Tambores de guerra sobre Irán tras la decisión de EEUU de desalojar a parte de su personal en Oriente Próximo

Irán anuncia la apertura de un nuevo centro de enriquecimiento de uranio tras la resolución de la agencia atómica de la ONU, que condena su programa nuclear Leer Irán anuncia la apertura de un nuevo centro de enriquecimiento de uranio tras la resolución de la agencia atómica de la ONU, que condena su programa nuclear Leer  

La decisión de Washington de evacuar a parte de su personal diplomático en varios países de Oriente Próximo ha encendido las alarmas sobre un posible ataque israelí contra Irán, tras las amenazas de Teherán de golpear bases estadounidenses «si se les provoca». Durante la noche del miércoles, Estados Unidos autorizó la salida temporal de personal diplomático no esencial de Irak, Bahréin y Kuwait, argumentando «tensiones regionales», según señalaron funcionarios estadounidenses e iraquíes a Reuters y al medio estadounidense Axios.

El anuncio vino seguido de una alerta del organismo de seguridad marítima de Reino Unido, UKMTO, sobre un aumento de la actividad militar en el Golfo Pérsico, el estrecho de Ormuz y en el Golfo de Omán, tras días de incertidumbre sobre un posible ataque iraní en la zona. La UKMTO informó a mediados de mayo que varios buques experimentaron interferencias en sus sistemas de GPS y lo achacó a un intento de Irán de interceptar embarcaciones en aguas internacionales.

Israel lleva semanas amenazando con un ataque contra instalaciones nucleares de Irán, en medio del creciente pesimismo sobre las negociaciones entre Washington y Teherán para alcanzar un nuevo acuerdo que limite su enriquecimiento de uranio. El régimen iraní atizó las tensiones, asegurando que responderá golpeando activos estadounidenses e israelíes en la región «si se le provoca» o sufre un ataque por «error enemigo o cualquier tipo de agresión», dijo el ministro de Defensa, Aziz Nasirzadeh. «Si se nos impone un conflicto, todas las bases estadounidenses están a nuestro alcance y las atacaremos con valentía en los países anfitriones», advirtió Nasirzadeh.

En otra muestra de fuerza, el comandante de la Guardia Revolucionaria, una rama independiente de las fuerzas armadas iraníes, Hossein Salami, inspeccionó el miércoles sus unidades navales en el estrecho de Ormuz y aseguró que «están totalmente equipados y listos» para responder a cualquier amenaza.

Las escalada de tensiones coincide con el rápido deterioro de las expectativas de alcanzar un pacto que limite el enriquecimiento de uranio por parte de Irán, a cambio de un alivio de las sanciones internacionales. Teherán insiste en que su programa tiene fines pacíficos y no piensa frenar el enriquecimiento de uranio, mientras que Washington impone como condición la suspensión completa de su programa nuclear.

Las negociaciones indirectas empezaron a mediados de abril y penden ahora de un hilo, pese a que se ha programado una nueva ronda el próximo domingo en Omán. El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró que Irán ha retrasado durante semanas las conversaciones y advirtió que Teherán no poseerá un arma nuclear «independientemente de si se llega a un acuerdo». «Tengo menos confianza ahora que hace un par de meses. Algo les pasó», señaló ayer.

Medios iraníes coinciden con el desánimo de Trump y también atribuyeron a su país el retraso de las reuniones. Varios medios sugieren que Teherán se opone a las disposiciones de una reciente propuesta estadounidense para limitar su enriquecimiento de uranio. El periódico Javan, afiliado a la Guardia Revolucionaria, aseguró esta semana que Irán está dispuesto a abandonar las negociaciones si no se cumplen «sus exigencias nacionales», sin dar más detalles sobre qué condiciones ha puesto Teherán sobre la mesa.

El organismo de control atómico de Naciones Unidas (OIEA) aprobó este jueves una resolución -la primera en 20 años- que declara que Irán no está cumpliendo con sus obligaciones nucleares, una medida que podría abrir allanar el camino para la imposición de nuevas sanciones contra Irán este año.

La resolución fue presentada esta semana por Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania, tras la publicación de un informe de la OIEA que alertó del aceleramiento del programa nuclear iraní, que ha enriquecido uranio a niveles suficientes para producir hasta nueve armas nucleares.

Teherán respondió rápidamente a la resolución, anunciando la puesta en marcha de un nuevo centro de enriquecimiento de uranio en una «instalación nuclear subterránea», anunció el ministerio de Exteriores en un comunicado.

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