Valencia se queda este verano sin varias zonas naturales de baño por las secuelas de la DANA: "Los riesgos se multiplican"

El verano en el interior de Valencia siempre ha tenido un aliado para aliviar las altas temperaturas: los entornos naturales con espacios acuáticos. Estas áreas al aire libre son visitadas cada año por miles de ciudadanos que buscan un chapuzón sin tener que ir a la playa. Sin embargo, en estos momentos, el acceso a buena parte de estos lugares está prohibido o desaconsejado. Las secuelas de la DANA que azotó la provincia el 29 de octubre han dejado tras de sí una larga red de zonas de baño dañadas, arrasadas en algunos casos, que han perdido su valor recreativo y que son peligrosas para los bañistas.

Sot de Chera, Bugarra, Buñol, Gestalgar, Pedralba, Alborache… Varios ayuntamientos han informado sobre el cierre de zonas de baño, ya sea por iniciativa propia o tras recibir informes de administraciones como la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). «Cuando un entorno natural ha sido afectado por una DANA, los riesgos se multiplican: el cauce puede haber cambiado y el agua puede arrastrar objetos peligrosos o haber provocado corrientes nuevas», explica a 20minutos Javier Sánchez, de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS), que añade que la calidad del agua puede verse gravemente afectada por vertidos o residuos.

En Buñol, la emblemática Cueva Turche permanece cerrada «por motivos de seguridad». También lo están otras zonas clásicas de baño, como El Paraíso. «Estamos trabajando para concienciar a la ciudadanía de los riesgos de bañarse en los parajes naturales este verano, a raíz de las secuelas que todavía quedan en las zonas fluviales tras el paso de la DANA», explican a este medio fuentes del Ayuntamiento, que recomienda no acceder ni bañarse en ninguna poza o río del municipio.

En Gestalgar, uno de los municipios más afectados, la destrucción es profunda y, en estos momentos, todas sus zonas de baño están cerradas porque se han visto arrasadas con el desbordamiento del río Turia. «El nuevo cauce del río hace imposible determinar de momento la posibilidad de nuevas zonas de baño, hasta que no se conozca con veracidad sus características», señala el alcalde, Raúl Pardos, que indica no obstante que ya se está trabajando en la limpieza del cauce y su adecuación.

«Los parajes naturales se han visto sumamente afectados, no solo a nivel turístico, sino también en el sector agrícola, que es el principal motor económico del municipio», afirma. Una afectación que, según detalla, ha ido desde la transformación del paisaje por completo hasta la destrucción de infraestructuras, como el polideportivo, zonas de aparcamiento, paseos en la vera del río y su playa continental, así como caminos rurales.

En el caso de Pedralba, el panorama no es mejor. Un decreto de alcaldía del 16 de junio desaconseja el baño en el Turia a su paso por el municipio y prohíbe el paso de cualquier vehículo al haber sido «gravemente afectada» y no reunir las condiciones de seguridad necesarias. Su alcalde, Andoni León, lo expresa con claridad: «La DANA arrasó por completo todo el Parque Natural del Turia, actualmente no tenemos ninguna zona de baño habilitada. El curso e interior del río es incierto, no es lo que conocíamos».

Principales peligros

Los motivos principales de los cierres son el desconocimiento de las nuevas características de los parajes, como la profundidad y orografía, pero, sobre todo, el hecho de que las corrientes han cambiado y han podido arrastrar restos o residuos peligrosos que se pueden encontrar bajo el agua o enterrados en la arena o tierra. «Puede contener elementos que no vemos, como hierros, piedras, troncos… Incluso en la limpieza tras la DANA se llegó a sacar un coche que no se veía», recuerda León.

Además, muchas de las infraestructuras de seguridad están todavía en proceso de reconstrucción y algunas zonas de aparcamiento han sido también destrozadas, lo que puede suponer el colapso del tráfico en el casco urbano de los municipios por la llegada de visitantes, inciden los responsables municipales.

Pese a las advertencias y a los carteles colocados por los consistorios, no han sido pocos los que, con la llegada del calor, han decidido acercarse igualmente a estas zonas. «Por desgracia, hay gente que no hace caso a las recomendaciones», lamenta el alcalde de Pedralba. «Cada fin de semana son cientos los coches que llegan al paraje del Turche», comparte el Ayuntamiento de Buñol.

En Gestalgar, en cambio, el alcalde asegura que el número de personas que hace caso omiso es reducido. «La gran mayoría respeta las recomendaciones de seguridad y actúa de forma responsable, la población en general entiende que estas medidas se toman para garantizar su seguridad«.

Con todo, los expertos llaman a la responsabilidad ciudadana y reiteran la necesidad de atender a las advertencias. «Es absolutamente desaconsejable bañarse en zonas que han sido cerradas, incluso aunque aparentemente parezcan seguras. Lo más prudente es respetar las indicaciones de las autoridades y no asumir riesgos innecesarios», insisten desde la RFESS.

