La inteligencia artificial ya influye en las decisiones de compra de más de la mitad de los consumidores Leer La inteligencia artificial ya influye en las decisiones de compra de más de la mitad de los consumidores Leer
Desde hace un tiempo, al buscar en Google una información, resolver una duda o encontrar un producto, ya no es necesario hacer clic en ningún enlace. En su lugar, una inteligencia artificial inicia una conversación contigo y responde directamente, sintetizando la información sin que tengas que salir de la página. El clic ya es cosa del pasado. Y esto obliga a las marcas a reconfigurar sus estrategias: el reto ya no es aparecer entre los primeros resultados, sino lograr que la IA te mencione. Porque si la inteligencia artificial no habla de ti, simplemente no existes.
Así lo confirma el informe ‘El consumidor impulsado por la IA: manual de supervivencia para marcas‘, elaborado por LLYC en colaboración con Appinio. El estudio revela que hoy el viaje del consumidor comienza con un prompt -una instrucción o pregunta dirigida a la IA-, no con una página de resultados como hasta ahora. Ese prompt da paso a una conversación en la que la inteligencia artificial no entrega una lista de enlaces, sino una respuesta estructurada basada en fuentes «fiables», seleccionadas según lo que el modelo ha aprendido a valorar y los datos del propio usuario. Y ahí está la clave: en este nuevo escenario ya no basta con «estar», hay que ser relevante para el algoritmo. Las marcas y productos ya no compiten por clics, sino por menciones, citas y, sobre todo, por la confianza algorítmica. «No es una moda generacional, es una nueva lógica de interacción», subraya el informe.
La inteligencia artificial ya no es una promesa de futuro: es una herramienta cotidiana que está transformando radicalmente la forma en que las personas se informan, compran y toman decisiones. Tanto es así que más del 35% de las búsquedas ya son resueltas directamente por una IA, sin necesidad de acceder a ningún enlace.
En este contexto, más de la mitad de los españoles afirma utilizar la inteligencia artificial como parte de sus procesos de compra, una tendencia aún más pronunciada entre los jóvenes. El impacto es tan disruptivo que el 90% reconoce haber cambiado su forma de informarse desde su llegada, y un 53% asegura que, para tareas cotidianas, prefiere interactuar con una IA antes que con una persona.
La IA se ha infiltrado en prácticamente todos los sectores de consumo. En automoción, el 70% la usa para comparar modelos y decidir entre compra o renting. En moda y belleza, el 80,5% recurre a ella para elegir productos según tipo de piel o estilo. En gran consumo, el 82,5% recibe sugerencias automatizadas de recetas o listas de la compra. En viajes, el 84% planifica desde la inspiración hasta la reserva con ayuda de la IA. En educación, el 73,5% consulta o recibe recomendaciones de cursos personalizados. En finanzas, el 76% emplea asistentes virtuales para realizar operaciones o recibir asesoramiento. En salud, el 80% la utiliza para gestionar su bienestar. Y en entretenimiento, el 80,7% recibe recomendaciones personalizadas de música, cine o libros.
«La inteligencia artificial ya no es solo una herramienta: es el nuevo filtro a través del cual se accede a la información, se descubren productos y se toman decisiones», afirma Jesús Moradillo, director general de Estrategia en Marketing Solutions de LLYC. Y advierte: «Estamos ante una disrupción tan agresiva como subestimada. La IA está reconfigurando los hábitos de consumo a una velocidad que muchas marcas aún no han calibrado. Cada vez más decisiones de compra nacen o se filtran en entornos conversacionales dominados por modelos de lenguaje».
«El impacto no es futuro, es presente. Afecta al descubrimiento de marca, al posicionamiento y al rendimiento de las compañías», añade Moradillo, quien subraya la necesidad urgente de que las marcas aprendan a ganarse la confianza del algoritmo. No es un detalle menor, casi el 53% de los consumidores confía más en las recomendaciones de una IA que en las de los influencers. Un dato que confirma que estamos ante un verdadero cambio de paradigma.
En este nuevo escenario, el estudio recomienda a las marcas auditar su huella algorítmica, optimizar sus contenidos para modelos generativos, desarrollar asistentes virtuales propios y alinear campañas, datos y medios con los entornos conversacionales. Frente al SEO tradicional, LLYC propone una nueva disciplina: el LLMO (Large Language Model Optimization), pensada para que las marcas sean entrenables y elegibles por los modelos de lenguaje.
Teresa Martos, directora general de Appinio en España, destaca que «la investigación es fundamental para entender cómo impacta la IA en la percepción de marca en los distintos mercados locales». El 64% de los directivos ya invierte en IA, a pesar de no tener aún claridad sobre su ROI. Y con razón: como concluye el estudio, la IA ya está tomando decisiones, aunque las marcas no estén preparadas. Quedarse fuera de esta transformación no solo significa perder visibilidad. Significa dejar de ser considerado en el momento crítico de la decisión.
Actualidad Económica // elmundo