha sido «muy contundente» y «ha tomado las medidas que tocaba tomar».
«Yo, por ejemplo, como mujer, me siento muy reconfortada por mi partido que, al escuchar estas grabaciones de Ábalos, expulsó inmediatamente y cerró ya el expediente de expulsión de Ábalos porque ya no cabe más indignidad», y ha insistido en que el PSOE «está actuando sin condenas y de manera absolutamente contundente».
La ministra Morant ha recordado que «el Tribunal Supremo dio a Santos Cerdán la posibilidad de declarar de manera voluntaria» y «solo con eso el PSOE lo ha expulsado».
Sánchez, en Moncloa
Desde el estallido de las revelaciones sobre Santos Cerdán, y tras su intervención en el Congreso el pasado miércoles y la demoledora imagen de la UCO entrando en la sede del PSOE, Pedro Sánchez ha permanecido en Moncloa, con toda su agenda anulada.
Este viernes, Sánchez mantuvo un encuentro en su residencia oficial con Salvador Illa, una cita fuera de agenda que desató todo tipo de especulaciones. Uno de los rumores más insistentes era que Sánchez tenía previsto presentar su dimisión y que la reunión con el presidente autonómico catalán era una manera de darle el relevo como líder nacional de los socialistas.
Pero lo cierto es que Pedro Sánchez sigue aferrado al cargo y es lo que pretende hacer a corto plazo, aun a sabiendas de que la investigación de la UCO acaba de empezar y pueden surgir más informaciones comprometedoras para su persona.
Sánchez está recabando las opiniones de sus líderes autonómicos (casi todos son adeptos suyos) y con sus socios de gobierno para perfilar las decisiones que va a tomar de cara a las dos grandes citas que vienen: el Comité Federal del PSOE del sábado 5 de julio, donde se supone que el presidente efectuará cambios profundos en la organización del partido, y a su comparecencia en el Congreso el miércoles 9 de julio, donde está previsto que anuncie medidas de regeneración democrática.
Además, Sánchez ha despejado su agenda porque si a nivel nacional tiene problemas, a nivel internacional está lidiando con otro: la exigencia de la OTAN de que amplíe al 5% del PIB la inversión en defensa, algo a lo que el presidente español se ha negado ya por escrito, un gesto con el que Sánchez busca satisfacer las exigencias de sus socios.
El presidente del Gobierno ha anulado toda su agenda para varios días desde su intervención el pasado miércoles.
La crisis del PSOE, golpeado en su núcleo duro por el escándalo de corrupción encabezado por Santos Cerdán y José Luis Ábalos, dos de las manos derechas del presidente Pedro Sánchez hasta hace bien poco, sigue marcando la actualidad informativa y tiene a los socialistas en un permanente estado de angustia, mientras el jefe de Ejecutivo está recluido en Moncloa, intentando capear el temporal.
Este sábado ha sido la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, la que en un acto en Llombai (Valencia), ha admitido que la militancia del PSOE está «asustada» ante la magnitud de la presunta trama delictiva surgida en el seno de Ferraz.
«Estamos preocupados y asustados, no por lo que les pueda pasar a estas personas que, desde luego, caiga sobre ellos con dureza toda la ley y la justicia, sino por lo que le pueda pasar a un partido que representa la decencia de tantas personas que trabajan por sus vecinos», ha dicho Morant.
La secretaria general de los socialistas valencianos ha añadido que «como mujer, también da asco esa actitud machista que se ha podido escuchar y leer y que no representa al PSOE», un partido que «representa la dignidad de aquellos que perdieron incluso la vida luchando por la democracia y por las libertades que disfrutamos a día de hoy».
¿Cree que Pedro Sánchez debería convocar elecciones tras los registros de la UCO?
«El Partido Socialista no se merece esto», ha agregado Diana Morant, quien ha insistido que «está aquí» para «defender al partido frente a aquellos que lo dañan, que son estos tres sinvergüenzas que tuvieron la confianza del partido y que la han defraudado».
«No deja de ser real que el Partido Socialista son nuestros concejales, nuestros alcaldes y alcaldesas, sobre todo en los pueblos pequeñitos en los que no cobran ni un duro por hacer su trabajo, por trabajar por los vecinos», ha dicho Morant, que ha insistido en que el Partido Socialista «son los miles de militantes, de simpatizantes, de votantes, que depositan su confianza para que se mejore la vida».
Preguntada por los periodistas si los socios de Gobierno están exigiendo al PSOE medidas en concreto, Morant ha dicho que Pedro Sánchez ha sido «muy contundente» y «ha tomado las medidas que tocaba tomar».
«Yo, por ejemplo, como mujer, me siento muy reconfortada por mi partido que, al escuchar estas grabaciones de Ábalos, expulsó inmediatamente y cerró ya el expediente de expulsión de Ábalos porque ya no cabe más indignidad», y ha insistido en que el PSOE «está actuando sin condenas y de manera absolutamente contundente».
La ministra Morant ha recordado que «el Tribunal Supremo dio a Santos Cerdán la posibilidad de declarar de manera voluntaria» y «solo con eso el PSOE lo ha expulsado».
Desde el estallido de las revelaciones sobre Santos Cerdán, y tras su intervención en el Congreso el pasado miércoles y la demoledora imagen de la UCO entrando en la sede del PSOE, Pedro Sánchez ha permanecido en Moncloa, con toda su agenda anulada.
Este viernes, Sánchez mantuvo un encuentro en su residencia oficial con Salvador Illa, una cita fuera de agenda que desató todo tipo de especulaciones. Uno de los rumores más insistentes era que Sánchez tenía previsto presentar su dimisión y que la reunión con el presidente autonómico catalán era una manera de darle el relevo como líder nacional de los socialistas.
Pero lo cierto es que Pedro Sánchez sigue aferrado al cargo y es lo que pretende hacer a corto plazo, aun a sabiendas de que la investigación de la UCO acaba de empezar y pueden surgir más informaciones comprometedoras para su persona.
Sánchez está recabando las opiniones de sus líderes autonómicos (casi todos son adeptos suyos) y con sus socios de gobierno para perfilar las decisiones que va a tomar de cara a las dos grandes citas que vienen: el Comité Federal del PSOE del sábado 5 de julio, donde se supone que el presidente efectuará cambios profundos en la organización del partido, y a su comparecencia en el Congreso el miércoles 9 de julio, donde está previsto que anuncie medidas de regeneración democrática.
Además, Sánchez ha despejado su agenda porque si a nivel nacional tiene problemas, a nivel internacional está lidiando con otro: la exigencia de la OTAN de que amplíe al 5% del PIB la inversión en defensa, algo a lo que el presidente español se ha negado ya por escrito, un gesto con el que Sánchez busca satisfacer las exigencias de sus socios.
20MINUTOS.ES – Nacional