Golpe al turismo

Las fuentes consultadas coinciden en que la pérdida de estas zonas de baño es también una pérdida económica. El turismo ligado al entorno natural es, en muchas de estas localidades, una importante fuente de ingresos durante la temporada estival. «Está claro que hay muchos visitantes que dejarán de venir este verano, lo que supone un golpe al comercio y restaurantes del municipio», asume el alcalde de Pedralba, aunque asegura que el mayor impacto es para las vecinas y los vecinos: «Somos un pueblo que vive junto al río y disfrutamos de él durante todo el año».

En cualquier caso, las medidas se toman por el bien de todos. «Son causas excepcionales y debe primar la seguridad de la población», apunta el regidor de Gestalgar. «Desde el Ayuntamiento se está trabajando bajo el prisma de la resiliencia, para no solo recuperar las zonas de baño, sino hacerlo de una forma más segura, fortalecida y poner en valor la totalidad del atractivo turístico del municipio, que es mucho más amplio que la posibilidad de baño en el río Turia», añade.

En este contexto, la Diputación de Valencia ha anunciado una inversión de 2,6 millones de euros para reparar infraestructuras turísticas dañadas por la DANA. Las ayudas se repartirán en dos líneas principales. La primera, dotada con 2,168 millones, se destinará a la recuperación de áreas recreativas vinculadas al agua y zonas de baño. Las actuaciones previstas, que serán ejecutadas por la Diputación, incluyen la limpieza de cañas y lodos, la reposición de infraestructuras y la dotación de mobiliario y señalética sostenible.

La segunda partida, de 500.000 euros, consiste en ayudas directas y de pago anticipado a los municipios pequeños para que puedan llevar a cabo la reparación de infraestructuras y equipamientos turísticos. Entre ellos, señalización y equipamiento de oficinas o puntos de información turística, reposición de equipamientos para zonas de baño continentales y playas u honorarios por redacción de proyectos y dirección de obra.

El presidente de la corporación provincial, Vicent Mompó, manifestó en la presentación de esta medida que el objetivo es ayudar a los pueblos que más lo necesitan. «Es importante ayudarlos a restablecer lo que tenían porque así no solo recuperamos el motor económico, sino que restablecemos también el motor emocional y ayudamos a la gente a que continúe soñando y viendo que es posible vivir en nuestros pueblos».

 Los responsables de municipios afectados advierten de los peligros que supone acceder a estos entornos.  

El verano en el interior de Valencia siempre ha tenido un aliado para aliviar las altas temperaturas: los entornos naturales con espacios acuáticos. Estas áreas al aire libre son visitadas cada año por miles de ciudadanos que buscan un chapuzón sin tener que ir a la playa. Sin embargo, en estos momentos, el acceso a buena parte de estos lugares está prohibido o desaconsejado. Las secuelas de la DANA que azotó la provincia el 29 de octubre han dejado tras de sí una larga red de zonas de baño dañadas, arrasadas en algunos casos, que han perdido su valor recreativo y que son peligrosas para los bañistas.

Sot de Chera, Bugarra, Buñol, Gestalgar, Pedralba, Alborache… Varios ayuntamientos han informado sobre el cierre de zonas de baño, ya sea por iniciativa propia o tras recibir informes de administraciones como la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). «Cuando un entorno natural ha sido afectado por una DANA, los riesgos se multiplican: el cauce puede haber cambiado y el agua puede arrastrar objetos peligrosos o haber provocado corrientes nuevas», explica a 20minutos Javier Sánchez, de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS), que añade que la calidad del agua puede verse gravemente afectada por vertidos o residuos. 

En Buñol, la emblemática Cueva Turche permanece cerrada «por motivos de seguridad». También lo están otras zonas clásicas de baño, como El Paraíso. «Estamos trabajando para concienciar a la ciudadanía de los riesgos de bañarse en los parajes naturales este verano, a raíz de las secuelas que todavía quedan en las zonas fluviales tras el paso de la DANA», explican a este medio fuentes del Ayuntamiento, que recomienda no acceder ni bañarse en ninguna poza o río del municipio.

Poza del Paraíso en Buñol, afectada por la DANA.
Poza del Paraíso en Buñol, afectada por la DANA.
AYUNTAMIENTO DE BUÑOL

En Gestalgar, uno de los municipios más afectados, la destrucción es profunda y, en estos momentos, todas sus zonas de baño están cerradas porque se han visto arrasadas con el desbordamiento del río Turia. «El nuevo cauce del río hace imposible determinar de momento la posibilidad de nuevas zonas de baño, hasta que no se conozca con veracidad sus características», señala el alcalde, Raúl Pardos, que indica no obstante que ya se está trabajando en la limpieza del cauce y su adecuación.

«Los parajes naturales se han visto sumamente afectados, no solo a nivel turístico, sino también en el sector agrícola, que es el principal motor económico del municipio», afirma. Una afectación que, según detalla, ha ido desde la transformación del paisaje por completo hasta la destrucción de infraestructuras, como el polideportivo, zonas de aparcamiento, paseos en la vera del río y su playa continental, así como caminos rurales.

