Los ataques entre Israel e Irán se convierten en el gran tema de la cumbre del G7: «Hay que desescalar esto»

Se espera una reunión entre Trump y Zelenski que la delegación ucraniana solo espera que sea «amistosa» Leer Se espera una reunión entre Trump y Zelenski que la delegación ucraniana solo espera que sea «amistosa» Leer  

La grave escalada en Oriente Próximo, con los ataques cruzados entre Israel e Irán, es el gran tema en el horizonte de la cumbre del G7, que comienza el lunes en Alberta (Canadá) y adonde ya han llegado los líderes de los países más industrializados del mundo (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y EEUU), además de la UE, que cuenta con representación política permanente en el grupo.

Los ataques de Israel a Irán y la represalia de Teherán, que parecieron tomar por sorpresa a muchos líderes mundiales, son el último signo de un mundo más volátil mientras Trump busca retirar a EEUU de su papel como policía mundial, subraya la agencia de noticias AP.

En su vuelo hacia Canadá, el primer ministro británico, Keir Starmer, explicó que había discutido con el presidente de EEUU, Donald Trump, y con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, esfuerzos para desescalar la crisis. «Estamos preocupados desde hace tiempo por el programa nuclear de Irán. Reconocemos el derecho de Israel a la autodefensa, pero tengo muy claro que hay que desescalar esto«, dijo el premier. Según Starmer, en la cumbre habrá «discusiones intensas» sobre esta importante crisis, que amenaza a toda la región. Reino Unido envía estos días cazas y otros refuerzos militares a Oriente Próximo.

Por su parte, el canciller alemán, Friedrich Merz, dijo ayer que esperaba que se llegue a un acuerdo sobre cuatro puntos en busca de una solución al conflicto entre Israel e Irán, según informó Reuters. Los puntos destacados por Merz son que Irán no pueda desarrollar ni poseer armas nucleares; que Israel tiene derecho a defenderse de las amenazas existenciales que, según Merz, representa el programa nuclear iraní; en tercer lugar, que el conflicto no debe escalar; y en cuarto, que es necesario crear un margen para la labor de la diplomacia. «Este asunto ocupará un lugar muy destacado en la agenda», declaró Merz.

Además, Merz ha instado al régimen iraní a cesar los ataques contra blancos civiles israelíes y dijo que Alemania se prepara para posibles acciones en contra de Irán en el caso de que de actúe contra instituciones judías en la República Federal. «Teherán tiene que cesar de inmediato los ataques contra blancos civiles israelíe», dijo Merz antes de salir para la cumbre, informó Efe. «Nos preparamos para el caso de que Irán tenga en la mira establecimientos judíos o israelíes en Alemania», agregó el canciller.

El primer ministro canadiense, Mark Carney, anfitrión de la cumbre, ha decidido abandonar la práctica habitual de una declaración conjunta al término de la reunión, que se celebra en la estación de montaña de Kananaskis, a unos 90 kilómetros al oeste de Calgary. Un alto funcionario canadiense declaró que Ottawa quiere centrarse en las medidas que los siete miembros adopten de forma conjunta y de ahí la decisión.

La visita del presidente de EEUU, Donald Trump, a Canadá, tras su embestida para hacer de su vecino del norte -y tradicional socio- el estado número 51 de EEUU, se mira con lupa. Se trata de la primera reunión internacional en la que participa el republicano después de su llegada a la Casa Blanca el pasado 20 enero.

La última vez que Canadá ejerció de anfitrión del G7, en 2018, Trump también era presidente y abandonó la cumbre antes de denunciar al entonces primer ministro canadiense, Justin Trudeau, como «muy deshonesto y débil» y ordenar a su delegación que retirara su aprobación del comunicado final.

Con otros líderes queriendo hablar con Trump en un esfuerzo por disuadirlo de imponer aranceles, la cumbre corre el riesgo de ser una serie de conversaciones bilaterales en lugar de una muestra de unidad, según el análisis de AP. El ex primer ministro canadiense Jean Chrétien (1993-2003) dijo hace unos días que si Trump actúa de manera indebida, los líderes deberían ignorarlo y permanecer tranquilos, como lo hizo Carney en el Despacho Oval. «Tiende a ser un bully», señaló Chrétien. «Si Trump ha decidido hacer un espectáculo para estar en las noticias, hará algo loco. Déjenlo hacerlo y sigan hablando normalmente», destacó Chrétien, en unas declaraciones que fueron recogidas por AP.

Por otro lado, Canadá ha sido durante mucho tiempo uno de los mayores defensores de Ucrania. Trump llegó al poder prometiendo poner fin a la guerra con Rusia en 24 horas, pero los esfuerzos diplomáticos se han estancado. Un funcionario ucraniano implicado en los preparativos dijo que se habían desvanecido las esperanzas de una declaración firme de apoyo a Ucrania. En su lugar, el éxito para Kiev consistiría en que se produjera una reunión amistosa entre Trump y Zelenski.

A la espera de escuchar a Trump -o leer su post en redes -, un alto funcionario estadounidense dijo que las discusiones abarcarán el comercio y la economía global, los minerales críticos, el contrabando de migrantes y drogas, los incendios forestales, la seguridad internacional, la inteligencia artificial y la seguridad energética. «El presidente está ansioso por perseguir sus objetivos en estas áreas, incluyendo hacer que las relaciones comerciales de EEUU sean justas y recíprocas», aseguró.

Los líderes ajenos al G7 pero que han sido invitados a la cumbre por Carney incluyen a los jefes de Estado de India, Ucrania, Brasil, Sudáfrica, Corea del Sur, Australia, México y los Emiratos Árabes Unidos.

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