«Me gustan muchísimas cosas de lo que se puede ser friki, no todas, obviamente, pero me gustan muchísimas. Soy arqueólogo, estudio cosas de la Prehistoria, pero en el amor no me ha ido bien, es algo que no he explorado demasiado«, reconoció Martí en su presentación en First Dates.
Carlos Sobera quiso saber el motivo, pero el catalán, con un gesto con la cabeza, no supo explicárselo al presentador: «Porque es algo que no tengo siempre en mente, no salgo con la mentalidad de follar«, afirmó.
Su cita fue Sara, una joven de 19 años que admitió en su presentación que había tenido problemas para tener pareja por su altura: «Aunque parezca que hay gente alta, no hay tanta. Difícilmente encuentro chicos más altos que yo«, aseguró.
«Al verla me ha parecido una chica muy guapa, a ver cómo va todo…«, afirmó Martí al ver a su pareja de la noche. Ella, por su parte, comentó que «no es que diga que me encanta, pero está muy bien… y de la altura, la verdad, que no me puedo quejar«.
Durante la velada conectaron con los temas que tenía en común, pero según avanzó la cena, algunas actitudes de Martí no le gustaron a Sara. Sobre todo el momento en el que al arqueólogo se le escapó un eructo mientras degustaban los platos del menú de First Dates.
«A ver, no es algo muy educado que eructarse mientras se está cenando, o haciendo cualquier cosa… no me pareció nada agradable«, señaló la asturiana muy molesta. Pero la cita fue a peor, porque, en un momento dado, a Martí le dio por intentar cazar a una mosca que había por el local.
«Me gusta jugar con moscas…«, se excusó el catalán mientras ella no daba crédito. «Flipando, la verdad, me quedé sin palabras. Yo me reía, pero porque no sabía qué hacer«, apuntó Sara sorprendida.
Al final, Martí sí que quiso tener una segunda cita con Sara porque «hemos compartido bastantes gustos y aficiones«. Ella, por su parte, no quiso volver a quedar «a nivel romántico, como amigos, sí, no habría problema«.
«Que eructarse mientras se está cenando no es algo muy educado», afirmó la comensal.
«Me gustan muchísimas cosas de lo que se puede ser friki, no todas, obviamente, pero me gustan muchísimas. Soy arqueólogo, estudio cosas de la Prehistoria, pero en el amor no me ha ido bien, es algo que no he explorado demasiado«, reconoció Martí en su presentación en First Dates.
Carlos Sobera quiso saber el motivo, pero el catalán, con un gesto con la cabeza, no supo explicárselo al presentador: «Porque es algo que no tengo siempre en mente, no salgo con la mentalidad de follar«, afirmó.
Su cita fue Sara, una joven de 19 años que admitió en su presentación que había tenido problemas para tener pareja por su altura: «Aunque parezca que hay gente alta, no hay tanta. Difícilmente encuentro chicos más altos que yo«, aseguró.
«Al verla me ha parecido una chica muy guapa, a ver cómo va todo…», afirmó Martí al ver a su pareja de la noche. Ella, por su parte, comentó que «no es que diga que me encanta, pero está muy bien… y de la altura, la verdad, que no me puedo quejar».
Durante la velada conectaron con los temas que tenía en común, pero según avanzó la cena, algunas actitudes de Martí no le gustaron a Sara. Sobre todo el momento en el que al arqueólogo se le escapó un eructo mientras degustaban los platos del menú de First Dates.
«A ver, no es algo muy educado que eructarse mientras se está cenando, o haciendo cualquier cosa… no me pareció nada agradable», señaló la asturiana muy molesta. Pero la cita fue a peor, porque, en un momento dado, a Martí le dio por intentar cazar a una mosca que había por el local.
«Me gusta jugar con moscas…», se excusó el catalán mientras ella no daba crédito. «Flipando, la verdad, me quedé sin palabras. Yo me reía, pero porque no sabía qué hacer», apuntó Sara sorprendida.
Al final, Martí sí que quiso tener una segunda cita con Sara porque «hemos compartido bastantes gustos y aficiones». Ella, por su parte, no quiso volver a quedar «a nivel romántico, como amigos, sí, no habría problema».
20MINUTOS.ES – Televisión
