La selección española masculina de fútbol no ha podido pasar de los cuartos de final del Campeonato de Europa sub-21, que se está disputando en Eslovaquia, debido a su derrota por 1-3 ante el combinado de Inglaterra en un duelo torcido desde el inicio y que ha revivido para España su amargura por la final perdida en 2023.
En el City Arena de la ciudad de Trnava, parecía que el encuentro iba a sonreír pronto a la Rojita cuando, transcurrido solo minuto y medio, un derechazo lejano de Diego López tropezó dentro del área en el brazo derecho de Charlie Cresswell. A pesar de la sanción inicial del árbitro italiano Simone Sozza, la revisión del VAR anuló el penalti pitado.
Tras unos compases de tanteo mutuo, Inglaterra forzó un córner en el 10′; en el saque peinó Beñat Turrientes en el primer palo, Cristhian Mosquera no supo despejar y dejó el balón muerto para que James McAtee marcase a bocajarro con un zurdazo rápido. Aún impactados por ese gol, los jugadores españoles acusaron el siguiente acercamiento rival.
Al cuarto de hora, Jarell Quansah se asomó al ataque y, con demasiado espacio a su alrededor, conectó un derechazo desde la frontal del área y el guardameta español Alejandro Iturbe no atrapó ese esférico en su estirada, quedándose éste a merced de que Harvey Elliott llegase antes que cualquier defensa de España para empujar el 0-2 a puerta vacía.
Al poco de sacar la Rojita de centro, los ingleses robaron la bola y Valentino Livramento alcanzó el área contraria por el extremo derecho, pero Iturbe despejó a córner. Los pupilos de Santi Denia reaccionaron a su escenario y, en el minuto 37, Alberto Moleiro domó el balón al borde del área yéndose de Jay Stansfield y a continuación fue trastabillado.
Quansah cometió esa falta dentro de su área sobre el flamante fichaje del Villarreal y Javi Guerra marcó la pena máxima engañando de lado al portero James Beadle. Desde ahí hasta el descanso, se firmó una paz que nada más volver de vestuarios se rompió cuando Omari Hutchinson pisó el área española y de tacón pasó a un Stansfield sin puntería en su tiro.
Los Three Lions merodearon el tercer gol en el 51′ con un cabezazo de Cresswell al saque de un córner y la contestación de España fue una doble ocasión muy clara de Javi Guerra en el 61′; después de que Mateo Joseph arrastrase a los centrales, se generó un espacio que valió a Raúl Moro para asistir raso al valencianista desde la banda derecha.
No obstante, Beadle detuvo los dos remates consecutivos de Guerra, primero el de diestra y luego el de zurda. El carrusel de sustituciones buscó una dinámica diferente, pero Inglaterra disfrutó de una jugada colectiva donde Tyler Morton culminó todo al borde del área con un derechazo que se marchó fuera cuando tenía a Stansfield en mejor lugar.
En el tiempo de prolongación, Iturbe salió tarde a un balón dividido y chocó de refilón con Jonathan Rowe, decretando Sozza un penalti que Elliot Anderson transformó en el definitivo 1-3. El resultado amargó a los pupilos de Denia, que se enzarzaron con varios ingleses después de que el árbitro hubiera pitado la finalización, pero no pasó a mayores.
La Rojita tuvo varios errores defensivos cruciales, que condenaron a los de Santi Denia a la eliminación.
La selección española masculina de fútbol no ha podido pasar de los cuartos de final del Campeonato de Europa sub-21, que se está disputando en Eslovaquia, debido a su derrota por 1-3 ante el combinado de Inglaterra en un duelo torcido desde el inicio y que ha revivido para España su amargura por la final perdida en 2023.
En el City Arena de la ciudad de Trnava, parecía que el encuentro iba a sonreír pronto a la Rojita cuando, transcurrido solo minuto y medio, un derechazo lejano de Diego López tropezó dentro del área en el brazo derecho de Charlie Cresswell. A pesar de la sanción inicial del árbitro italiano Simone Sozza, la revisión del VAR anuló el penalti pitado.
Tras unos compases de tanteo mutuo, Inglaterra forzó un córner en el 10′; en el saque peinó Beñat Turrientes en el primer palo, Cristhian Mosquera no supo despejar y dejó el balón muerto para que James McAtee marcase a bocajarro con un zurdazo rápido. Aún impactados por ese gol, los jugadores españoles acusaron el siguiente acercamiento rival.
Al cuarto de hora, Jarell Quansah se asomó al ataque y, con demasiado espacio a su alrededor, conectó un derechazo desde la frontal del área y el guardameta español Alejandro Iturbe no atrapó ese esférico en su estirada, quedándose éste a merced de que Harvey Elliott llegase antes que cualquier defensa de España para empujar el 0-2 a puerta vacía.
Al poco de sacar la Rojita de centro, los ingleses robaron la bola y Valentino Livramento alcanzó el área contraria por el extremo derecho, pero Iturbe despejó a córner. Los pupilos de Santi Denia reaccionaron a su escenario y, en el minuto 37, Alberto Moleiro domó el balón al borde del área yéndose de Jay Stansfield y a continuación fue trastabillado.
Quansah cometió esa falta dentro de su área sobre el flamante fichaje del Villarreal y Javi Guerra marcó la pena máxima engañando de lado al portero James Beadle. Desde ahí hasta el descanso, se firmó una paz que nada más volver de vestuarios se rompió cuando Omari Hutchinson pisó el área española y de tacón pasó a un Stansfield sin puntería en su tiro.
Los Three Lions merodearon el tercer gol en el 51′ con un cabezazo de Cresswell al saque de un córner y la contestación de España fue una doble ocasión muy clara de Javi Guerra en el 61′; después de que Mateo Joseph arrastrase a los centrales, se generó un espacio que valió a Raúl Moro para asistir raso al valencianista desde la banda derecha.
No obstante, Beadle detuvo los dos remates consecutivos de Guerra, primero el de diestra y luego el de zurda. El carrusel de sustituciones buscó una dinámica diferente, pero Inglaterra disfrutó de una jugada colectiva donde Tyler Morton culminó todo al borde del área con un derechazo que se marchó fuera cuando tenía a Stansfield en mejor lugar.
En el tiempo de prolongación, Iturbe salió tarde a un balón dividido y chocó de refilón con Jonathan Rowe, decretando Sozza un penalti que Elliot Anderson transformó en el definitivo 1-3. El resultado amargó a los pupilos de Denia, que se enzarzaron con varios ingleses después de que el árbitro hubiera pitado la finalización, pero no pasó a mayores.
20MINUTOS.ES – Deportes