La presidenta de la Comisión Europea defiende una adaptación de la UE al nuevo entorno «dentro de nuestros valores» pero aprovechando «oportunidades donde surjan» sin dejar fuera a China, pese al deseo de la Casa Blanca Leer La presidenta de la Comisión Europea defiende una adaptación de la UE al nuevo entorno «dentro de nuestros valores» pero aprovechando «oportunidades donde surjan» sin dejar fuera a China, pese al deseo de la Casa Blanca Leer
La Unión Europea tiende la mano al nuevo presidente de EEUU, Donald Trump, para evitar una guerra comercial y conflictos geopolíticos, pero sin que eso implique marginar a China. La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, ha marcado la línea en su intervención ante el Foro Económico Mundial en Davos, con presidentes de multinacionales y grandes inversores de todo el mundo en el auditorio.
«Nuestra primera prioridad será comprometernos pronto, debatir los intereses comunes y estar dispuestos a negociar. Seremos pragmáticos«, ha afirmado. ¿Con qué límites?, Por un lado, ha asegurado que «siempre nos mantendremos firmes en nuestros principios para proteger nuestros intereses y defender nuestros valores: ése es el estilo europeo«. Pero, por otro, ha tendido la mano sin líneas rojas. «Para defender estos valores en un mundo cambiante, debemos cambiar nuestra forma de actuar. Debemos buscar nuevas oportunidades allí donde surjan. Este es el momento de comprometernos más allá de bloques y tabúes. Y Europa está preparada para el cambio».
Ha subrayado, no obstante, que Europa tiene bazas para negociar con Trump. «Ninguna otra economía del mundo está tan integrada como la nuestra. Las empresas europeas en Estados Unidos dan empleo a 3,5 millones de estadounidenses. Y otro millón de empleos estadounidenses dependen directamente del comercio con Europa. Cadenas enteras de suministro se extienden a ambos lados del Atlántico«. Es más, «de todos los activos estadounidenses en el extranjero, dos tercios están en Europa. Y Estados Unidos suministra más del 50% de nuestro gas natural licuado. El volumen comercial entre nosotros es de 1,5 billones de euros, lo que representa el 30% del comercio mundial. Hay mucho en juego para ambas partes«.
También tiende la mano a China en un intento de salvaguardar lo más posible la globalización que tanto ha beneficiado, en su opinión, a la Unión Europea. «Debemos profundizar nuestra relación con China, y cuando sea posible, incluso para ampliar nuestros lazos comerciales y de inversión. Es hora de buscar una relación más equilibrada con China, en un espíritu de equidad y reciprocidad.», ha afirmado frente a la nueva línea de la Casa Blanca contra el régimen oriental
Más apertura y cooperación en vez de enfrentamiento «es la respuesta de Europa a la creciente competencia mundial. Queremos más cooperación con todos los que estén abiertos a ella. Y esto incluye, por supuesto, a nuestros socios más cercanos. Pienso, por supuesto, en los Estados Unidos de América», ha afirmado. La alemana ha rehuido críticas a Trump y a los gigantes tecnológicos como han hecho otros mandatarios como el el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez o el francés, Emmanuel Macron. El canciller alemán, Olaf Scholz, sí ha criticado ante el auditorio de Davos a Musk, por «no ser aceptable» que se use «la libertad de expresión para apoyar a la extrema derecha».
Por su parte, el viceprimer ministro chino, Ding Xuexiang, también intenta conservar lo más posible de la globalización. Pese a representar a un país dirigido por el partido comunista chino defiende el libre comercio. «El proteccionismo no lleva a ningún sitio y no hay ni ganadores ni perdedores en una guerra comercial».
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