En el caso de Pedralba, el panorama no es mejor. Un decreto de alcaldía del 16 de junio desaconseja el baño en el Turia a su paso por el municipio y prohíbe el paso de cualquier vehículo al haber sido «gravemente afectada» y no reunir las condiciones de seguridad necesarias. Su alcalde, Andoni León, lo expresa con claridad: «La DANA arrasó por completo todo el Parque Natural del Turia, actualmente no tenemos ninguna zona de baño habilitada. El curso e interior del río es incierto, no es lo que conocíamos». 

Principales peligros

Los motivos principales de los cierres son el desconocimiento de las nuevas características de los parajes, como la profundidad y orografía, pero, sobre todo, el hecho de que las corrientes han cambiado y han podido arrastrar restos o residuos peligrosos que se pueden encontrar bajo el agua o enterrados en la arena o tierra. «Puede contener elementos que no vemos, como hierros, piedras, troncos… Incluso en la limpieza tras la DANA se llegó a sacar un coche que no se veía», recuerda León.

Además, muchas de las infraestructuras de seguridad están todavía en proceso de reconstrucción y algunas zonas de aparcamiento han sido también destrozadas, lo que puede suponer el colapso del tráfico en el casco urbano de los municipios por la llegada de visitantes, inciden los responsables municipales.

Pese a las advertencias y a los carteles colocados por los consistorios, no han sido pocos los que, con la llegada del calor, han decidido acercarse igualmente a estas zonas. «Por desgracia, hay gente que no hace caso a las recomendaciones», lamenta el alcalde de Pedralba. «Cada fin de semana son cientos los coches que llegan al paraje del Turche», comparte el Ayuntamiento de Buñol. 

En Gestalgar, en cambio, el alcalde asegura que el número de personas que hace caso omiso es reducido. «La gran mayoría respeta las recomendaciones de seguridad y actúa de forma responsable, la población en general entiende que estas medidas se toman para garantizar su seguridad«.

Con todo, los expertos llaman a la responsabilidad ciudadana y reiteran la necesidad de atender a las advertencias. «Es absolutamente desaconsejable bañarse en zonas que han sido cerradas, incluso aunque aparentemente parezcan seguras. Lo más prudente es respetar las indicaciones de las autoridades y no asumir riesgos innecesarios», insisten desde la RFESS.

Trabajos en el río Turia a su paso por Pedralba.
Trabajos en el río Turia a su paso por Pedralba.
CHJ

Golpe al turismo

Las fuentes consultadas coinciden en que la pérdida de estas zonas de baño es también una pérdida económica. El turismo ligado al entorno natural es, en muchas de estas localidades, una importante fuente de ingresos durante la temporada estival. «Está claro que hay muchos visitantes que dejarán de venir este verano, lo que supone un golpe al comercio y restaurantes del municipio», asume el alcalde de Pedralba, aunque asegura que el mayor impacto es para las vecinas y los vecinos: «Somos un pueblo que vive junto al río y disfrutamos de él durante todo el año».

En cualquier caso, las medidas se toman por el bien de todos. «Son causas excepcionales y debe primar la seguridad de la población», apunta el regidor de Gestalgar. «Desde el Ayuntamiento se está trabajando bajo el prisma de la resiliencia, para no solo recuperar las zonas de baño, sino hacerlo de una forma más segura, fortalecida y poner en valor la totalidad del atractivo turístico del municipio, que es mucho más amplio que la posibilidad de baño en el río Turia», añade.

En este contexto, la Diputación de Valencia ha anunciado una inversión de 2,6 millones de euros para reparar infraestructuras turísticas dañadas por la DANA. Las ayudas se repartirán en dos líneas principales. La primera, dotada con 2,168 millones, se destinará a la recuperación de áreas recreativas vinculadas al agua y zonas de baño. Las actuaciones previstas, que serán ejecutadas por la Diputación, incluyen la limpieza de cañas y lodos, la reposición de infraestructuras y la dotación de mobiliario y señalética sostenible.

La segunda partida, de 500.000 euros, consiste en ayudas directas y de pago anticipado a los municipios pequeños para que puedan llevar a cabo la reparación de infraestructuras y equipamientos turísticos. Entre ellos,  señalización y equipamiento de oficinas o puntos de información turística, reposición de equipamientos para zonas de baño continentales y playas u honorarios por redacción de proyectos y dirección de obra.

El presidente de la corporación provincial, Vicent Mompó, manifestó en la presentación de esta medida que el objetivo es ayudar a los pueblos que más lo necesitan. «Es importante ayudarlos a restablecer lo que tenían porque así no solo recuperamos el motor económico, sino que restablecemos también el motor emocional y ayudamos a la gente a que continúe soñando y viendo que es posible vivir en nuestros pueblos».

 20MINUTOS.ES – Nacional

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